Leandro
Veo la retirada de Fischer y ese trasero me está volviendo loco, la he tenido de cartero, llevando papeles, haciendo fotocopias y quejándome del café, que debo decir es el mejor que he probado en mi vida, todo para tenerla lo más lejos posible de mí, es que no quiero que vea lo mal que me pone al tenerla cerca.
Mi pene solo la quiere a ella, he estado con varias mujeres en esta semana rubias, morochas, coloradas hasta una asiática que estaba infernal, pero ninguna es como esta alemana, que con solo darme una mirada me trae babeando y me pone duro al instante. Estoy más irritable de lo acostumbrado, mi familia no me tolera, mi padre fue muy claro el domingo cuando nos sentamos a tomar un trago después del almuerzo familiar en su casa.
Flashback
—Hijo ¿Por qué no buscas a la mujer que te tiene así?, —no comprendo la pregunta de mi padre. —Porque tu humor no es el mejor últimamente, ni los perros te quieren cerca. —habla mientras larga una carcajada, la cual me molesta y lo fulminó con la mirada.
—No sé de qué hablas, —me hago el desentendido. —Estoy con mucho trabajo, necesito unas vacaciones, —unas muy largas y que ella esté en mi cama día y noche. —No hay ninguna mujer de por medio. —digo, pero su sonrisa me dice que no me ha creído.
—Vamos a hacer que te creo. —giro mis ojos por su sarcasmo. —Pero te daré un consejo, —hace una corta pausa y continua hablando. —No pierdas la oportunidad, uno nunca sabe que puede pasar. —frunzo mi ceño con desconcierto.
—¿A qué te refieres? —cuestiono interesado en el tema.
—Que en el hipotético caso que exista esa mujer, alguien más puede quererla. —me da una sonrisa maliciosa.
—¿De dónde sacas esas locuras? —interrogo, la imagen de Aglaia caminando hacía nosotros me hace entender de donde saca esas ideas.
—Solo soy un viejo sabio. —se levanta de su silla yendo hasta mi hermana dándole un beso, ella me sonríe con malicia y yo estoy que la mato.
Después de eso pasamos una tarde tranquila, pero Marlene se robaba todos mis pensamientos, así que debía tomar una decisión y ya la tenía.
Fin flashback
Salgo de mis pensamientos cuando siento conversación del otro lado de la puerta, reconozco las voces al instante, levantó el teléfono para decirle a Marlene que los deje pasar, pero jamás atiende así que me levanto de mi escritorio para ir hasta ellos, cuando abro las puertas veo una escena que me enfurece el idiota de Andre coqueteando con ella, dándole un beso en su delicada mano, mientras que mi sangre hierve. Cuando reaccione le falte al respeto y me puso en su lugar, no me quedo más que pedirle por favor un café y agradecerle.
—Creo que te excediste con la belleza. —el idiota de Cecilio habla con una sonrisa en su cara.
—Pero tiene uñas la chat (gata). —se burla Andre, estos dos quieren que los asesine.
—¿A qué vinieron? —interrogo molesto con sus precedencias.
—Como dije antes a invitarte almorzar, pero veo que estás de malas —Cecilio se mofa de mí —Mejor invitamos a la belleza, ¿Qué te parece Andre? —el francés asiente con una sonrisa.
—Por mi encantado, será un honor tener a semejante mujer como compañía. —los fulminó con la mirada a estos dos idiotas por qué ella no irá con ninguno a ningún lado.
—¿Señor? —pregunta con la bandeja en la mano, le hago seña de que ingrese.
Mientras estos dos se la comen con la mirada, carraspeó para que dejen de hacerlo, pero soy ignorado completamente. Ella llega y les entrega las tazas a cada uno, me da la mía, toma la bandeja para irse, pero Cecilio la detiene, su pregunta me hace querer matarlo, aunque se lo dijo en italiano sé que ella lo entiende perfectamente, ya que habla varios idiomas y dos de ellos es el de este par de idiotas.
—¿Ti piacerebre prazare con noi bellezza? (¿Te gustaría almorzar con nosotros belleza?) —ella sonríe, que hermosa es cuando lo hace.
—Grazie signore ma ho gia un appuntamento (gracias señor, pero ya tengo una cita.) —detengo mi café a medio camino, ya que dos cosas me dejaron sin palabra la primera su forma de hablar en otro idioma, como me gustaría que gimiera mi nombre en todos los idiomas que sabe, y la segunda es que tiene una cita, pero ¿Con quién?, aprieto mi mano en puño, del cólera que tengo, pero me contengo de preguntar.
—¿Hablas italiano, belleza? —blanqueo mis ojos por el apelativo, que ya se le hizo costumbre.
—Si signore (si señor) entre otros. —responde con una orgullosa.
—¿Cuál más? —interroga Andre mientras bebe de su café.
—Alemán mi lengua materna, italiano, francés y griego. —lo dice con naturalidad.
Me ahogo con mi café, comienzo a toser y las ganas de devolver todo llegan a mí, Marlene palidece un momento, pero recobra su compostura con facilidad, ¡Maldita loca!
—¿Lo hiciste adrede? —indago mientras que bebo agua como un desesperado.
—No sé de qué habla "Señor" —encima es sarcástica al decir señor, voy a matarla.
—Sabes de lo que hablo, —la señalo con mi dedo. —El café tiene ¡SAL! —grito la última palabra, sin embargo ni se inmuta a esta mujer ¿Le corre sangre por las venas?, al parecer no.
—Disculpe señor fue un error, —su disculpa me sabe a m****a. —¿Cómo es que dice usted? —se lleva un dedo a la barbilla pensando. —A ya sé, soy torpe, me volví a confundir lo siento tanto. —su mirada desafiante me pone a mil, me encanta como es.
Y sé que no lo siente, lo hizo adrede, encima se pone sarcástica, le regalo mi mejor sonrisa, me mira con preocupación si querida preocúpate por que cuando te tenga a mi merced dejaré esa piel blanca, toda roja de las nalgadas que te daré.
Veremos quien gana όμορφη (hermosa).
☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆
Marlene Después de esa extraña sonrisa que me dedicó por la sal del café, no sé como no me despidió aún.Vine almorzar a un restaurante a dos cuadras de la empresa con Leyna, mi hermano y Gravel que vinieron a visitarnos. Cuando estoy ingresando veo a mis amigos y hermano al final del sitio, un camarero se acerca a mi encuentrome lleva hasta ellos yel primero en abrazarme es Derek, ni que hiciera siglos no me ve. —Te extrañé pequeña, me haces mucha falta. —susurra en mi oído, mientras revuelve mi cabello. —También lo hago Dereck, pero quita tus manos de mí. —le doy un manotazo para que deje mi cabello en paz. —Ya suéltala, deja algo para mí, —habla Gavrel, mientras posa sus manos en mis caderas, me mira fijamente y medaun beso cerca de laboca,me tensoen seguida, parece notarlo y me sonríe de lado. —¿Cómo estás? —inquiero soltándome disimuladamente. —Muy
LeandroDespués de que Fischer se fuera al almuerzo con "su cita", ¿Quién mierda será?, me quedé con este par de idiotas, que no los mato por la amistad que nos une.—¿Leandro quién es esa mujer? —interroga Andre curioso.—¿Por qué quieres saber? —respondo con otra pregunta, no me gusta su interés en ella.—¿Por qué es hermosa?,¿Por qué sabe varios idiomas? —se hace el gracioso al responder.—Si tú no la quieres más aquí yo encantado de llevármela a Francia. —¿Quédijo?, se volvió loco, ella esmía, ningún francés de pacotilla me la va a robar.—Andre olvídate de esa locura, ella no irá a ningún lado, —aseguro con los dientes apretados. —Tiene un contrato por t
MarleneDespués de ese fogoso encuentro entre Leandro y yo,le aclaré las cosas antes de que se sintiera obligado a ofrecerme algo, quiso explicarme, pero en ese instante su teléfono sonóy se tuvo que ir a un hotel para solucionar unos problemas, me quedé hasta las cinco de la tarde como marca mi horario y me fui a mi departamento en mi auto, ya que mi hermano me lo hizo traer desde Alemania un Mercedes Benz 300 sl, un clásico, es hermosomi bebé. Todavía recuerdo como si fuera hoy el día que me lo dieron mis padres por mis 15 años, lo había cambiado por el viaje que toda chica pide, yo quería esta joya.Llego a mi departamento que aún no decore no tuve tiempo de pedirle el contacto del diseñador a Aglaia, esta noche en la cena se lo pediré. Cuando entro no escucho sonido alguno, dejo las cosas sobre unas cajas, que no desempaque tod
Leandro —¿Señor me escucha? —siento que alguien me habla. —Si disculpa, ¿Quéme decías? —Esteban el encargado del hotel principal de Atenas, arruga su ceño y vuelve a hablar. Esa mujer tiene algo que no me deja tranquilo, nunca me paso antes, quede prendado de ella, pero no me gusta la forma en que se desentendió de lo nuestro, ¿Nuestro?, esobvio que tenemos algo o ¿No? —Le decía, que hay que hacer esas reformas urgentemente, el hotel ha crecido mucho en estos últimos años y cada vez tenemos menos espacios, y más reservas necesitaríamos agrandar. —asiento a lo que dice, ya que es verdad, en los últimos años hemos crecido tanto que he pensado llegar hasta América con la cadena de hoteles familiar, tendría que hablar con mi padre primero. —De acuerdo hablaré con Andre Moreau, para que se ocupe el mismo de la construcción —el francés siempre lo ha hecho y esta no será la excepción. —También hablaré con el diseñador, pa
MarlenePasé todo el finde semana con mis amigos y Derek, fuimos al cine, a un centro comercial hermoso, hacía tiempo no me sentía tan libre y viva, espero siga sintiéndome así, aunque no todo es color de rosa aúnrecuerdo la discusión con mi amiga porque no quería aceptar que gastara dinero en ella.Flashback—Leyna acepta, no seas orgullosa. —niega varias veces, está mujer me volverá loca con su orgullo.—No es orgullo Mar, aún no consigo trabajo, —esa situación la ha tenido mal. —Ya vivo en tu departamento tú te haces cargo de todos los gastos y encima me quieres comprar ropa, —levanta las manos al cielo. —Te amo eres mi hermana, pero nogracias. —bufo porque sé lo orgullosa que puede ser.—Primero eres mi invitada, segund
Leandro Tuve una mañana agitada, ya que tuve que llamar a Andre para que comenzara la remodelación y expansión del hotel principal, llame a Aglaia para que reformara las zonas que correspondeny se pusiera de acuerdo con mi amigo, pero para mi sorpresa me dijo que tenía poco tiempo, ya que iba a decorar la casa de una amiga, lo que me extraño, porque nadie sabe lo que estudia solo una amiga, la cual no está nunca con ella y eso quese mudaron hace poco juntas, ya que ella quería un poco de independencia y se lo entendí, por eso la interrogue,me quede asombrado de quien se trataba y lo que me contó. Flashback —Leandro buen día, ¿Sucedió algo? —pregunta entre dormida. —Omorfi, ¿Te desperté? —digo mientrastermino mi café en mi departamento. —No ya estaba por levantarme, tengo trabajo que hacer, ¿Qué necesitas? Porque no creo que me llames para darme los buenos
Marlene Ya estamos a viernes, la semana fue tranquila con mucho trabajo, Leandro me dio el lugar de secretaría que me merecía, me explicoque me tuvo de cartero porque no me quería cerca, ya que no mantiene relación alguna con sus empleadas,pero eres la excepcióna la regla omorfi (hermosa)palabras de él no mías, lo golpee por ser un idiota, ese golpe termino en un beso que nos dejó con ganas de más, pero he sabido esquivar a ese hombre, que gruñe cada vez que lo beso y no dejo que me haga el amor, prometió que este finde semana me haría suya. Nadie sabe lo que tenemos excepto Aglaia y Leyna, su hermana nos descubrió muy acaramelados en la oficina, se lo agradezco porque no creo que pudiera resistirme más a sus besosy sus caricias, que me encienden a cada momento, ami amiga no se lo tuve que decir,se dio cuenta sola, dice que se me nota en la cara, la verdad es que en esta semana Leandro ha sido muy at
LeandroVoy llegando a mi departamentodespués de un día de trabajo, tenía una sorpresa preparada para mi alemana, pero hizo planes con Aglaia, así que no me quedo más remedio que cancelarlos y pasar todo para mañana. Todavía me ronda en la cabeza la conversación de Andre y ella sobre el ruso, si el padre es un mafioso hay que tener cuidado con ese hombre, no me gustaría que Marlene quede involucrada en algo, aunqueno creo que ese tipo ponga en riesgo a sus amigos, igual hablaré con el francéspara que me cuente todo lo que sepa, salgo de mis pensamientos cuando siento mi teléfono vibrar en el bolsillo de mi saco, lo saco y mi sonrisa se ensancha al ver que es de mi mujer.MensajeLlegue sana y salva. Mañanaserétoda tuya.Espero que cumpla sus promesas señorita Fischer.