Después de desayunar todos agradecieron por la comida y nadie dijo nada más acerca del cumpleaños, aunque todos estaban decepcionados nadie podía refutar, pues solo eran simples huérfanos, y no podrían darse tal lujo. Al salir del comedor todos se dispersaron, los más pequeños fueron a jugar al patio y los demás ayudaron con la limpieza a la tía Clara.

Seit y Reiton se quedaron a recoger los platos y vasos de la mesa. Terminando los quehaceres, ambos salieron del comedor.

- Reiton no te preocupes por lo de mañana, vamos anímate, te daré una sorpresa, un pequeño regalo de mi parte, le dijo Seit sonriéndole.

- No te preocupes Seit, estoy bien, no tienes que molestarte demasiado, ya hiciste demasiado por todos nosotros dándonos los 10.000 pesos que ganaron con el tío Martin con tanto esfuerzo en la capital, y como dijo la tía Clara no podemos malgastarlos dijo Reiton.

Seit cuidaba a Reiton como si de su pequeña hermana se tratara, le tenía mucho afecto, porque era una niña que lo apoyo mucho cuando el acababa de ingresar al orfanato, siempre paraba solo, triste y en ocasiones no comía. Seit solo lleva tres años y medio en el orfanato y en este pequeño periodo llego a conocer y simpatizar con los demás.

- Reiton sé que te preocupas por los demás, pero no hay problema con un asunto tan trivial como el gasto de dinero, tengo algo ahorrado asi que no digas nada más, mañana es un día especial para mi pequeña hermana, como seria eso un problema, dijo seit mientras le acariciaba la cabeza.

Reiton sabía que no podría persuadir a Seit por lo que solo pudo asentir y decir agradecidamente, entonces estaré esperándolo. Y bromeando dijo con una hermosa sonrisa, no vayas a romper tu promesa.

-Seit le respondió con firmeza, vamos no te preocupes, me conoces, sabes que no aria tal cosa.

Entonces ve, descansa un poco, yo seguiré arreglando las bicicletas de los pequeños y luego saldré a hacer las compras al mercado en tu cuenta.

Pues si es así te ayudare con el almuerzo. Dijo Reiton alejándose.

Seit termino los arreglos de las bicicletas para los pequeños después de unas horas.

Eran las 10 de la mañana por lo que se dispuso a prepararse para ir al mercado con la tía Clara.

Al llegar a la habitación, Seit toco la puerta de la tía Clara. Y dijo: tía es hora de ir al mercado para las compras de la semana.

-Clara respondió y dijo con indiferencia: “pasa Seit, ¿qué pasa con Reiton, se siente mal?, porque no vino ella”.

Al escucharla hablar de manera fría, Seit, se apresuró a explicar: “tía le eh cambiado de tarea para comprarle un pequeño regalo hoy en el mercado, para su cumpleaños de mañana, no se enoje con ella”.

“¿Qué?, aun te quedan ahorros para estar comprando regalos, te he dicho que siempre tienes que darme todo lo que tienes para que no lo pierdas, dime cuanto tienes, entrégamelos, te los guardare para que no los desperdicies, luego me lo agradecerás”. Dijo apresuradamente la tía Clara.

- Tía solo tengo 4 pesos, si usted lo ordena se los entregare ahora como desee.

- Déjalo, si es así, 4 pesos no sirven para ser ahorrados. Ten estos 120 pesos para las compras de la semana, ve, yo no te acompañare ya tienes edad para salir solo, este dinero te tiene que alcanzar para todo y si sobra algo me lo traes devuelta, ten, en esta nota está escrito todo lo que tienes que traer.

En los orfanatos, "Los adolescentes de entre 14 y 18 años pueden salir", pero eso no se aplicaba con los más pequeños, “un niño de 4 o 5 años no puede salir a comprar el pan o a la farmacia, en caso de que quisiera salir tendría que ser siempre acompañado de un adulto, pero un menor de 15, 16 o 17 sí, y lo podrá seguir haciendo sin inconveniente".

Seit utilizó la excusa de haber cambiado de tareas con Reiton para poder salir, sabía que la tía Clara lo mandaría solo.

-Está bien tía, así será. Sujetando la nota y el dinero, Seit salió de la habitación de la tía Clara. Saliendo del orfanato, lo primero que hizo Seit fue ir a un punto móvil para realizar una llamada.

..........

En la Capital Londrigons, mientras seguían las investigaciones acerca del asesinato de la familia Bleits, una figura se encontraba sentado frente al escritorio del presidente, Jeral Taylor de la tercera empresa más grande de la capital.

Jeral Taylor, dirigía Taylor Grupo como el líder de la familia Taylor. Sus negocios se centraban más en bienes raíces y ahora este personaje de mediana edad sentada frente a él, vino a hablar de diferentes proyectos y posibles cooperaciones.

- Sr White, sus estrategias para este nuevo proyecto son realmente impresionantes y a mí Jeral Taylor me gustaría tener una cooperación con usted.

- Siendo ese el caso por favor firme el contrato que le entregue y luego brindaremos por esta cooperación realizada entre ambos Sr. Taylor, dijo Martin White.

Después de revisar el contrato, sin ver ninguna anomalía, Jeral White procedió a firmar.

- Espero que nos podamos llevar bien Sr. White, ya que a partir de hoy somos socios de un gran proyecto y lo más….

Antes de que pudiera continuar hablando, el celular de Martin empezó a sonar.