Capítulo 4 - La Voluntad de Fuego de Alteryion.

Yenneffer, Rheagon, Jhona, Alteryion y Melantha se encontraban caminando hacia adelante, en busca de los demás, pero para ello, debían de llegar al final de la brecha, la cual parecía ser de un tamaño descomunal, sin importar que tanto caminaran, ni siquiera lograban avistar el final. Pero no les quedaba de otra más que seguir caminando.

-Entonces… Jhona ¿Vas a decirme cómo fuiste capaz de hacer eso que hiciste con la bestia?- Preguntó Yenneffer muy intrigada.

-Pues, es algo un poco difícil de explicar. Pero tú sabes ¿Que nosotros los humanos tenemos la capacidad de usar tan solo un 10% de nuestro cerebro? Yo soy capaz de desbloquear una capacidad cerebral mucho mayor, por ahora tengo más de una 60%, pero lo estoy desarrollando. Con esto, puedo hacer cosas que otras personas no pueden, así es como logro hacer tan buenas estrategias, sin mencionar que así fue como logré noquear a la bestia.- Explico Jhona.

-Wow, eso sí no me lo vi venir, es increíble. ¿Pero como es siquiera posible? ¿Y por qué no lo habías mencionado antes?

-Creo que tenía miedo de como pudieran reaccionar, me siento un poco como un fenómeno haciendo esas cosas, se que no algo normal…- Decía Jhona mientras mantenía la mirada fija en el suelo y se sujetaba el brazo bastante apenado.

-Jhona, nunca debes dudar de nuestra amistad. Además, lo normal está sobrevalorado. ¿Crees que alguien normal habría logrado sacarnos a todos de esa situación? Claro que no, pero tú lo hiciste, y lo único que siento por ti en este momento, es admiración.- Le dijo Yenneffer para animarlo.

-Gracias Yenni, en verdad significa mucho para mí.

Mientras que Yenneffer y Jhona hablaban tranquilamente. Rheagon y Alteryion intentaban calmar a Melantha, quien estaba muy preocupada por su novio que se encontraba en el fondo de ese abismo donde cualquier cosa podría pasarle.

-Chicos, estoy demasiado preocupada por Vadhir, se que a veces puede parecer que soy mala con él, pero realmente lo amo, y no quiero que nada malo le pase.- Decía Melantha mientras intentaba contener sus lágrimas.

-Tranquila Melantha, él está bien, tú misma lo escuchaste. Tan solo debemos llegar hasta el final de esta brecha para conseguirnos con él, ya verás que él estará sano y salvo, esperando por ti con los brazos abiertos. Preocupandote no logras nada, es mejor esperar lo mejor.- Le decía Rheagon a Melantha.

-Rheagon tiene razón ¿Quién sabe? Quizá incluso el ya esté afuera buscando por nosotros. Así como tú lo amas a el, el te ama a ti, y debe estar tratando con todas sus fuerzas para encontrarte. Si hay algo que le reconozco, es que el nunca se daría por vencido contigo.- Le afirmó Alteryion a la pelinegra.

-Gracias chicos, espero de corazón que tengan razón…- Dijo Melantha quien intentaba calmarse ella misma.

Pero Melantha no era la única que estaba preocupada. En el fondo de la grieta se encontraban Lyssa, Kalena y Hernaya, quienes estaban tratando de calmar a Vadhir, quien estaba histérico por no saber cómo se encontraba su novia.

-Ella está allá arriba Vadhir, está a salvo. Incluso si algo llega a amenazarla, está en buenas manos, sin mencionar que ella puede cuidarse sola, tú mejor que nadie debería saberlo.- Le decía Lyssa a Vadhir.

-No quiero que esté en buenas manos, quiero que esté en mis brazos. Y se que puede cuidarse sola, pero si llegara a pasarle algo y yo no estuviera presente, jamás podría perdonármelo…- Decía Vadhir muy mortificado.

-Vamos Vadhir, lamentarse no ayudará a nadie. Deberías estar más motivado a llegar hasta el final de esta brecha para poder reencontrarte con ella.- Decía Kalena en un intento por animar a Vadhir.

-Kalena tiene razón, piensa en eso. Lo más probable es que ella esté igual de preocupada por ti en este momento, y como tus amigos, nuestro deber es ayudarte a llegar con ella lo más rápido posible, para que puedan estar juntos.- Le dijo Hernaya en un tono firme.

-Creo que en eso tienen razón, gracias.- Dijo Vadhir mucho más motivado a continuar con su camino.

-Ya nos lo agradecerás después.- Le respondió Lyssa a manera de broma.

-Bien, ahora vayamos, quiero encontrar a mi novia.

Volviendo hacía arriba, en el otro lado de la brecha se encontraban Noyerah, Edmund, Laraine y Edlyn conversando, mientras continuaban su camino.

-Debemos ir hacia adelante y no distraernos con nada.- Decía Noyerah liderando al grupo.

-Pero Noyerah, allá hay un manantial. ¿No crees que deberíamos ir a buscar agua? Por si se nos acaba. A mí me parece un buen motivo para tomar un pequeño desvío.- Decía Edmund.

-Todavía tenemos suficiente agua para algunos días, y no creo que tardemos tanto en llegar hasta el final. Sin mencionar que no tenemos ni idea de si lo que cae de ese manantial es agua, si nos retrasamos más, podríamos asustar a los demás.- Decía Noyerah.

-Es mejor prevenir que lamentar, lo que dice Edmund no es mala idea. Y sólo sabremos si es agua si vamos a revisar.- Dijo Laraine apoyando a Edmund.

-Además, sería rápido, y nos ahorraría molestias a futuro.- Dijo Edlyn quien consideraba que era una muy buena idea hacer lo que Edmund decía.

-Muy bien, hagámoslo. Pero que sea rápido, y no traigan mucha, porque si lo hacen, será mucha carga para el camino.- Dijo Moteras quien terminó cediendo a la propuesta…

De vuelta con Yenneffer y su grupo, estos se encontraban mucha más adelante, como tenían bastante tiempo caminando, había recorrido mucha distancia, y en los alrededores, logran ver unas ruinas de algún lugar que ha sido destrozado, muy parecido a un templo.

-Yenneffer ¿No crees que deberíamos entrar allí? Quizá podríamos conseguir algo.- Le dijo Rheagon a Yenneffer.

-¿Algo como qué?- Preguntó dudosa.

-No estoy seguro, algo que nos ayude en nuestra travesía tal vez, habría que entrar y descubrirlo.- Contestó Rheagon.

-Lo que dices tiene sentido. Aunque, algo me dice que solo tienes curiosidad de saber lo que hay allí dentro y realmente no quiero perder tiempo.- Respondió Yenneffer centrada en continuar su camino.

-Me conoces bien, pero incluso siendo ese el caso. Lo digo en serio, se que esto es importante, y nuestra primera prioridad es llegar al final de la brecha lo más pronto posible, pero también lo es conseguir respuestas, o cosas que te ayuden a encontrar tu destino. ¿No lo crees?

-Está bien, investigaremos que hay dentro del templo, pero será solo una mirada rápida.

Yenneffer le cuenta a sus amigos lo mismo que Rheagon le había dicho, por lo que todos están de acuerdo y deciden investigar el supuesto templo. A pesar de ser unas ruinas, está lleno de diferentes cosas, en las paredes había dibujos desgatados con pintura caída, pilares de gran tamaño caídos, paredes enteras destruidas. También había muchos artefactos, como vasijas, estantes, pinturas, y muchas otras cosas, pero nada que pareciera ser de ayuda.

-¿Que se supone que estamos buscando?- Preguntó Melantha mientras levantaba un trapo del suelo y lo observaba.

-Según lo que tengo entendido, hay que buscar cualquier cosa que parezca ser relevante, algo que nos ayude o nos pueda ayudar en nuestra travesía. Ya vimos que este lugar no nos recibió con los brazos abiertos.- Dijo Alteryion mientras movía algunos escombros.

-Eso ya lo tenemos claro. Y, siendo honestos. No trajimos nada para defendernos.- Recalcó Jhona mientras caminaba con la vista en el suelo.

-Eso es porque no teníamos ni idea, de que era lo que nos esperaba cuando decidimos venir a este lugar.- Dijo Rheagon.

-Oigan chicos, vean esto.- Dijo Yenneffer a lo lejos.

Todos se percataron de que Yenneffer no estaba cerca, y fueron a ver qué es lo que ella quería que vieran. Se asombraron al ver algo con una estructura bastante parecida a la de un trono, en medio de un cuarto sucio, lleno de cajas rotas, y otras cosas sin una forma definida, lo más curioso es que había un cadáver, completamente descompuesto sentado en el supuesto trono.

-¡Wow! ¿Qué creen que haya estado haciendo para haber muerto sentado?- Preguntó con mucha curiosidad la pelinegra.

-Tal vez solo era un rey avaricioso, que en su lecho de muerte lo único que quería, era no perder su fama de Rey, y morir en su trono.- Dijo Alteryion.

-Quizá, muy herido como para llegar a otro lugar, moribundo y cansado, subió al trono para tener una muerte tranquila.- Opinó Jhona.

-Eso no importa, miren lo que hay en su pecho… O, bueno, lo que queda de su pecho.- Dijo Rheagon señalando la espada que estaba clavada en el tórax del cadáver.

-Una espada, y una muy bonita. Me gusta, iré por ella.- Dijo Alteryion con confianza.

-Ten cuidado, no sabemos nada de este lugar, no es como nuestra dimensión, así que cualquier cosa puede pasar.- Le advirtió Yenneffer.

-Tranquila, lo tendré. No podemos perder el chance de tener un arma para poder defendernos.

Alteryion fue a buscar la espada. La cual era una espada con un mango de madera, decorado con piedras brillantes de color azul, parecían ser zafiros, la espada en si tenía un color plateado realmente brillante. Él arrancó la espada del pecho esquelético del supuesto rey, todos se quedaron quietos observando a todos lados para ver si algo sucedía, pero todo parecía estar bien.

-¿Ves? ¿Qué te dije? Todo está bien.- Le dijo Alteryion a Yenneffer.

-Todo perfectamente bien, diría yo.- Dijo una voz que no pertenecía a ninguno de los presentes.

El esqueleto empezó a temblar de manera incontrolable, todos tomaron su distancia mientras veían como el esqueleto poco a poco empezaba a levantase del trono, y su mandíbula se movía mientras más palabras salían de su boca.

-Ustedes son unos irrespetuosos ¡Entran a mi hogar! ¿Y se llevan mis pertenencias? Eso no está bien, debo decirles.- Continúo diciendo el esqueleto.

-¿Quién eres tú?- Pregunto Yenneffer quien fue la única que pudo articular algunas palabras.

Para sorpresa de todos, al esqueleto le empezaron a salir músculos, tendones, nervios, venas, órganos y piel, poco a poco iba teniendo un aspecto más humanoide, incluso le salió cabello y ropa, dejando ver cómo fue él en algún momento de su estancia en el plano material.

-Soy un Astroceles. Me conocen como Carl. Ahora, la verdadera pregunta es. ¿Quienes son ustedes?- Dijo Carl, quién ahora que poseía un rostro, se notaba bastante indignado.

-¿Eres un Astroceles? ¿Conoces a Mathew?- Preguntó Yenneffer esperanzada.

-Claro que si, él se encuentra en la ciudadela ahora mismo. No me digas que… ¿Tú eres su hija?- Preguntó Carl con desprecio.

-¿Y que si lo soy?

-No hay no una sola pizca del poder que irradiamos los Astroceles en ti. Pero eres muy parecida a tu padre.

-Vengo a ver a mi padre, yo no si siquiera se si me quiero convertir en uno.

-¿Ah no? Entonces no tienes lugar aquí.- Dijo volviendo a sentarse en su trono.

-Mi padre vive aquí, tengo todo el derecho.- Dijo Yenneffer claramente molesta.

-Márchate forastera, antes de que esto se salga de tus manos.

-¿Es una amenaza?- Dijo Yenneffer indignada.

-¿Quieres averiguarlo?- Respondió Carl amenazador.

En pocos segundos, Yenneffer agarró la espada de las manos de Alteryion para luego correr muy rápido hacia Carl, logrando atravesar su pecho con la espada, dándole justo en el corazón.

-Creo que no estás consciente de con quién te estás metiendo.- Dijo Yenneffer mientras lentamente le daba la vuelta a la espada mientras está seguía dentro de Carl para causarle más dolor.

-Podría decir lo mismo.- Le dijo Carl para luego escupirle sangre en la cara a Yenneffer. -Muy valiente, y debo admitir que tienes una buena técnica en combate, pero deberías ser más sabía, no es inteligente meterse con alguien más fuerte que tú.

Carl lentamente fue sacando la espada de su pecho sin ningún problema, a pesar de que Yenneffer estaba haciendo fuerza para que no lo lograra, pero este finalmente logró sacar la espada, para luego empujar muy fuerte a Yenneffer quien salió volando por los aires, chocando contra una de las paredes.

-¡Yenneffer! ¿Te encuentras bien?- Dijo Rheagon quien se apresuró a ir a donde estaba Yenneffer para ayudarla.

-Si, solo me empujó.- Dijo Yenneffer teniendo algo de dificultad para levantarse.

-¡Oh, esto me lo pagarás!- Dijo Jona molesto.

-Y eso es sólo el comienzo.- Dijo Carl.

Jhona lanzó un ataque mental a Carl, con la misma potencia que el que uso contra la bestia, pero este solo logró que Carl cayera arrodillado al suelo, agitando un poco si respiración.

-¿Pero que...? Eso no es lo que debió haber pasado, deberías haberte desmayado.- Dijo Jhona confundido y aterrorizado.

-Eso realmente no me lo vi venir. Fue un buen ataque, pero te falta poder para enfrentarme.

-Muy bien, tengo otras cosas en mi arsenal.- Dijo Jhona, quien no tenía ninguna intención de rendirse.

Jhona nuevamente empezó a atacar a Carl con diferentes técnicas de Kung-Fu, Karate y Taekwondo, le dió patadas, golpes, codazos, rodillazos e incluso cabezazos a una velocidad increíblemente rápida, sin darle tiempo a su oponente para que reaccionara.

-¿Donde aprendiste eso?- Preguntó Rheagon asombrado.

-En un libro. Ya sabes, aprendo rápido.- Dijo Jhona sin detener sus golpes.

-Increíble. ¡Vamos chicos, no nos podemos quedar atrás!- Grito Alteryion a sus amigos. 

Rheagon, Melantha y Alteryion fueron a ayudar a Jhona, y aprovechando que estaba aún aturdido por sus golpes, empezaron a golpearlo a también. Y logran golpearlo todos al mismo tiempo, dejándolo momentáneamente en el suelo.

-Y no te atrevas a levantarte.- Dijo Melantha.

-¿Realmente creyeron que iban a lograr herirme con eso?- Dijo Carl entre carcajadas.

Todos se enojaron y fueron a golpear a Carl nuevamente, pero esta vez, el detiene todos y cada uno de los golpes que intentan darle, desesperadamente, y sin ningún acierto, siguen intentando golpearlo, pero Carl termina alejando a todos con una onda expansiva, dejándolos tirados en el suelo.

-¡Amigos! Tu… ¿¡Como te atreves!?- Dijo Yenneffer caminando lentamente hacia él, con una mirada envuelta en pura irá.

-Vamos, ven por mi, dame con lo mejor que tengas.- Dijo Carl pensando que ella no podía hacer nada contra él, mientras colocaba su mejilla a manera de invitación a que lo golpeara.

Mientras Yenneffer se acercaba, sus pupilas cambiaron a un color amarillo brillante, y alrededor de ella un aura color vinotinto muy leve la rodeaba. Estaba apretando su puño con tanta fuerza, que este empezó a sangrar, al mismo tiempo, su mano se cubrió completamente por un aura de color morado oscuro.

Cuando ya estaba cerca, le dio un golpe a Carl en el estómago, a quien solo le dio tiempo de abrir los ojos a manera de impresión al sentir el fuerte golpe que acababa de recibir, en cuestión de segundos fue enviado bruscamente a una de las paredes del cuarto, la cual se agrieta y se empieza a derrumbar encima de él, mientras que Yenneffer cae al suelo por cansancio.

-¡Yenneffer! ¡Dios, eso fue increíble! ¿Como lo hiciste?- Pregunto Alteryion, quien logró detener su caída antes de que tocará el suelo.

-No tengo idea.- Dijo la chica sosteniendo su cabeza por el dolor.

-Si que lograste salvarnos, pensé que no íbamos a lograrlo.- Dijo Melantha.

Fue un susto que no quiero volver a pasar, esta vez no creo que se vuelva  a levantar. Fue algo de otro mundo.- Expresó Jhona alegre.

-Literalmente, ja, ja, ja, pero ya en serio, gracias Yenneffer, sin ti no hubiéramos salido de esta.- Le dijo Rheagon de manera sincera.

-Ya me agradecerán después. Logramos conseguir la espada, lo cual es lo más importante.- Dijo Yenneffer.

-¿¡Quien te crees tú pedazo de mierda!? ¡Un mestizo como tú no debería poder hacerme tanto daño! Ahora si sabrás lo que es el dolor.- Dijo Carl mientras salía de los escombros muy enfurecido.

 Carl va a una velocidad demasiado rápida hacia Yenneffer, ignorando por completo a todos los demás. Cuando su puño se encuentra a tan solo unos centímetros de Yenneffer, Alteryion lo detiene, y le sale un ala de fénix hecha de energía, color azul celeste y con el borde azul eléctrico, con la que golpeó fuertemente a Carl, evitando que pudiera llegar a tocar a Yenneffer, y también destruyendo lo poco que quedaba del templo. Cubriendo a sus amigos de los escombros con sus alas, que eran de un tamaño realmente grande, capaces de cubrir a todos sin ningún problema. Cuando ya todo el templo había colapsado y no había más escombros cayendo encima de ellos, Alteryion retira el ala alejando todos los escombros de sus amigos, luego dirige su mirada a Carl con pura ira.

-¡Estás muy mal si crees que voy a dejar que lastimes a alguno de mis amigos!

-¡Ahora tu también! ¿Quién carajos son ustedes?- Preguntó Carl indignado.

-En este momento, soy tu verdugo cabron.- Dijo Alteryion.

-¿Cómo estas haciendo eso?- Preguntó Melantha.

-Estoy tan sorprendido como tú, pero como nuestra prioridad es terminar con este sujeto, no dejemos que el lo sepa.- Respondió Alteryion en voz baja.

Carl hizo un gran tsunami de arena que va directamente hacia ellos, el cual Alteryion detiene con una llamarada de llamas azules, Carl hace que la arena tome forma de varios lobos y estos, intentan atacarlos, pero Alteryion se convierte en un fénix gigante y majestuoso hecho completamente de fuego azul celeste con toques de azul eléctrico, el cual con un simple aleteo crea un tifón de truenos, y relámpagos con llamas abrasadora, con lo que destruye a los lobos sin mucho esfuerzo. Carl, molesto, va a atacarlo directamente cara a cara, pero Alteryion toma su forma humana una vez más, y crea un lobo hecho de truenos, con el que ataque de frente a Carl dejándolo inmóvil por un momento, solo el tiempo suficiente para cubrir su puño en fuego con truenos alrededor y asestarle un golpe que logra mandar a Carl muy lejos.

-¿Cómo coño hacen eso? ¿Por qué pueden enfrentarse a mí? Es ilógico ¡Son simples mortales!- Decía Carl cansado.

-Eso es fácil, es porque careces de voluntad, confías mucho en tu poder físico. Pero la fuerza de voluntad, es algo que no puedes equiparar, y yo tengo una voluntad de fuego.- Dijo Alteryion.

Alteryion hizo un puño de fuego azul gigante, con el que destruyó por completo el cuerpo de Carl.

-Y nadie se mete con mis amigos.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo