2

Capítulo 2

Siete años era la edad que tenía cuando perdí a mis padres. De ser un niño feliz y consentido por mis padres pase a no tener nada. Pero llegaron Luci ya Adam Parker, los mejores amigos de mis padres y me llevaron con ellos, no podía hablar; no porque no quisiera, sólo se fue mi voz.

Ahí en su casa fue que la vi, la niña más bella y vital que te puedas imaginar. Creo que no le agrado porque le robé a sus padres y la entiendo por eso solo la miro. Ella no lo sabe, pero fue la causante de mi recuperación. Además, hice de mi tarea cuidarla, me convertí en su sombra hasta hoy. Doce años después, no sé en qué momento sucedió, pero me enamoré de ella, la única chica que no debo amar.

Ahora tengo una buena vida, soy un chico popular y tengo una bella novia, pero sí. Así me muero de celos cuando algún chico la mira, ahora la estoy viendo hablar con su amiga mientras espero a Laura.

Justo detrás de ella está ese tonto de Rick, siempre la está mirando como si quisiera arrancarle la ropa, me dan ganas de matarlo

– vamos cris – dice acercándose

– ¿por qué demoraste tanto Laura? – le pregunto demostrando mi mal carácter.

– estaba atrasada en mi última clase – se disculpa

– trata de que no se repita sabes que no me gusta esperar - gruño

– está bien – miro a Ana – de nuevo vigilando a tu hermana – no oculta su descontento

– no es de tu incumbencia Laura te lo he dicho mil veces

– pues busquemos a la princesa–me miró – ¿así está bien amor? – sólo asentí

Nos dirigimos a donde estaba Ana y le di una mirada asesina al tonto que sólo bajo la cabeza

– Anita ya estás lista para ir a casa? – le preguntó Laura de forma sarcástica. Odio estas escenas

– Cristian – me dijo como si no la hubiera escuchado

– dime Ana 

– ¿y desde cuando tu perra habla? – tuve que morderme la lengua para no reír, no sé cómo se le ocurren esas cosas

– óyeme bien niña– le tome el brazo a Laura

– no Laura– fue mi única advertencia. Sabe que ella es mi punto débil

– pero Cristian, tu hermana no tiene límites

– ¡vez lo que digo, si habla tú perra ¡

– ya basta Ana, sube al auto y vamos a casa – esto me estaba enojando

– gracias, Cristian, pero me voy caminando no valla a tener garrapatas – que se piensa

– por favor, Ana – ten paciencia Cristian sabes que es así. ¿Pero que hace? Me ignoro y se fue. Puto carácter el de esta chica

– sube al auto Laura

– oye no descargues tus problemas conmigo – se queja

– que subas al puto auto – grito sobresaltándola

– odio a tu hermana – no puedo soportar escuchar esto, ni ella ni nadie me va a hacer escucharlo

– ¿sabes qué? busca quien te lleve a tu casa me voy solo – rodeo el auto

– Cristian no te atrevas

– adiós, Laura

Me subí en el auto y la fui a buscar. Como el tonto que soy la perseguí hasta que entró en el metro

– tienes que detenerte Cristian esto está mal– ya llegué al límite hablando solo

Llegue a la casa como alma que lleva el diablo

– ¿y a ti que te pasa? – pregunta mi madre

– nada mamá, que no aprendo parece que nunca voy a aprender – le respondo

– pero dime qué te pasa - insiste

– Nada. Voy a estar en mi cuarto

Después de estarme martirizado como loco y de escuchar todos los reproches que Laura me dio por teléfono; con lágrimas incluidas bajé a beber agua fue lo peor que hice, ahí estaba Ana con su amiga

– y tiene los ojos azules como Cristian– espero que no sea ese tonto de Rick

– ¿quién tiene los ojos como yo? – intento parecer indiferente

– el chico que le gusta a Ana – está niña no tiene filtro en la lengua

– ¿y a Ana le gusta un chico? –pregunto tratando de parecer indiferente una vez más, pero estoy seguro de que no lo logre

– ¿no me puede gustar un chico? – respira Cristian, tienes que llamar a tu calma, me advierto

– la verdad creo que no tienes edad – muy inteligente 

– tu novia tiene mi edad Cristian – ahí está te lo mereces por no pensar

– no es lo mismo Ana – bien campeón sigue así

– si claro, ¿sabes qué? No es tu problema si me gusta un chico o me gustan veinte– respira

– Sofi, puedes dejarnos a solas por favor

– claro – se levantó y tomó sus galletas– lo siento amiga

Me agrada está niña

– ¿para qué echaste a mi amiga?

– mira Ana, no sé cuál es tu problema pero ya basta

– no sé a qué te refieres

– toda la vida he tenido mucha paciencia contigo porque sé que te robe atención de tus padres, pero creo que ya es suficiente.

– no sé por qué crees algo así, yo nunca lo pensé – llevo toda la vida sintiéndome culpable y en verdad ella no lo cree

– entonces me puedes decir que es lo que sucede contigo.

Se me quedó viendo como si me fuera a decir algo

– no quieres saberlo créeme – en realidad si quiero, pero mejor no discutir

– Ana, no puedes tratarme así ni tampoco tratar a Laura como te dé la gana

Su cara se puso muy seria

– de verdad voy a esforzarme por tratarla mejor, así que detente

– y que no se repita lo de hoy, sabes que vienes conmigo a casa

– no te pases, no eres mi papá– no creo que un papa sienta lo que siento yo

– créeme, lo sé

– ¿a qué te refieres?

– sólo bromeo Ana. No sabes apreciar una broma. – .mejor que crea que es una broma a que se quede con eso en la cabeza

Me fui para no seguir hablando es lo mejor

Así que a Ana le gusta Rick, m****a, pensé que esto se iba a demorar más. No sé cómo voy a lidiar con esto. Entre a mi cuarto y tire la puerta

– Cristian las puertas

– lo siento papa

Lo siento por muchas cosas también por enamorarme de tu hija

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo