Capítulo dos

Despierto y hago mi rutina mañanera como todos los días, bajo a desayunar y puedo notar como todo es un caos total: sirvientes omegas de acá para allá cargando adornos florales, mayordomos betas acarreando mesas, Noel indicando cuales son los puestos de los guerreros para la seguridad.

Lo típico en estas fiestas, termino de bajar por la escalera y todos se detienen para verme, hacen una reverencia al mismo tiempo que dicen Alpha.

Inclino la cabeza en reconocimiento y siguen con sus tareas, era una sensación agradable ser querido y respetado por mi manada, pues a pesar de ser un Alpha, tengo sangre Omega, fui elegido por mi pueblo para el puesto, no nací con él. Pero por cuestiones del destino, o de la Diosa Selene, termine liderando a mi gente, prometí protegerlos de todos nuestros enemigos y así lo hare hasta mi último aliento.

Me acerco a Noel que está terminando de dar las indicaciones.

–Buenos días–. Salude con tranquilidad.

–Buenos días–. Me respondió visiblemente estresado.

–¿Cómo van todos los preparativos?–. Pregunté mientras miraba alrededor.

–Bien, hasta ahora, con tantas manadas hemos triplicado la seguridad, la señora Bridget está supervisando la cena, pero dejo su desayuno en la mesa–.

–¿Ya desayunaste tú? –.

–Lissa me cocino algo–. Dijo y sus ojos brillaron con el nombre de su mate, irremediablemente un golpe de celos me calentó la sangre.

Me aclare la garganta para despejarlo y continuar.

–Bien, iré a desayunar después saldré a dar una vuelta por el pueblo–. Asintió, pero no me pasó desapercibido el descontento de sus ojos.

–De acuerdo, dos de mis chicos te acompañaran–.

–Como siempre–. Me crucé de brazos como niño pequeño.

–Anda, ve y desayuna pues necesitaras energía para en la noche–. El negó con la cabeza y palmeó mi hombro.

–¿Y eso?–. Pregunté con intriga.

–Algunos Alphas traerán a sus hijas en lugar de sus Lunas– Sus ojos brillaron con burla– Creo que el motivo es más que obvio–.

Dejé escapar un largo suspiro y me froté los ojos.

–Será una noche larga–.

Me asiente con la cabeza y yo me voy al comedor donde un plato de cereales con otro de fruta picada y jugo me espera.

Devoro todo sin demora y me salgo de la casa a la cochera donde mi precioso carro negro me esperaba.

Nuestra manada se ubicaba en medio del bosque en una reserva privada que tenía prohibida la entrada a cualquier persona, estaba lo bastante alejada para que solo excursionistas o cazadores furtivos trataran de acercarse de vez en cuando. Los carros o cualquier otro medio de transporte no eran necesarios dentro de nuestros límites, pero si los teníamos para cuando teníamos que ir a la civilizaciones más cercanas por provisiones.

Gire la llave encendiendo el motor y doy marcha a la ciudad, una camioneta me sigue y sé que son dos guerreros de confianza de Noel.

No sé cuántas veces vamos a tener la misma discusión acerca de lo mismo, no era necesario que me estuvieran cuidando cada vez que salía, se supone que debería ser capaz de enfrentar cualquier amenaza por mí mismo. Pero mi amigo puede ser bastante terco cuando quiere, y prefería tener a los lobos cerca de mi vista a que me acecharan desde las sombras.

Llegando a la ciudad me estaciono enfrente de una plaza comercial cualquiera.

Realmente no tenía un motivo en específico para salir, simplemente no quería estar en la mansión mientras todos se volvían locos por la fiesta, así que me la paso caminando de un lugar a otro, sin comprar nada en realidad hasta que me siento en un punto elevado que me permite ver el movimiento del lugar. Tomo mi celular conectando los audífonos y me pierdo en la música.

Enfrente de mi pasan todo tipo de personas, mujeres, hombres, familias, niños, grupos de amigas/amigos, pero, sobre todo parejas.

Pareja.

Un suspiro sale de mis labios al imaginar a mi amada mate a mi lado.

Oh Ana, no te haces una idea de cuánto te extraño.

Eras mi Mate.

Mi Luna.

Mi mujer.

Mi felicidad.

Mi alma.

Mi vida.

Eras mi todo.

Hace 5 años que no estas a mi lado y hace 5 años que sufro cada segundo por tú ausencia, mi lobo Mack aúlla la pérdida de su amada.

Nos quedaremos solos el resto de nuestras vidas Mack...

No lo creo Jason.

¿Por qué lo dices?

Ya te lo dije, es un raro presentimiento.

Ajá, ¿Y de qué trata ese "presentimiento" tuyo?

Le pregunte con incredulidad y mofa.

No te burles o no te cuento nada.

Me contesto molesto.

Ya ya tranquilo, cuéntame todo.

Solo... Creo que está será una noche que nadie nunca olvidará.

Lo haces a propósito para confundirme.

Ahora fui yo el que se quejó por la respuesta ambigua.

No, solo no estoy seguro de lo que siento.

¿Y qué es lo que sientes?

Siento a nuestra Luna cerca.

El aire se me atoro en los pulmones y mi mente tardo unos momentos en procesar lo que dijo.

¿Qué?

Lo siento no te puedo decir más Jason, prepárate para esta noche.

Espera, ¿A qué te refieres con...

Y antes de que pueda terminar de preguntar mi lobo cierra la conexión dejándome con la duda acerca del significado de sus palabras.

Uno de los guerreros se me acerca y lo reconozco como uno de los hombres que mando Noel conmigo para vigilarme.

–Alpha, el Beta nos informa de que ya debe regresar a la casa–. Me dice con tono respetuoso mientras inclina la cabeza.

–De acuerdo–. Asiento y él se vuelve a inclinar antes de regresar de donde vino.

Un último suspiro sale de mis labios antes de pararme y hacer mi camino de vuelta a mi carro y posteriormente dirigirme a la manada. Me sorprende ver que ya está atardeciendo y que estuve sentado entre los humanos más tiempo de lo que creí.

Manejo a toda velocidad esperando no llegar tan tarde, con la camioneta con los demás lobos siguiéndome sin ningún esfuerzo.

No tardo mucho en llegar al territorio de la manada y después hasta la mansión que es mi hogar, cuando salgo puedo ver todo perfectamente acomodado y listo para la reunión con los Alphas. En el jardín hay una gran carpa puesta con muchas mesas y sillas, las decoraciones son color oro en honor a mi manada.

Nuestro nombre Golden Moon había sido elegido por nuestros ancestros debido a que todos sus habitantes, incluyéndome, tienen un rasgo rubio/oro en sus personas. Algunos lo tenían en el color pelo, otros en los ojos, ya sea en su forma humana o licántropa, tal vez en tono de la piel, entre otros.

Yo por ejemplo, tengo los ojos ámbar con motas doradas que brillan en el Sol y mi pelo es oro reluciente. Noel tiene los ojos dorados y el cabello castaño claro, su mate Lissa tiene los ojos azules y cabello al rojo vivo, ya que ella no era de esta manada originalmente, sino de la manada Red Night, la que nos sigue en poder y fuerza.

Ambos se conocieron cuando Noel y yo fuimos a su manada a negociar unos tratados con el Alpha. No pasamos más de treinta minutos en el territorio de Red Night cuando mi amigo detecto el aroma de su compañera y salió corriendo detrás de ella para reclamarla. Todo acabo bien ese día, hicimos una alianza con la manada y mi Beta regreso a casa con su mate.

Me apresure a adentrarme a mi casa y caminar a mi cuarto para darme una ducha y prepararme para recibir a los Alphas.

Elegí vestirme con un pantalón negro formal, una camisa blanca arremangada a los codos, una corbata miel y unos zapatos mocasines negros.

Me peino con las manos y ya estoy listo para la moche que me espera, no me gusta usar sacos, me hacían sentir asfixiado, jamás lo he hecho y jamás lo haré. Sali de mi cuarto para poder ir a la entrada.

Una vez abajo Noel me ve regañándome con la mirada.

–¿Qué?, no me mires así, ya estoy aquí, además no ha llegado nadie–. Le digo un poco a la defensiva.

–Se suponía que debías estar aquí hace media hora–. Su voz suena molesta.

–Tranquilízate, todo saldrá bien–. Lo abrazo por los hombros.

–Eso espero–. Susurro creyendo que no lo escucharía.

Antes de que pueda preguntarle nada, la puerta se abre por los mayordomos. El Alpha Dominic entra del brazo de una hermosa hembra que supongo es su Luna por el aroma de él que la rodea y por la marca de su cuello.

Hacemos los saludos correspondientes y ellos entran dirigiéndose a su mesa asignada.

Les explico.

En este continente somos 10 manadas las que nos dividimos el territorio para protegerlo y proporcionar refugio seguro a los cambiaformas que lo necesitan, a excepción de los rouges.

Los nombres de las manadas por orden de poder, (poder me refiero a fuerza militar, numero de población y tamaño del territorio), son:

10– Hunter Night

9– Half Blood

8– Dark Moon

7– Wolf Stone

6– MoonLight

5– Howls Power

4– Bloody Night

3– Winter Fall

2– Red Night

1–Golden Moon

Somos 5 los Alphas que no tenemos Luna todavía, pero muchos tienen amantes e hijos ilegítimos, por si no llegan a encontrarla nunca no mueran sin descendencia y que su manada quede desprotegida.

Lo cual me parece una falta de respeto a las futuras compañeras de dichos Alphas, una Luna es algo esencial y muy importante en cada manada, se merecen todo el respeto que su compañero le pueda dar.

Un Alpha puede proteger a su manada y dirigirla, pero una Luna le da poder, vida, fortaleza, equilibrio, esperanza, ellas son las que se encargan de poner todo en orden, las que llevan paz y armonía a donde vayan. Las que escuchan a la manada y les ayuda, un Alpha puede dirigir sus cuerpos, pero una Luna se conecta con cada uno de sus corazones y almas experimentando sus sentimientos aparte de los de ella misma.

Mientras más fuerte sea la Luna, más poderosa será la fuerza interna de la manada, normalmente ellas son más queridas que nosotros por obvias razones. Si el trabajo de un Alpha es pesado, el de una Luna es el doble, es por eso por lo que no se les permite combatir en caso de una batalla. Es una de las reglas inquebrantables de todas las manadas, nadie puede tocar a una Luna, ni siquiera cuando estamos en guerra.

Ellas son sagradas, pues un Alpha sin Luna, es un Alpha sin poder.

Como yo no tengo una mate para ocupar ese lugar, Lissa es la que se encarga de socializar con todo el mundo, y por eso le molesta que yo trate a las chicas de juego, ella es la que las consuela después de que les digo que no quiero nada serio con nadie.

Los Alphas siguen llegando y solos dos traen a sus mates. El resto traen a sus hijastras o hermanas que no dudan en insinuárseme sin pudor alguno.

Una vez que todos están presentes y cada quién ya está sentado en su mesa comienza el banquete. Yo no puedo evitar que se me haga agua la boca, somos reconocidos por nuestros excelentes chefs, sopa, carne, ensalada, pasta, no hay nada que no hayan preparado para esta ocasión.

Un gruñido de satisfacción sale de mis labios al empezar a comer, y no soy el único pues sonidos junto con muecas de todo tipo surgen de todas direcciones en el momento en el que los cubiertos viajan desde sus platos hasta sus bocas.

A mitad de la cena me paro y tomo mi copa golpeándola levemente para llamar la atención de mis invitados que inmediatamente dejan de lado las charlas triviales y me prestan atención.

–Buenas noches Alphas, Lunas e invitados, estamos aquí reunidos para evitar una tragedia futura. Los vampiros y los rouges son cada vez más osados y no dudan en atacar en grandes cantidades a nuestras manadas. Llevándose no solo vidas inocentes, sino también a nuestras mujeres, a nuestros cachorros, nuestros recursos, dejando devastación y dolor a su paso– Tomo una pausa para humedecer mis labios y veo el enojo junto con la decisión en el rostro de todos los lobos presentes– Así que Alphas, les pido que alcen sus copas conmigo sellando una promesa de que no permitiremos otro ataque como esos, sino que nos levantaremos como uno solo en contra de nuestros enemigos, ¡Por los lobos!–.

Rápidamente cada Alpha se para de su mesa para alzar su copa y gritar al unísono, ¡Salud! .Sonrío satisfecho conmigo mismo para después volverme a sentar y empezar una charla amena con mi Beta que esta sentado a mi derecha con Lissa, que se ve adorable en su vestido champagne que deja ver su vientre ligeramente redondeado.

La cena está llegando a su fin y a todos se les ve felices y satisfechos. Me rio de una broma que me ha hecho la Luna de la manada MoonLight, cuando un aullido suena a lo lejos.

Reconozco el sonido como un aullido de alerta.

Todos inmediatamente se detienen y no emiten ningún sonido, volteo a ver a Noel que me asiente con la cabeza antes de salir corriendo con sus hombres, el resto nos quedamos en la carpa, pero estamos alerta a cualquier indicio de una amenaza.

La voz de mi Beta me habla por el enlace.

Alpha tenemos unos invasores en el territorio, están en el Sur del bosque, por el gran prado y son un número grande.

Todo mi cuerpo se pone en tensión y mis ojos cambian a unos amarrillos.

–Rouges...–. Mascullo por lo bajo con asco y enojo.

Los demás Alphas imitan mi postura defensiva, camino afuera de la tienda con 9 de los lobos más fuertes del continente a mis espaldas, empezamos a trotar y después a correr para posteriormente transformarnos.

Mis huesos se rompen y reacomodan en un segundo dejando salir a mi lobo de 3 metros de pelaje dorado. Las mujeres se han quedado por motivos de su seguridad mientras que más guerreros de mi manada las rodean para protegerlas, cada vez corremos más rápido y aúllo hacía los guerreros que nos acompañan.

Una vez que llegamos al prado nos detenemos a la mitad de este para esperar a los invasores. En cuanto olfateamos el aroma desconocido a rouge que invade el aire empezamos a gruñir y enseñar los dientes preparándonos para defender el territorio de ser necesario.

El bosque que está al otro lado del prado reside completamente en oscuridad y la Luna en lo alto del cielo es lo único que ilumina el ambiente cuando mínimo unos 100 lobos de gran tamaño empiezan a emerger del mismo.

Ellos no se inmutan al vernos, continúan con su camino y se detienen a unos metros de dónde nos encontramos nosotros.

Sentándose en perfecto orden, después de unos momentos en que toda la manada se detiene, los lobos empiezan a golpear el suelo con sus patas mientras que otros cuantos aúllan creando una atmosfera terrorífica y tétrica.

Toda esa acción me pone nervioso haciéndome sisear y erizar mi lomo, al igual que a los lobos que me rodean. Sin embargo, doy la orden para que se mantengan en su lugar.

Esto no pinta nada bien Jason.

Me habla nervioso mi lobo por el enlace y nunca estuve más de acuerdo con él.

Lo mismo opino Mack.

Cuídate.

Lo mismo digo lobito, lo mismo digo.

En el centro, los rouges se empiezan a apartar para abrir un sendero por el cual 3 lobos entran caminando con seguridad irradiando de sus auras como si reinaran el Universo.

El primero es color rojizo y mide unos 3 metros como yo; El segundo es de color blanco puro y medirá unos 3 metros y medio. Pero el tercero y el último es un lobo de un negro tan oscuro y profundo que se podría confundir fácilmente con la misma oscuridad que lo rodea, mide al menos 4 metros y tiene un porte lleno de seguridad y confianza.

Ellos avanzan hacia nosotros, los lobos blanco y rojizo escoltando al negro.

Su manada sigue haciendo ruido hasta que una menor distancia nos separa, los rouges se detienen abruptamente, ambos grupos, tanto los tres lobos, como el resto de la manada y un silencio sepulcral nos invade.

Nunca había visto una manada de rouges tan grande, mucho menos tan organizada. Y me apuesto cualquier cosa a que nadie sabía de su existencia siquiera.

Unos ojos plateados se encuentran con los míos cuando estoy inspeccionando a nuestros invitados no deseados. Al mismo tiempo que mi mente analiza la amenaza enfrente de nosotros, un delicioso aroma a menta y tierra mojada inunda mis sentidos haciéndome jadear y volviéndome loco.

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