Capítulo 7 - El Tiempo Corre Para Kalena.

-Noyerah, eso fue… impresionante.- Decía Laraine impresionada por las habilidades que había demostrado la chica.

-Ustedes también se lucieron. ¿Donde aprendieron todo eso? Es obvio que deben tener mucho tiempo practicando porque esa manera de usar las armas no la posee cualquiera.- Preguntó Noyerah.

-Por mi parte, sabes cómo son mis padres, ellos no querían que me fuera a pasar nada malo, ya que “las cosas son peligrosas allá fuera”, y me hicieron practicar defensa personal durante toda mi vida. Ahora se los agradezco bastante.- Decía Laraine.

-A mí siempre me gustó el arco y la flecha, pero nunca aprendí a usarlos con precisión. Sí tengo buena puntería, pero no sabía cómo usar un arco. Cuando vi la ballesta, supe que era para mí, practique con ella hasta volverme muy buena manejándola.- Expresó Edlyn.

-Yo aprendí con mis padres igual, querían que supiera cómo defenderme, y un cuchillo es un arma que siempre puedes llevar contigo sin que nadie se de cuenta, así que me especialice en eso.- Dijo Edmund en respuesta.

-Al parecer soy muy buena escogiendo amigos.- Dijo Noyerah como una pequeña broma mientras reía. -Bueno, lo mejor será que sigamos avanzando. Quedarnos aquí es igual de peligroso que seguir avanzando, pero necesitamos llegar a nuestro destino, y al menos ahora tenemos más armas con las cuales defendernos. Sin mencionar que ahora sabemos a dónde deberíamos ir, solo debemos descubrir donde queda esa Ciudadela de la que Jess nos habló.

Todos concordaron con Noyerah, y retomaron nuevamente su camino, llevando consigo el bolso lleno de armas que habían adquirido. Mientras eso sucedía, Yenneffer y sus amigos continuaba caminando, y hasta ahora, había podido gozar de una tranquilidad en el viaje que estaban disfrutando bastante.

-Oye Yenneffer.- Dijo Rheagon para llamar la atención de su amiga.

-¿Si?- Respondió la ya mencionada.

-No creas que no me he dado cuenta de cómo están actuando tú y Jhona.- Dijo Rheagon con una mirada pícara.

-No se de que me hablas.- Expresó Yenneffer mirando hacia otro lado.

-Oh vamos, sabes muy bien de lo que hablo. No intentes hacerte la que no sabe.

-¿Tu crees? Yo no quería darme ilusiones, porque no sabía si eran cosas mías o no.- Dijo Yenneffer con un poco de emoción.

-Melantha y yo hemos hablado, y para los dos es bastante obvio que el te gusta, y que a él también le gustas tú.

-¿De verdad creen eso? Espera, ¿Qué opina Alteryion al respecto?

-Ya lo conoces, siempre tarda un poco más que los demás para darse cuenta de las cosas.

-Que malo eres, ja, ja, ja.- Dijo Yenneffer entre carcajadas.

-¿Por qué? ¿Yo no dije nada malo?- Preguntaba Rheagon entre risas.

-Bueno, de todas maneras espero que eso sea cierto… En verdad me gusta Jhona.

-Oigan chicos ¿De qué están hablando?- Llegó Alteryion preguntando.

-De lo mismo que estaba hablando con Melantha hace un rato.- Respondió Rheagon.

-¿De la supuesta relación secreta entre Jhona y Yennrffer?- Preguntó aún confundido Alteryion.

-No, nosotros nunca dijimos que tuvieran una relación secreta. Pero de algo estoy seguro, es que a Jhona le gusta Yenneffer.- Explicó Rheagon.

-Ya me enrede todo.- Dijo Alteryion.

-En eso concuerdo con Alteryion ¿Qué es eso de una relación secreta entre Jhona y yo?- Preguntó Yenneffer confusa.

-No se preocupen, eso no es importante. Lo que importa ahora, es seguir con nuestro camino, disfrutemos que ya ha pasado un buen tiempo y no nos hemos topado con ninguna amenaza.- Dijo Rheagon mientras se adelantaba un poco.

Mientras Alteryion, Rheagon y Yenneffer conversaban, Melantha había aprovechado para poder hablar en privado con Jhona.

-Jhona, a nadie engañas. ¿Por qué intentas negarlo? ¿Acaso te da miedo ser feliz?- Le cuestionaba Melantha.

-Melantha, es ridículo lo que dices. ¿Como me va a gustar Yenneffer? Hemos sido mejores amigos desde hace años.- Explicaba Jhona.

-Jhona, tus acciones dicen más que tus palabras, estuviste dispuesto a arriesgar tu vida para salvarla.

-Lo hice porque es mi mejor amiga. ¿No lo harías tú por tu mejor amiga?

-Esta bien, puede que tengas razón en eso. Pero no logras engañarme con eso, se te nota hasta por los poros que ella te gusta.

-No es por ser grosero Melentha, pero me cansé de que digas todas esas tonterías, mejor iré a hablar con los demás que este tema ya me cansó.- Dijo Jhona adelantándose hasta donde estaban los demás para poder evitar el tema.

-¡No huyas de la verdad!- Exclamó Melantha mientras seguía a Jhona.

Volviendo al fondo de la grieta, podemos observar al grupo de Lyssa, quiénes después de haberse encontrado con la serpiente, habían perdido mucho tiempo y caminaban lo más rápido posible para compensar la distancia pérdida.

-Sigo sin entender ¿Por qué Lyssa no puede subirnos hasta arriba? ¿Acaso no entiendes que quiero ver a Melantha?- Decía Vadhir molesto.

-Vadhir, lo entiendo completamente, pero tienes que comprender que no puedo hacer eso. Imagínate que yo nos eleve y salgamos de la grieta. ¿Crees que nos vamos a encontrar con los demás?¿Que nos van a estar esperando arriba? Nos hemos atrasado, ellos tal vez también lo hayan hecho, ninguno de nosotros va por el mismo tramo, no podemos confiar en que arriba se nos haga más fácil encontrarlos, al contrario, es más seguro quedarnos aquí abajo hasta llegar al final. ¿No crees? Ya que ellos nos estarán esperando allá, o en todo caso nosotros podremos esperarlos a ellos.- Respondió Lyssa muy segura de que la mejor opción era seguir su camino en la grieta.

-Está bien, creo entiendo lo que quieres decir…

-Oye Lyssa, ¿Puedo hablar contigo un momento?- Preguntó Kalena.

-¿Por supuesto ¿Necesitas algo?- Respondió Lyssa.

-Es que, desde hace un tiempo, yo… he estado sintiendo un par de cosas por Hernaya, pero no he sabido cómo decírselo, ni siquiera sé si el siente lo mismo por mi, es muy estresante, yo…- Decía Kalena quien hablaba muy rápido.

-Kalena, calma, deja que las cosas fluyan. Aún tienes tiempo para averiguarlo. Además, yo si creo que a él también le gustas.

-¿En serio?

-Yo no creo que sea casualidad, que justamente ustedes dos hayan caído aquí, el destino es algo que llega siempre que lo necesites, no cuando lo quieras. Y se qué tiene grandes planes para ti.

-Muchas gracias, era justo lo que necesitaba oír.- Dijo Kalena quien se sentía más tranquila gracias a Lyssa.

-Ya me lo agradecerás luego, ahora sigamos adelante.

-¡Vadhir!- Llamó Hernaya.

-¿Que sucede?- Respondió Vadhir volteando.

-Sabes, últimamente me he sentido algo raro con respecto a Kalena.

-¿Raro en qué sentido?

-Creo que ella me gusta.

-Oh, entonces estás por caer en un agujero incluso más profundo que este.- Comentó Vadhir mientras reía. -Pero ya, hablando en serio. Deberías decírselo a ella, mientras más esperes, peor será para ti, no sabes en qué momento el mundo va a separarte de lo que más amas… Así que tienes que aprovechar tu tiempo.

-Gracias. Y Vadhir, no te preocupes, encontraremos a Melantha sana y salva.

-Si, eso espero.

Mientras todos caminaban esperando encontrar de una vez por todas, el tan anhelado final de la brecha, para poder encontrarse con sus otros amigos, y poder continuar con su travesía juntos. Un sonido completamente diferente a los que habían escuchado con anterioridad, los perturbo mucho. Haciendo que se detuvieran y mirarán a. Su alrededor para buscar el origen de ese macabro sonido.

-¿Escucharon eso?- Preguntó Kalena.

-¿Creen que sea alguna otra clase de bestia? Sinceramente ya estoy cansado de ellas.- Volvió a preguntar Hernaya mientras volteaba constantemente a todos lados.

-No creo que sea eso, se escuchó muy diferente a cualquier sonido producido por un ser vivo.- Respondió Hernaya.

-¿Otro terremoto tal vez?- Sugirió Lyssa.

-¿Tan corto?- Dijo Kalena.

-Existen muchas escalas diferentes de magnitudes para los terremotos.- Aclaró Hernaya.

-Sin importar lo que sea, hay que estar preparados.- Dijo Vadhir preparado para atacar.

-Veamos quien se atreve a atacarnos con mis nuevos poderes.- Dijo Lyssa.

-Bueno, a mí personalmente me encantan los retos.- Dijo una voz que se ocultaba entre la oscuridad.

Todos voltearon y se consiguieron con un hombre de piel blanca, muy pálida, cabello rizado y de color amarillo oscuro, ojos rojos como la sangre, y una franela manga corta que dejaba al descubierto casi todo su pecho, en el cual un símbolo de Dragón llamaba la atención de todos.

-¿Quien eres tú?- Preguntó Lyssa confundida.

-Mi nombre, señorita, es Danny. Y quisiera saber ¿Qué hacen ustedes aquí? Creo que éste no es su mundo.- Expresó el rubio.

-Vinimos porque tenemos asuntos que atender aquí.- Respondió Kalena.

-Ya veo, así que ustedes son amigos de la hija de Mathew, que lastima, se veían muy simpáticos.- Dijo Danny.

-¿Por qué es una lastima?- Preguntó Vadhir.

-Porque ahora tendré que matarlos a todos.- Respondió Danny de manera simple.

Danny escupió una llamarada intensa de fuego, y rápidamente Lyssa levantó un muro con capas y capas de árboles para que no pudieran atravesarlo las llamas, pero el fuego consumía la madera de los árboles, poco a poco Lyssa comenzaba a cansarse y las llamas no cesaban, por lo que Danny logró quemar todo a su paso, dejándolos expuestos.

-Pero que interesante, así que ustedes están llenos de sorpresas.- Dijo Danny con mucha intriga.

-¡¿Por que quieres matarnos solo por ser amigos de Yenneffer?!- Preguntaba Hernaya.

-Lo siento amigo. Son órdenes y debo cumplirlas.- Respondió Danny.

-¿Órdenes de quién?- Preguntó Kalena.

-Esa, es información que no puedo revelar.- Dijo Danny.

Danny nuevamente volvió a escupir fuego, pero esta vez tenía un blanco en específico, y éste, era Kalena.

-¡Kalena! ¡No!- Gritó Hernaya mientras corría lo más rápido que sus piernas le permitieron, y empujó a Kalena para que el fuego no le diera. Logrando así salvarla, pero quemando su pierna en el proceso, lo cual hizo que soltara un grito por el dolor.

-¡Hernaya! ¡Tranquilo, yo te ayudaré! ¿Cómo se te ocurre hacer algo como eso?- Preguntaba Kalena con pequeñas lágrimas saliendo de sus ojos.

Mientras Kalena intentaba llevar a Hernaya a un lugar más apartado para intentar tratar su herida, Danny estaba a punto de volver a escupir fuego hacia ella, pero Lyssa no iba a permitir que eso pasara, y sorpresivamente saco una raíz justo debajo de él, que lo cubrió por completo y lo enterró bajo tierra, para luego hacer crecer un árbol gigantesco sobre él, que empezó a apuñalarse así mismo con sus raíces y ramas.

-No dejaré… que le… le hagas daño… a mi…. Amiga.- Decía Lyssa tomando grandes bocanadas de aire entre cada oración.

Ella se encontraba muy cansada, y ya no podía seguir usando sus nuevos poderes, aún eran nuevos para ella y no sabia usarlos muy bien. El árbol se rompió en mil pedazos, y de el salió un mal herido Danny, con varias puñaladas en todo su cuerpo, chorreando sangre, mirando fijamente a Lyssa unos ojos que solo expresaban pura ira, comenzó a acercarse a ella, y a medida que caminaba, sus heridas comenzaban a cerrarse.

-Intente ser amable con ustedes. ¿Y así es como me lo pagan?- Preguntó el rubio con uno tono de molestia.

-¿Ama… Amable? .... Estás intentando… matarnos.- Respondió Lyssa quien ya no podía ni siquiera mantener en pie por lo cansada que estaba.

-Iba a hacerlo de manera rápida e indolora, porque pensé que se merecían eso solo por ser amigos de una mestiza. Pero ahora conocerán lo que es el verdadero dolor.

Vadhir le llegó por la espalda y logró darle un puñetazo en la cara a Danny que lo dejó en el suelo, y antes de que pudiera levantarse, empieza patearlo en el estómago para que se quede abajo, luego se tira encima de él y comienza a darle muchos golpes en la cara.

-No pienso dejar que me quites la oportunidad de ver a mi novio de nuevo. ¿¡Oíste cabron!?- Gritaba Vadhir mientras lo golpeaba.

Entre cada palabra que decía, había un puñetazo más. Pero cuando Danny ya parecía estar acabado, se quitó a Vadhir de encima como si de y de una mosca se tratara, arrojándolo muy lejos de él.

-Me tienen cansado todos ustedes, creen que tienen derecho de estar aquí, creen que pueden intentar matarme y salirse con la suya. Ustedes no valen nada, y se los demostraré ahora, comenzando por ti.- Dijo Danny señalando a Lyssa.

El llena sus pulmones de aire, para luego poder exhalar una gran cantidad de fuego que apunta directamente a Lyssa, quien estaba muy cansada como para siquiera poder moverse, así que ésta solo cierra los ojos para no sentir el impacto, mientras Kalena a lo lejos estaba llorando desconsoladamente por ver esa horrible escena protagonizada por su mejor amiga.

-¡Lyssa!- Grito Kalena desesperadamente.

Kalena también cerró los ojos sin esperanza alguna, incapaz de seguir viendo lo que le iba a pasar a su mejor amiga. Pero algo la sorprende, porque no escucha nada, aún cuando sabía que había calculado el tiempo correcto para cerrar los ojos en el momento justo en el que el fuego impactará a Lyssa, no se escuchaba nada, así que lentamente fue abriendo los ojos, para ver cómo todo estaba exactamente igual a cuando ella cerró los ojos, como una imagen congelada de lo que estaba pasando, y podía ver el fuego a pocos centímetros de Lyssa. Aún sin saber que estaba pasando, no lo pensó mucho y corrió hacia Lyssa, ya que veía que está tampoco podía moverse, y la movió ella misma lejos del lugar de impacto, para luego ir hasta donde estaba Danny y verlo. Podía notar que algo raro le estaba sucediendo, sus ojos se sentían diferentes, y por alguna razón, podía ver cómo la energía fluía dentro del cuerpo de Danny, como se concentraba en áreas cerca de los pulmones, y se liberaba justo en su boca en forma de fuego.

Los ojos de Kalena tenían las pupilas extremadamente grandes, ocupando casi en su totalidad todo el ojo, siendo de un color plateado, y con un pequeño aro apenas visible en el centro, y al lado de cada ojo, ahora era capaz de ver todo a su alrededor, e incluso cosas que estaban a kilómetros de ella también, había adquirido una vista de 360 grados, que podía como fluía la energía de los seres vivos. Ella se percató de que Danny tenía punto de energía en el pecho, más grande que cualquier otro, y golpeó con mucha fuerza allí, a ver qué sucedía, y justo cuando lo hizo, el tiempo volvió a correr, Danny gritó y escupió sangre, cayendo arrodillado al suelo sin tener idea de que había sucedido.

-¿Pero que coño acaba de pasar?- Preguntó Danny mientras se recuperaba.

-Creo que ya no eres tan atemorizante como antes.- Dijo Kalena soltando una pequeña risa.

Danny volvió a intentar lanzar fuego, pero antes de que pudiera hacerlo vio como Kalena ya no estaba en donde debería, y ahora se encontraba detrás de él, y le dio otro golpe en un punto concentrado de energía, inmovilizado su pierna derecha.

-¡Deja de hacer eso!-  Gritó Danny.

-¿Por qué debería? Tú intentaste matarnos.

De nuevo y sin éxito, Danny intenta exhalar fuego, pero Kalena repite lo que había hecho anteriormente y le inmoviliza esta vez ambos brazos, la pierna izquierda, y lo golpea en la tráquea.

-¿Cómo es… posible que… puedas estar en… dos lugares… completamente diferentes… en menos de… una milésima… de segundo?- Preguntó Danny, quien tenía mucha dificultad para respirar y por eso tomaba bocanadas de aire entre cada palabra que decía.

-Creo que no puedo revelar esa información. ¡Lyssa! ¿Estás lista?- Dijo Kalena dejando a Danny perplejo.

-¡Completamente!- Respondió Lyssa quien sacó raíces del suelo que atravesaron a Danny en todas las partes del cuerpo, y luego lo desmiembran, haciendo que cada de cada miembro cercenado crezca un árbol diferente.

-¿Qué te parece eso?- Dijo Kalena en tono de burla. -Esperen… ¡Hernaya! ¿Estás bien?

-Tranquila, sólo está inconsciente.- Decía Vadhir quien tenía a Hernaya en las piernas.

-Aprendí algo nuevo.- Le dijo Lyssa a Kalena.

La pierna de Hernaya estaba siendo cubierta por pequeñas hojas que desprendían una luz fluorescente, las cuales se podía ver qué poco a poco estaban reduciendo cada vez más la quemadura de Hernaya.

-Wow, eso es increíble.- Dijo Kalena sorprendida.

-Lo sé, nos ayudará mucho en el futuro.- Expresó Lyssa.

-Estoy muy contenta de que Hernaya este bien...- Dijo Kalena soltando unas pocas lágrimas de alegría.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo