Capítulo 4: La verdad siempre sale a la luz

–¡Me has estado viendo la cara de idiota todo este tiempo!–.

Me grito molesto Demian mientras yo negaba frenéticamente con la cabeza, las lágrimas me nublaban la visión pero aun así veía claramente el rostro enrojecido de mi novio, las venas de su cuello parecían a punto de estallar, su mandíbula estaba apretada con fuerza y sus ojos estaban rojos cargados de sangre.

–¡Eso no es verdad!–.

–¡Claro que sí!, como te has de haber reído de mi durante estos meses, yo como un idiota enamorándome de ti mientras que tú siempre planeaste largarte de regreso a Rusia con tus padres y su dinero–.

El caminaba como un león enjaulado de un lado al otro en la sala de mi departamento.

–¡Las cosas no son así!–.

Trate de hacerlo entrar en razón.

–¿Es por el jodido dinero verdad?–.

A pesar de la culpa que sentía una oleada de rabia e indignación barrió con mi corazón con esa pregunta.

–¡Claro que no!, ¡Esto no es acerca de eso!–.

–POR SU PUESTO QUE ES POR PUTO DINERO, ¿Cómo puedo darte la vida de lujos de la que estás tan acostumbrada?, ¿Solamente me viste como una maldita aventura antes de regresar a tu vida llena de cosas costosas y de prestigio verdad?, querías un poco de adrenalina antes de casarte con ese niñato millonario de mierda y llevar una vida de esposa florero ¿Eh?–.

–YO NO SABÍA QUIEN ERA ÉL, me enteré al mismo tiempo que tú acerca de ese compromiso arreglado por mis padres obviamente, y no eres una jodida aventura Demian, eres el amor de mi vida, jamás había amado a nadie como te amo a ti, ¿Por qué eres tan necio y te niegas a creerme?–.

–Porque durante casi un año me ha ocultado el hecho de que eres jodidamente millonaria y que te cuando este ciclo escolar terminara ibas a tomar un vuelo de regreso a Rusia para no volver jamás, ¿Acaso todo lo nuestro ha sido un juego para ti?, ¿Tanta vergüenza te doy como para ocultarle a tu familia que estamos en una relación?, claro, como un pobre diablo como yo que no ha nacido en una cuna de oro y con el jodido mundo a sus pies es digno de una heredera como tú ¿Es eso?–.

Su voz claramente herida hizo que se me rompiera el corazón.

–No es un juego, nada de lo que hemos vivido lo ha sido, si te oculte quien era desde el principio era para evitar justamente esto, no quería que me vieras de manera diferente–.

Digo entre sollozos.

–Sabes que, he tenido suficiente de esta mierda, estoy harto de todo este drama–.

Se da vuelta y se dirige a la puerta. Yo me limpió las lágrimas de la cara mientras me atrevo a preguntar.

–Eso que significa, ¿Qué pasa con nosotros?–.

Él se detiene con la mano en la perilla de la puerta y me voltea ver con los ojos dilatados del enojo.

–Eso significa que no hay un nosotros, es más, olvídate de que alguna vez hubo uno–.

Y sin dejarme decir nada y con el corazón hecho trizas Demian sale del departamento dando un fuerte portazo detrás de él.

Mis piernas son débiles y no soportan mi peso, caigo de rodillas mientras me pongo a llorar como una loca.

Mal, todo había salido mal, jodidamente mal.

La noche que debía ser una de las más especiales en mi vida se vuelto en un infierno.

–Ahora que vamos a hacer bebé–.

Le pregunté a mi abdomen mientras lo acariciaba.

Tenía once meses en viviendo en América, diez meses a lado del hombre más maravilloso del planeta, y hacia un mes que sospechaba que estaba embarazada.

Esta misma mañana lo había confirmado con la cita al médico, a parte de las tres pruebas de embarazo que me había hecho y en las que todas habían marcado como positivas.

Emocionada y asustada hasta la mierda había organizado una velada especial para Demian y para mí, había comprado un pequeño chaleco de cuero como el de él, y lo había puesto en una caja junto con los resultados y las pruebas, planeaba dárselo al final de la noche junto con toda la verdad acerca de quién era. También planeaba decirle que había decidido no regresar a Rusia si él aceptaba que formáramos una familia aquí. Porque no había ningún otro lado al cual quisiera estar si no era a su lado.

Todo eso se había ido al demonio cuando mientras me esperaba a que me terminara de cambiar prendió la televisión de mi sala, como mi padre pagaba todos los gastos del departamento, el cable transmitía canales Rusos, tuve la suerte del que el primer canal abierto era el de noticias, en donde anunciaban mi compromiso con uno de los hijos de los socios de papá, Demian no sabía ruso, pero entendió lo suficiente al ver mi foto junto con la del otro chico y la unión de nuestros apellidos.

Ahí fue que le conte toda la verdad, quien era y lo que representaba mi apellido, el trato que había hecho con mis padres acerca de venir a vivir a California durante un año y como yo no tenía la menor idea acerca del compromiso con el chico, claro que antes de que terminara de decirle todo, él había estallado y así habíamos empezado a discutir.

Al final no le había podido decir que iba a ser padre, y viendo que tan enojado estaba, tenía miedo de nunca tener la oportunidad de decírselo.

Mis manos temblorosas buscaron mi celular en la mesa de centro, mientras mis lágrimas manchaban la pantalla, busque entre mis contactos el nombre de mi mejor amiga y no dude en marcarle para suplicar por su ayuda.

–No sé quién jodidos eres, pero espero que tengas un buen motivo como para marcarme a estas malditas horas de la noche en semana de exámenes–.

La voz ronca de Cara me indicaba que estaba en el quinto sueño, en otro momento me hubiera reído por sus ocurrencias pero ahora no era el momento.

–Necesito tu ayuda–.

Le digo con mi voz rota por el llanto.

Necesitaba arreglar cuanto antes el desastre que había causado.

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