Desesperada#4: ¿Mi caballero?

No lo podía creer porque estás cosas me pasan a mi Dios que hice para merecer esto me encontraba en la habitación de un hombre desconocido y me encontraba Semi-desnuda, con la sábana de la cama quise cubrirme mi desnudez a lo que el pelinegro le causó algo de gracia.

— La verdad no le encuentro nada gracioso. — espete furiosa a lo que conseguí una gran carcajada por parte de él. — ¿Dime acaso soy un maldito payaso para que te rías?

— No eres un payaso, pero no deberías actuar así, además de que me voy a sorprender si ayer lo vi todo sin necesidad de haberme acostado contigo.- Se encogió de hombros restándole importancia.

— ¿Me desnudaste? —Hablé nerviosa. — Eres un estúpido y un atrevido. — Lo golpeé mientras el buscaba algo de ropa en su armario.

— ¿Sabes qué nena? —Se dio la vuelta mientras miraba su.”Amiguito" — Deberías de estar besándome los pies u otra cosa — contestó de manera sarcástica. — Ayer casi te matan por fisgona y me vomitaste todo mi pantalón y parte de mi auto, así que en lugar de regañarme porque no me das las gracias, además podre ser un idiota pero nunca me aprovecharía de una mujer ebria, eso no es de hombre.

— ¿Yo hice todo eso?

— ¿No lo recuerdas?, ¿acaso tan borrachas estabas?

— Algo la verdad tengo vagos recuerdos, lo siento lo de tu auto y ropa. — Sonreí apenada. — Muchas gracias Sean.

—Bueno tú sabes mi nombre, pero yo no sé el tuyo.

-Soy Michelle San Román.

—Bonito nombre como la dueña. — dijo eso mientras tocaba mi cara.

—Porque no te das un baño apesta a resaca.

— No tengo mi ropa.

— Ya debe de estar seca, la mandé a lavar porque estaba asquerosa y sin más excusa ve a bañarte por favor y después baja que Marta hizo el desayuno para nosotros dos.

—Muchas gracias Sean.

— Algo más en el baño hay cepillo de dientes y otra cosa no me digas mucho mi nombre, tu voz es muy sensual.

Sin decir nada más salió de la habitación.

…….

Después de darme ese baño me sentía renovada, baje a desayunar ahí estaba el leyendo el periódico se miraba muy apuesto “que rayos acabó de decir”.  Me senté a su lado y comí la deliciosa comida que había preparado Marta no lo podía negar su casa era muy lujosa y de ahí me vinieron muchas preguntas a mi mente, ¿quién rayos era Sean? Cuando estaba desayunando sonó mi teléfono y era Edeline.

#Edeline n.n

" Michi trae tu trasero aquí a la tienda de vestido, que hoy nos tomarán la medida de los vestidos y trae a tu caballero si es que tienes besos".

Desgraciada Edeline ya me la podéis imaginar burlándose mientras escribía el mensaje, pero como me movería de aquí porque la verdad no sabía dónde demonios estaba y mi auto se quedó en el bar mi única esperanza era Sean.

— Sean discúlpame que te moleste de nuevo ¿me podrías llevar a la tienda de vestido? que se encuentra en la calle diez.

— No hay problema nena

—¿Enserio?

— Si tú me avisas a qué hora nos vamos.

—  Es dentro de veinte minutos

— No hay que perder tiempo.

No sé por qué me siento tan avergonzada, será por lo que me vio desnuda o eso, 

Qué carajo estoy pensando. Mamá va estar en la tienda y cuando me vea bajar del auto va a ver sean y va comenzar su interrogatorio , ¿Dios que hago?.

…….

Cuando llegamos a la tienda baje rápido del auto, ni siquiera le dije adiós me sentía nerviosa, cuando abrí la puerta estaba mamá, la novia ósea Edeline y sus putiamigas.

— ¿Porque vienes tan tarde Michi? — me reprendió mamá como niña de primaria.

— Me agarró tarde eso solo eso.

— ¿Y tú caballero Michi? , o que no me digas que no conseguiste — Empezó a reír como hiena juntos a su amigas.

Cuando pensé que esto nunca acabaría y se volvería algo eterno, entró Sean a la tienda y me hizo seña con la mano todas las personas que estaban a mi alrededor quedaron en shock y eso me gustó.

— Michelle dejaste tu bolso en el auto.

— Gracias Sean.

— Hola guapura que eres de mi amada Michi — dijo mamá como gata en celo y desde cuándo era su amada "Michi".

—Soy Sean Novo, un gusto.

Tanto mamá como mis tías y las putiamigas de Edeline estaba idiotizada con la belleza  del hombre que tenía en frente.

— Hola soy Edeline la hermana menor de michi me imagino que ¿tú eres su caballero?

— ¿Que soy su qué?

— Si Eddy él es mi caballero y ha venido a probarse su traje ¿verdad Sean? — Lo mire con ojos suplicantes para que me siguiera la corriente.

— Ahhh si claro, para eso estoy aquí.

Antes de irse me habló en el oído y me dijo: “después hablaremos nena”

Sin duda alguna ya había perdido la poca cordura que quedaba dentro de mí.

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