2. Un encuentro...

Entre los alfas y beta, siempre existió una jerarquía natural, basándose en el poder del mas fuerte, y entre ellos, Chelsa lo era aun mas, no solo porque su manada representaba la primer manada, también era una fiera que no podía ser domada o mucho menos manipulada, que lograba todo lo que quisiera.

Menos encontrar a su pareja destinada, por lo que pronto se casaría con un alfa que tampoco había encontrado a su pareja, Erik, era un joven de su misma edad, que no había encontrado a nadie aun, pero cuando lo hace, el el deja a Chelsa, cosa que la hace volverse salvaje e intenta matarlos a el y a su pareja Lina.

Pero podía notar que faltaba tal ves un tiempo para eso.

- Karina... Dime cuales son las tareas para hoy?

Ellas sonrieron, al fin sonaba mas a la vieja Chelsa, no podía ser demasiado obvia y la mejor solución era seguir la corriente.

-Pues hoy partiremos al norte, para poder visitar la manada Amanecer, Alfa Tyler la espera para su revancha en subir la montaña, además de que ya se acerca el festival de la luna nueva.

-Hoo ...- Ya veo, recuerdo que en el libro estaría faltando un año aun para los eventos que sucederán.- Entonces quiero que empaques lo necesario para llevarnos, no estaremos tanto allí, o eso espero.

Cuando les digo esto, termino de vestirme, sin importar que me miren, sabia que Chelsa era una mujer hermosa y de cuerpo increíble aunque delgado, su confianza era lo que mas me caía mejor de ella, pero Lina era una protagonista que adoraba, ella siempre tímida, pero cuando tenia que hacer algo por el amor de su vida, lo hacia sin dudar.

Ellos se conocen en ese festival, era donde las nuevas parejas se cruzaban, lograban fraternizar con otras manadas y al hacerlo, tenían mas posibilidades de encontrar a esa pareja tan preciada y de por vida que dicen existe en este mundo.

En mi otra vida, era joven, pero también, había logrado llegar al menos a los 23 años, ahora todo era diferente, mire acercándome a la ventana, podía notar el paisaje de ensueño que tenia en mi balcón, y si no me equivocaba, todo el perímetro, pertenecía a un bosque natural virgen que nunca fue tocado o cortado por humanos.

Algo que adoraba imaginar, pero a la vista, era muchísimo mas bello, pero un llamado a la puerta me saco de mi trance.

- Lamento interrumpir... - Era un hombre de unos años mas que yo tal ves, su pelo corto y negro con ojos verdes, logro reconocerlo, estoy casi segura de quien era.- Buenos días Alfa Chelsa... - El entra casual, mirando con cariño a Karina y termino de darme cuenta de quien se trataba, era mi Beta y amigo de la infancia.

- Yun, buen día, me alegro de verte, espero que tengan todo preparado para partir. - Agradezco a mi yo amante de los libros que recordaba casi siempre los nombres de los personajes malos o que me caían bien.

-Casi esta todo, los humanos que se dedicaran a cuidar la zona, ya están llegando.

-Perfecto, ósea que es tiempo de partir.

-Llegaremos antes del medio día.

-Quiero que me traigas los planos y mapas del norte, me gustaría familiarizarme con el lugar...- 

Chelsa tenia una habilidad impresionante como estratega, y necesitaba pensar como ella, o me descubrirían, como alfa, no solo era inteligente, también era fuerte y segura de si misma, por lo que tenia que pulir demasiado de ella para ocupar sus zapatos.

Sali de la habitación a un mundo que podría matarme al primer descuido, pero haría lo posible para sobrevivir en esta extraña segunda oportunidad.

Era una mansión de madera gigante, y mi habitación daba a uno de los pasillos principales, fui guiada por Yun, hasta llegar al salón común donde se desayunaba entre todos en la manada, algo que parecía muy alegre.

Trajeron los mapas para intentar encontrar una buena ruta de viaje, tal como había leído en Aullido de luna, el mejor camino siempre era a través del bosque, después de unas horas de conducir.

El norte era un lugar bastante mas frio, pero aun así le agradaba, contemplar los bosques de pinos y sentir el aroma húmedo en las mañanas.

Al llegar, a los paramos del bosque, la niebla era muy espesa, sabia que esta era la clase de defensa natural que tenia la manada Amanecer, el terreno era lo mejor, no muy lejos de la ciudad donde se abastecían sin ningún problema, algo muy ingenioso, no tenerla tan cerca, pero tampoco tan lejos.

Narrador:

Sin embargo, cuando cruzaba por la ciudad, noto algo singular, un vagabundo en una de las cuadras céntricas, era maltratado por unos chicos mucho mas jóvenes que ella misma, tal ves como Rita.

Su auto, no estaba en gran movimiento, ya que se habían trancado en el transito, y en su desesperación nerviosa, abrió la puerta, para levantarse, miro a su alrededor por un momento, para asegurarse de que nadie la atropellara, porque odiaba que la toquen en general.

Chelsa era conocida por su mal carácter, algo que ella misma poseía, pero trataba de cambiar eso aunque sea un poco.

-Oigan!! - Grito Chelsa corriendo, detrás de los chicos que estaban golpeándolo, ellos aterrados salieron corriendo, pero ella recordaría esos rostros sin problema.

Se acerco sin dudar, para tratar de ver si se encontraba bien, era una persona, o eso al menos creía, un mechón de cabello de un celeste muy pálido, aunque sucio, se asomo de la capucha polvorienta y llena de manchas.

Tenia solo una capa muy harapienta, pero no le importo extenderle la mano.

- Te encuentras bien? - Dijo con el corazón roto al notar lo mal tratado que se encontraba, el solo miro hacia la luz y sintió temor, pero no dijo nada, hasta que sus ojos color gris enfocaron a Chelsa, noto que su mano estaba extendida y de inmediato tomo esa mano.

Asombrada de su rápida reacción, Chelsa logro notar que el vagabundo era mucho mas atractivo de lo que aparentaba, pero no pudo apreciarlo tanto, al ver que Yun y Karina corrían hacia ella.

-Alfa Chelsa!! No puede salir del auto en movimiento, es demasiado peligroso.

-Porque siempre haces esas cosas tonta!- Grito Karina alterada y temiendo que se lastimara. - Quien es el? - Dijo apuntando con su dedo un tanto asombrada. Chelsa no era muy de acercarse a la gente desaliñada o mucho menos en ese estado tan triste.

-Lo siento Karina, el estaba siendo golpeado por unos chicos y no pude evitar venir.

-Es algo raro pero a la ves propio de ti... - Recordaba cuantas veces habían comprado esclavos o personas del personal de otras manadas, donde eran tratados de una manera horrible, pero esta ves, se trataba de una persona en grave riesgo.

Noto como el no pronunciaba palabras, algo que le llamo la atención, pero que no le dio tiempo de expresar, al estar rodeada de sus amigos.

-Yun, encárgate de que tome un baño y dale ropa limpia. Nosotras nos encargaremos de ir y saludar a Alfa Tyler.

Fue extraño, pero el vagabundo (odio llamarlo así) se altero un momento al escuchar ese nombre, aunque fue calmado por Yun, al tomar otro auto para seguir el mismo camino, hasta llegar al bosque.

Chelsa, Karin y los mas poderosos de su manada estaban detrás de ella, pero Yun se quedaba atrás junto al hombre desaliñado.

-Escucha, ahora estarás seguro...- Notaba mucho miedo en el, al acercarse a ese lugar. - Acaso tu eras de esta manada?

El asintió, con sus labios cerrados, algo que Yun entendió, pero cuando intento decir algo, solo salió un susurro ronco que no podía gesticular.

-No tienes que preocuparte, te prepararemos una habitación donde puedas acomodarte.

Siguió insistiendo en irse, y Chelsa de alguna manera, sintió su miedo, se detuvo pero la manada continuo. Hasta que noto a los dos rezagados.

Ambos se asombraron al notar su impresionante presencia, y mas cuando se acerco, podían identificar a un alfa cuando lo veían, y ella era la mas poderosa.

-Alfa Chelsa...- Para ella era extraño ser llamada así, pero no lo podía negar, seguir la corriente era parte de sobrevivir.

-Porque no avanzan? - Era difícil saber si estaba enojada o era preocupación lo que reflejaba, pero el vagabundo, se tiro sobre sus rodillas, dejándolos asombrados a los otros dos.

Se miraron y Chelsa casi en el mismo momento, se inca para estar a su altura, o al menos para buscar su mirada.

Esos ojos grises son como la luz de la luna... Pensó Chelsa asombrada por la belleza que el tenia tan oculta entre esos harapos.

-Parece que era de esta Manada...

-Ya veo... no he preguntado tu nombre... - Dijo aun mirándolo con curiosidad, había un instinto en ella que no podía evitar querer cuidarlo.

-De echo... ese es otro tema... - Chelsa lo miro ahora a Yun, esperando una respuesta. - No tiene colmillos... ni lengua... - Se quedo tanto o mas que el por ese momento, como alguien podía ser tan cruel con una persona tan indefensa y hermosa como el?

Noto como el comenzaba a llorar a mares, algo que le destruyo el corazón, pero que intentaría reparar.

-Quiero que llames a Rem, tu debes estar conmigo cuando llegue, Yun... - Ahora volvió a bajar su mirada para verlo, algo que lo asombro o asusto y Chelsa sonrió. - Lo siento, no quiero asustarte, así que te dejare a cargo de mi sobrino, es un poco tonto, pero responsable, el te cuidara y te buscare en cuanto termine de presentarme.

Toco su rostro con una caricia, y lo dejo con una sonrisa, entendía que le tuviera miedo, era la villana de esa historia, y pronto podría llegar a morir por el odio de otros alfa al convertirse en salvaje.

Su idea de encontrar a esa pareja destinada, era tan alto como la descabellada situación en la que se encontraba, al haber revivido en una mujer tan severa.

Todos los hombres de su manada le temían, era una mujer fuerte, peligrosa, pero justa, y aunque hacia las cosas bien, al volverse salvaje, nadie puede volver a una manada.

Y para sus veinticuatro años, ya era bastante tarde y mas sabiendo su destino, pero en cuanto ella se levanto, sintió como una mano inesperada tomo su muñeca.

Se asombro, no podía negarlo, al fin podía ver esos ojos grises como la noche, pero a la luz del día ... Simplemente eran hermosos y algo en ella comenzaba a revolotear.

La voz de Yun, la saco de ese pequeño trance, y mas aun cuando su amigo de la infancia tomo a Chelsa de su otra muñeca, se detuvo por un momento, al notar que estaba tomada de ambas manos, algo que le pareció muy inusual, pero luego de un momento, sonrió otra ves a ese hombre misterioso que hechizado por sus labios arqueándose, quedo echo piedra.

-Te veré mas tarde... - Dijo mirando hacia atrás, donde el se quedaría, hasta notar que alguien mas venia.

Era un chico de unos catorce años, con una sonrisa enorme al verla, y cuando noto la presencia de ese hombre se quedo un poco mudo, pero a la ves curioso.

-Hola... Soy Rem, Chelsa me dijo que cuidara de ti hasta que termine la Reunión con Alfa Tyler... Acaso lo conoces? - Noto de inmediato su silencio.- Hoo ya veo no puedes hablar, entonces vamos, así tomas un baño y también comes algo.

Sus ojos comenzaron a brillar, se notaba que no probaba ningún bocado hacia mucho tiempo, siguiéndolo a Rem sin dudar.

-Alfa Chelsa me dijo que tu eras de esta manada. - Solo asintió con su cabeza. - Sabes comunicarte de alguna manera?

Hizo un par de señas con sus manos, como su fuera un papel una de ellas, y la otra como si escribiera, Rem entendió rápido.

-Ya veo, entonces cuando lleguemos te daré algo y me contaras todo!!

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