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DAIANA

JONES:

-No me mires - el asentó árabe en su forma de hablar el español no pasa desapercibido, pero por alguna razón me da curiosidad, lo dice como si hubiera sabido lo que iba a hacer antes que si quiera lo haga - eres muy hermosa Daiana - la confusión y el miedo se instalan en mi sistema cuando escucho mi nombre salir de sus labios - Ten cuidado - es lo único que dice antes de dejar de sentir su peso, confundida me levanto lo más rápido que puedo, pero lo único que logro ver es su silueta caminando lejos.

El dolor en mi brazo hace que vuelva a la realidad y veo como hay carne viva en la raspadura.

-Maldición - digo soplando la herida, la bolsa está a unos metros cerrada, tal y como me lo dio ese señor, lo que sé es que tendría suerte si los huevos sobrevivieron a esa caída, lo cual dudo, hablaré con Luci sobre esto, no quiero estar mucho tiempo en un lugar donde unos extraños ya sepan cual es mi nombre.

Entro al edificio después de la mirada preocupada de la recepcionista y subo hasta llegar a nuestro piso, golpeo la puerta al no encontrar mi tarjeta, puedo escuchar como se acercan a la puerta.

-Dai, ¿Qué haces? ¿Qué te paso?-comienza con su discurso y con sus preguntas.

-Luci, tenemos que irnos - le digo seria, ella me mira como si me haya vuelto loca.

-Recién acabamos de llegar - dice con una ceja alzada.

-Lo sé, pero vamos a Riad, he escuchado que hay muchos lugares turísticos - trato de convencerla.

-Esta bien, como digas mañana nos vamos, pero me tienes que decir que ha pasado - corre hacia el baño con sus pies descalzos y puedo ver como en sus manos trae una caja con una cruz roja en medio, lo pone en la mesa igual que yo pongo todas las compras en el mismo lugar.

-No lose, un rato estaba comprando y al otro un auto casi intento atropellarme o no sé, pero un hombre me salvo, ese hombre sabía mi nombre y me dijo que me cuidara Luci, maldita sea - estoy entrando a un colapso mental ahora mismo al no saber ni la identidad de ese sujeto.

-Tranquilízate, respira, vamos Dai, mierda respira de una buena vez -siento como da suaves golpes en mi mejilla tratando de que vuelva en si y lo logra, el aire entra en mis pulmones como si nunca lo hubieran hecho, mi respiración se controla con normalidad a unos pocos segundos de que presione el inhalador y el medicamento se disuelvan en mi sistema tranquilizándome en el proceso, siento mis mejillas ligeramente mojadas.

-Fue horrible Luci, todo fue tan rápido, pero siento que algo no anda bien, tenemos que irnos mañana mismo. Alquila un auto y conduzcamos hasta llegar a Riad.

-Si, si como digas, pero ya tranquila-dice preocupada, solo asiento para no decir más.

...

Tal y como me lo prometió ayer alquiló un auto y ahora solo estoy mirando por la ventana, las casas y edificios van quedando atrás con el paso de los segundos lo cual agradezco, pero presentía que algo malo fuera a pasar y no me gustaba esa idea, no me agrada ese sentimiento, miro instintivamente por el espejo retrovisor, todo andaba bien hasta que lo miro. Un auto negro nos seguía, mire para atrás confundida y me alarmó al percatarme que es el mismo que el de ayer.

-Luci acelera - ordeno poniéndome el cinturón de seguridad.

-¿Que pasa? - ella dirige su mirada donde yo estaba mirando hace un rato - no es nada seguro solo quiere pasar -dice doblando el timón a la derecha y dando el espacio suficiente para que el otro siga por el carril contrario y nos pase. Me tranquilizo al ver el auto pasar, estaba a unos cuantos metros de nosotras, de repente el auto empieza a disminuir la velocidad haciendo que Luci también lo haga.

El auto para en seco de pronto lo que no dio tiempo de responder bien a eso y mi amiga frena de golpe, el dolor punzante de mi cabeza al chocar con fuerza de regreso al asiento me confunde por un momento, cuando volvimos en sí, vimos que del auto bajaron cuatro tipos con armas apuntando a nuestro auto, mire a Luci quien estaba aterrada, se le notaba el miedo que ahora tiene.

-¡Daiana Jones, sal del puto auto en este momento si quieres que tu amiga viva! - grita uno de los hombres, no pude identificar su acento, pero estoy completamente segura que no son de aquí.

Me quedo helada al escuchar mi nombre ¿Por qué me buscarían a mi?, no quiero ir con ellos, ¿Qué quieren de mi? ¿Quienes son?, muchas preguntas se acumulan con el paso de segundos, pero no son respondidas.

-Tienes tres segundos princesa no quieres que lo hagamos por las malas - dice el mismo al tiempo que se quitaba su pasamontañas, sudor frío corre por mi frente al ver a ese hombre, tiene tatuajes por todo su rostro y su cabeza calva, agujeros en sus orejas y parecía que no tenia cejas.

- ... 3 - no quiero ir, no puedo.

- ...2 - miro a mi costado, Luci esta en shock y no articula ninguna palabra.

- ...1 - no puedo permitir que algo le pase, le prometí que la protegería.

Y antes que termine de contar abro la puerta del coche, no quiero que maten a Luci, no lo soportaría y esto terminaría así pase lo que pase.

-¿Quienes son?- logro pronunciar al estar fuera muerta de miedo.

-Acércate-ordena mirándome duramente.

Yo no me muevo, sigo por la capotera decidiendo en si ir o no ir.

-Traingala - dos sujetos se acercan peligrosamente y abren la puerta de Luci sacándola a rastras, la tiran en los pies del que parece ser su líder, me quedo quieta temblando con mi mano en la boca ahogando los lamentos que salen de mi boca, veo que la apunta en la cabeza con una pistola y quita el gatillo de seguridad.

-No, no, no para por favor te lo suplico, haré lo que quieras, pero no la lastimes - me acerco lentamente viendo como Luci me mira negando con la cabeza, está llorando y eso me duele porque prometí que nunca lloraría siendo mi amiga nunca mas.

-Pensándolo bien, creo que las llevaremos a ambas - dice alzando del brazo bruscamente a Luci y obligándola a caminar.

Un hombre se me acerca y me coge de los brazos para atrás yo no trato de soltarme, aunque me remuevo no me suelto, creo que otro ve como amenaza esa mínima acción y se me acerca con algo en su mano, una inyección con un liquido gris es inyectado en un descuido en mi brazo y el sueño comienza a invadir mi sistema aunque pongo resistencia, siento como me cargan de los brazos y me llevan al carro, me tiran en lo que parece ser los asientos traseros y el golpe con la puerta contraria hace que vaya perdiendo la conciencia hasta que logro escuchar como la voz gruesa solo dice dos palabras.

-Las tenemos - esas simples palabras hacen que me rinda a la inconsciencia sin rechistar, aceptando entrar a este desastre.

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