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Capítulo 3

 

 Aquí estoy en esta fiesta llena de los tontos del instituto, solo vine para complacer a Sofi que no dejaba de insistir, pero la verdad me estoy muriendo de aburrimiento y con este vestido que rebela más de lo que cubre. El único beneficio fue el placer de ver la cara de espanto de Cristian cuando me vio e incluso la discusión que tuvimos. Aun así, no es algo que me guste ponerme muy a menudo. Sofi ya está bailando con el quinto chico desde que llegamos y yo estoy aquí sin hacer absolutamente nada como monja de convento, sé que Cristian anda por aquí, pero no quiero buscarlo ni con la mirada porque estoy segura de que está de cariñoso con Laura, prefiero no presenciar el espectáculo.

 – que hace la chica más linda del instituto sola?

 – tu como siempre Rick– de verdad tiene unos ojos muy azules y lindos, pero nada que ver con los de Cristian en eso Sofi está equivocada

 – es la verdad

 – bueno supongamos que es verdad, felicidades; te estuve buscando cuando llegue y no te vi 

– ya me encontraste– se pegó mucho más a mí, creo incluso que me estaba robando mi espacio personal

– no quieres bailar conmigo

 – yo lo siento  Rick, pero no me gusta bailar 

– entonces solo conversemos

 – eso está mejor para mí 

– de cualquier forma llevaba mucho tiempo tratando de hablar contigo y no podía por tu guardaespaldas

 – mi guardaespaldas? 

– tu hermano, siempre te está vigilando, incluso ahora lo está haciendo – de donde sacas eso?– le pregunté riéndome

 – es verdad mira detrás de ti me está mirando como si quisiera matarme – me di la vuelta y efectivamente ahí estaba mirándonos como animal salvaje

– ves te lo dije

 – no lo sabía

 – siempre se comporta así, por eso no había encontrado oportunidad para hablarte

 – y de que quieres hablarme?– le pregunté de forma seductora

 – por tu forma de preguntar creo que ya sabes

 – puede que tenga una idea– se acercó aún más a mí

 – y que crees. ¿Te interesa?

 – te dejé robarte mi espacio personal así que, ¿eso responde a tu pregunta?

 – es suficiente para mí– sin decir nada más se acercó y me beso Tengo diecisiete años y he tenido algunos besos, pero nada tan explosivo como esto, este chico sabe cómo tratar a una mujer, amo a Cristian; pero me estoy derritiendo en los brazos de Rick. Me siento en el cielo, y hubiera seguido más si alguien no me hubiera arrancado, literalmente arrancado del beso. 

– qué demonios crees que haces mocosa 

– hay por Dios Cristian ya basta 

– estás drogada o borracha?

– claro que no

 – entonces explícame este espectáculo 

– espectáculo el que estás montando tú, hasta donde yo sé un beso es solo eso. Bastantes que se Han dado tú y Laura desde que llegaron

 – ya te dije que no compares 

– yo dejo de comparar el día que me muestres la diferencia

 –Nunca lo has hecho, dime ;por qué ahora ?

– ya basta de esto Cristian; me voy a casa

 – espera Ana– intervino Rick – déjame al menos acompañarte

 – ni se te ocurra imbécil – Cristian se puso frente a él – yo la llevo a casa

 – ninguno me lleva a casa me voy sola, lo siento yo Rick de verdad, el lunes hablamos en el instituto

 – de verdad lo prefieres así? – pregunto enfrentándose a Cristián 

– de verdad – Salí caminando, o casi corriendo porque me moría de la vergüenza y de la impotencia Quien se cree que es para tratarme como a una niña, las lágrimas comenzaron a caer de mis ojos. Él se pasa la vida restregando me a su novia en la cara y mostrándoles a todos espectáculos que rayan el límite de lo permitido en público para venir a hacerse el moralista

 – oye Ana espérame– Sofi me estaba dando gritos y por lo agitada que parecía estoy segura de que llevaba bastante llamándome 

– ¿por qué viniste?, te hubieras quedado 

 – no soy tan traidora– me miro y se río porque eso fue lo que le dije el día que me dejó sola con Cristian

 – lo sé 

– vamos a casa 

–No quiero hablar de esto Sofi 

– lo entiendo solo caminemos Caminamos en silencio las cinco calles que nos separaban de nuestra casa 

– gracias Sofi voy a dormir

 – duerme bien y no pienses demasiado en eso 

– de verdad gracias, amiga– Entre directo a darme una ducha, pero no podía sacarme de la cabeza la cara de animal salvaje de Cristian. Como si de verdad estuviera haciendo algo malo. Fui a dormir pensando en eso y cuando me estaba quedando dormida la puerta de mi habitación se abrió.

 – atiéndeme Ana – me levanté y lo miré con cara somnolienta

 – que crees que es mi habitación para entrar así como si fuera tuya?

 – tú y yo tenemos que hablar 

– no veo de que 

– mírame niña ya estoy cansado de esta situación, basta de comportarte como te dé la gana

 – Cristian de verdad no quiero discutir contigo, estoy muy cansada y no me interesa para nada de verdad lo que pienses de mí vida privada 

– Ana– por primera vez me levanto la voz

 – habla bajo que vas a despertar a mamá y a papá 

– mírame– se acercó a mí y me apretó la cara– ahora mismo me dices cuál es tu problema

 – no sé a qué te refieres– lo empuje– y por favor suéltame

 – está bien– se apartó unos pasos de mi cama– ahora habla– me puse en pie para no quedar tan lejos de su altura que ya de pie era bastante la diferencia – de verdad no sé a qué te refieres hermano

 – deja el sarcasmo, me refiero a tu afán de llevarme la contraria, y tus ansias de tener novio. Por qué ahora?

– no tengo ningún afán por llevarte la contraria, y eres tú el que cree que tengo afán solo me gusta Rick nada más que eso. Si hay algo más es solo en tu cabeza

 – no juegues conmigo Ana, no soy yo tonto y sé que está pasando algo más, no sé qué es pero puedo sentirlo 

– créeme no quieres saber que sucede

 – ya deja de hablar bobería y de pensar por mí, dime de una vez que pasa Ana

 – está bien si quieres saber te voy a decir. 

– adelante– se cruzó de brazos para demostrarme que tenía toda su atención – lo que pasa Cristian es que estoy enamorada de ti y por eso nunca antes estuve con un chico, pero me di cuenta que nunca me vas a mirar así que tengo que pensar en superarte.– hablé en carretilla sin tomar siquiera aire

 – que acabas de decir?– pregunto pareciendo indignado – Ana tienes que estar loca. No encuentro otra explicación para que me digas estas cosas

 – te dije que no te iba a gustar saberlo y tu insististe

 – soy tu hermano loca 

– no eres mi hermano y nunca te he visto como tal

 – no quiero saber más de esta locura de niña malcriada

 – tú insististe yo nunca te lo hubiera dicho. Lo he guardado para mí muchos años y lo hubiera seguido haciendo

 – sabes que mejor me voy ya no quiero saber más de estupideces

 – tienes razón, es una estupidez así que por favor no te metas más en mi vida privada 

– no quiero volver a ver una escena como la de hoy 

 volver a ver una escena como la de hoy 

– si no quieres que te trate como un hombre, no te comportes como tal, los hermanos no se meten en la vida de las hermanas Cristian– 

 – ya basta Ana eres mi hermana y siempre lo serás – estás seguro de que no hay una oportunidad de que me veas diferente– me estaba humillando al preguntar esto. Pero todo estaba dicho, no tengo nada que perder.

 – por supuesto que no y como ya te dije no quiero volver a hablar del tema

Salió casi corriendo de mi habitación

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