Despierto al sentir que alguien riega puros besos en mi espalda desnuda, luego siento como sus manos empiezan a recorrer mi cuerpo hasta llega a mi cintura atrayéndome a su cuerpo
- Me encanta despertarme asi contigo – me volteo y ahí veo a mi flamante marido como lo trajo dios al mundo que sexy se ve, sin querer me muerdo el labio inferior y cuando este lo ve sus ojos se oscurecen
- No hagas eso mi amor tengo que ir a trabajar y tu me haces eso – maldita sea mis hormonas me mataras, acaricio su pecho y lo miro lascivamente
- ¿Acaso no complaceras a tu esposa? – este inspira con fuerza como si se tratara de controlar
- Nena ..
- Te necesito &nda
4 meses después- Vamos amor levántate hay que ir donde la doctora a para ver a nuestro bebe – dios dante me tiene al borde de un colapso, hoy nos dicen el sexo del bebe y esta mas nervioso que yo- Te puedes calmar son las 8 am y la cita la tenemos a las 11 am- Si, pero desde que estas embarazada estas mas lenta asi que levántate ya no quiero llegar tarde – ósea me acabo de llamar lenta? Tomo la almohada que tengo y se la tiro- Idiota – me levanto de mala gana y veo como este trata de reírse- Que humor señora de giordiano- Tal vez sea porque nada que nos casamos &ndash
Dante es un idiota cuando pensaba decirme que iba a volverse socio de max, pero max no se queda atrás el también sabia y no me lo dijo que mal amigo- Pequeña – entra max caminando algo raro lo que me causa gracias ya que se porque camina asi- ¿Que pasa? – creo que este se sorprendió por como le hable pero se lo merece- Val no te enojes sabia que si te decía que el socio era tu esposo no hubieras dejado- Tal vez me hubiera enojado pero no me metería en tus decisiones max tu eres el jefe tu decides que es lo mejor solo me hubiera gustado que los dos tuvieran la confianza de decírmelo - siento ganas de llorar y justo ahora maldigo a estas hormonas de embarazada por v
DanteHan pasado 4 meses desde nuestro matrimonio, mi linda esposa ahora tenia 8 meses de embarazo ya pronto cumplirá los 9 meses para tener a nuestra bebe aquí con nosotros aunque no puedo negar que siento muchísimo miedo por lo que pueda pasar desde que cumplio los 7 meses el medico pidió que estuviera en total reposo ya que se estaba empezando a cansar mucho lo que le empezaba a faltar el aire entonces desde ahí val no se a parado de la cama, avances se molesta pero luego entiende el porque y se termina calmando. Estoy abajo desayunando y cuando termino decido subirle el desayuno a mi hermosa mujer al entrar la veo dormida abrazada a mi almohada- Cariño – beso su espalda y esta sonríe mientras abre los ojos- ¿Que huele tan rico?- El desayuno – cuando abre los ojos estos se le iluminan al ver el desayuno que le preparo nanita- Que rico – se tira a comer el desayuno lo que me produce gracias ya que desde que esta embarazada parece un barril sin fondo, pero no se lo digo porque la
-¡VALERIE! ¡LEVÁNTATE! ¡YA VAS A LLEGAR TARDE A TU ENTREVISTA DE TRABAJO! – cuando Matilda menciona la entrevista, me levanto como un rayo y veo la hora. M****a, son las 7 am y tengo la entrevista a las 8:30 am. Me meto a la ducha como un volador y en menos de 10 minutos ya estoy afuera arreglándome para la entrevista. - ¿Valerie, ya estás lista? – pregunta Matilda entrando a mi habitación, pero la verdad no estaba lista, no sabía qué ponerme – ya veo que no. -Amiga, ayúdame, no sé qué ponerme – ella se mete a mi armario y comienza a mirar mi ropa, que no es mucha, ya que no me puedo permitir comprar mucha ropa, necesitamos ahorrar para poder pagar las cosas del apartamento. -Creo que este es – saca una falda tubo negra y una blusa blanca – esto te quedará perfecto, además tienes buen cuerpo, debes lucirlo – me pasa la ropa y rápidamente me la empiezo a colocar, ya que tengo que apresurarme. -Todavía me falta peinarme y maquillarme. - Tranquila, te voy a maquillar con algo suave y
me quedo horrorizada al ver varias armas encima del escritorio del señor giordano y este al verme se le pone la cara roja -¿Qué mierdas haces aquí? - gritó colérico. -Yo... yo... es que le iba a entregar estos papeles y nadie contestaba. -¿Y por eso te da el derecho de entrar así? - comenzó a esconder las armas en un armario y luego me miró, pero hizo algo que nunca me esperé: me tomó con fuerza del brazo y me estampó contra la pared, haciendo que soltara un gemido de dolor. - Escúchame bien, señorita Jones, esto que acaba de ver no puede salir de aquí porque, de lo contrario, tendré que encargarme de usted. - Quedé completamente atónita con lo que me acaba de decir. ¿O sea que me matará si digo algo? -Tranquilo, señor, yo no diré nada, pero no me mate. - Sentí su aliento demasiado cerca de mi rostro, pero tenía demasiado miedo para mirarlo a la cara. -Más le vale, señorita Jones. Ahora, debe ese informe y lárguese de aquí. - Con manos temblorosas, le pasé el informe y luego salí
Estoy sentada en una de las sillas del avión privado de mi jefe. La verdad es que me siento bastante aburrida, ya que él está concentrado en su computadora y no me ha dirigido la palabra desde que entramos en el avión. Es un idiota, ¿cómo pudo obligarme a venir aquí? —¿En qué tanto piensas? —la voz de mi jefe me saca de mis pensamientos, haciendo que lo mire. —En nada. —Tu rostro no dice lo mismo, estabas haciendo unas caras bastante raras —¿desde cuándo me estaba observando? —Y desde cuándo usted me observa —este me dedica una sonrisa malévola. —Yo puedo mirarla todo lo que yo quiera, señorita Jones —es un hijo de puta engreído. —¿Ah, sí? No me diga, señor Giordano. Bueno, pues quédese mirando, yo iré al baño —me levanto y camino hasta el baño, pero siento la mirada de mi jefe clavada en mi espalda, lo que me pone más nerviosa de lo normal. Por fin, estamos ya en Venecia. Cuando llegamos al hotel, mi jefe pidió dos habitaciones, pero al parecer le encanta el lujo porque pidió l
Segundo día en Venecia y juro que quiero matarme. Cada día soporto menos al imbécil de Dante. Desde que llegamos, no deja de decirme que me tiene en sus manos y que puede hacer conmigo lo que se le dé la regalada gana. Lo peor es que no puedo hacer nada por miedo a que le haga algo a Matilda. Pero hay algo que no puedo negar, y es que cada vez que ese hombre está cerca de mí, siento una corriente eléctrica por todo mi cuerpo que me hace estremecer. No debería ser así, ya que yo lo odio, pero es algo inevitable. —Valerie —veo a Dante parado en la puerta con una caja grande. —¿Qué desea, señor Giordano? —Tantas cosas, señorita Jones —cuando dice eso, me mira el cuerpo de manera descarada, lo que me hace rodar los ojos. —Ya en serio, dígame qué necesita. —Esta noche tengo una gala y quiero que me acompañes —me entrega la caja y yo lo miro sin entender. —¿Qué es? —Es el vestido que te pondrás esta noche —al parecer, le llega un mensaje, entonces él lo mira y cuando lo hace, se le es
Después de estar toda la mañana acostada en la cama, como ya me siento mejor, decido meterme a la ducha y darme un baño largo. A la media hora, salgo y me coloco una falda y una blusa. Cuando voy a salir, el gorila me detiene. -No la puedo dejar salir, señorita Jones. -¿Y por qué no puedo salir? -digo seria. -Órdenes del señor Giordano -ese hijo de puta piensa dejarme aquí todo el puto día, pues bueno, vamos a ver quién gana. -Mira, perdón, ¿cuál es tu nombre? -Zeus. -Ok, mira Zeus, voy a salir quieras o no quieras, así que no me obligues a utilizar la fuerza -parece que le dio gracia mi comentario, ya que se le alcanza a levantar un poco los labios. -Lo siento, señorita, pero no puede pasar -miro hacia el techo y suelto un suspiro. -Bueno, Zeus, que consté que yo te lo advertí -este frunce el ceño y, en un rápido movimiento, le doy una patada en sus partes íntimas, haciéndolo doblar de dolor-. Te lo dije, Zeus salgo corriendo de la habitación y tomo el ascensor para irme a d