Narración desde la perspectiva de ALEXA——————

El sonido del timbre me  despertó, tuve que levantarme y bajar las escaleras lo más rápido que podía, abrí la puerta y la cara que vi no me agradó. Este sonrió con una malicia que le que quería dar un portazo.

—¿Buenos días? ¿Qué? ¿No vas a recibir a tu vecino? —cuestionó con sarcasmos Noel.

Achiquée mis ojos y lo miré.con furia.

—¿Qué quieres? 

—Reírme vecina de usted, tenemos tantas cosas en común. No, no, no. No eres mi vecina. Eres mi vecina la JLO del vecindario  —se rio. 

—¿Y tú mujer una santa? Ella es tan como yo igual de adúltera —le recordé.

—Ju ju ju. ¿Te dolió? ¿Eh? No vengo a hablar de las infidelidades de ustedes dos. Vengo a proponerle un trato y cerramos este círculo en paz —propuso Noel.

—¿Vienes a despertarme para proponerme un trato? Eres un demonio. ¿Qué rayos es lo que quieres? —inquirí.

—Vecina usted es una mujer muy hermosa, siempre he envidiado a su esposo con respecto a usted —respondió, posó su mirada hacia mi cuerpo de arriba abajo y percibí de que le gustaba —. Me gustaría tener una relación extramatrimonial con usted. 

«Esté tipo viene a amargarme la vida también»

«Un miedo se apoderó de mí. Estoy metida en un lío y no cualquier lío. Necesito de mi amigo Jason urgentemente»

—¿Ya era todo?

—Claro espero su respuesta vecina, le doy hasta mañana para que me responda —se giró y se fue.

Cerré la puerta de un portazo. Su esposa y él también venían con sus jugadas mentales, pasé la mano derecha por mi cabello.

—Dios mío qué voy hacer —murmuré —. No puedo dejar que nadie destruya mi matrimonio.

Tomé mi móvil y le dejé un mensaje a Jason, quedamos en vernos en un café como a las 5 de la tarde. Pasé el día tensa muy tensa, estaba entre la espada y la pared. En la tarde fui al café donde acordamos Jason y yo encontrarnos. Ya él se encontraba estaba escuchando música con su auricular, lo topé para que viera que ya estaba ahí, me sonrió y se quitó los audífonos.

—Jason te necesito más que nunca —abrí los ojos.

Dio un sorbo a su café y me miró, estábamos frente a frente. Puso sus manos sobre las mías para consolarme.

—¿Qué sucede? —cuestionó .

—Problemas Jason, ni sé por donde empezar —respondí.

Miré por todos lados tratando de explicarle a Jason lo que me ha pasado, de segura dirá que soy una desvergonzada. Él siempre ha sabido todo de mí y se antepone a las infidelidades que cometo.

Jason respiró.

—Dime que pasa, detalle por detalle, cuéntame todo —pronunció.

Tragé saliva y lo miré.

—Mi vecino Noel vio a su esposa y a mí saliendo del edificio Caribbean, casualidad de la vida de que Paola y yo nos habíamos topado saliendo casi al mismo tiempo. Resulta que Paola usa la astusia con que la deje verse con su amante en mi casa porque su esposo no la deja salir del perímetro hasta contrató dos guardaespaldas para ella, ella está en cómplice con mi vecino de atrás. Noel hoy vino a mi casa con lo mismo pero con un propósito distinto también con que yo esté con él y sino hago lo que ellos me proponen le contarán a mi esposo de que lo engaño y lo peor es que hay fotos de mí saliendo de allí pero lo bueno es que no hay fotos de con quien —expresé mis sentimientos a Jason.

—Amiga estás en un tremendo problema Alexa —opinó Jason —. Te había dicho de que eso algún día podría suceder y mira que manera. De eso no va a salir nada bien creo que debiera de contarle todo a tu esposo porque sería peor que él lo descubra de otra manera.

Me eché a llorar negando con mi cabeza.

—No Jason, mi esposo me dejará, él no me perdonará nunca —me negué a aceptar lo que decía Jason.

—Es lo único que puedo decirte, tú misma te undiste en el lodo por caprichos. Teodoro te ama y te respeta pero tú no lo respetas —sentenció —. Asume las consecuencias de tus acciones linda.

Me limpié las lágrimas para no seguir llorando, no iba a dejar que nada y ni nadie destruya mi matrimonio.

—Pues que continúe el juego, no se diga más —mencioné.

Jason me miró extrañado.

—¿Qué es lo que vas hacer?

—Creo que ya sabes mi respuesta —le respondí —. Todo por mi marido.

—Pero Alexa, harás más daño y él no se lo merece —protestó Jason.

Jason continuó convenciéndome a que caiga en juegos de mis vecinos pero no podría arriesgar mi matrimonio por unos babosos como ellos, ya el daño estaba hecho y no daba marcha atrás a nada de nada.

Al siguiente día Noel se apareció a mi casa con una sonrisa burlona. Se quedó apoyándose en mi puerta mientras me observaba.

—Dígame JLO ¿nos quemamos?

—Sí — afirmé —. Y por favor, no quiero visitas desagradables a mi casa, cualquier cosa sólo tiene que escribirme y haga el último favor de retirarse tengo cosas que hacer.

—Bravo mi JLO —me lanzó un beso y cerró la puerta.

Puse el seguro y me senté en el mueble. Jason me desaprobó. En la tarde llegó Paola y por la parte de atrás entró el vecino de atrás, le asigné el cuarto de servicio para que se revuelven, en la sala llegaba la voz de Paola. Cuando miro por la ventana vi a su esposo que llegaba del trabajo y mi esposo. Mi corazón latió cómo loco. Corrí rápido a donde estaban viendo a ambos desnudos.

—Paola... Daniel... Mi esposo ya vino y Noel —les exclamé.

Ambos se compusieron rápido y yo observaba para cuando mi esposo entrara. Daniel se fue rápido mientras Paola y yo nos sentamos en la sala. Por suerte mi esposo estaba en la marquesina hablando por el móvil.

—¿Ves qué sencillo fue el momento de hoy? —indagó Paola.

—Mejor tómate un baño no vaya a ser que tu esposo perciba algo extraño en ti —le respondí.