Capítulo 5 El Recorrido

La familia de Xavier se había ido de su ciudad natal en un largo viaje a una ciudad cercana para prepararse, y luego irse a la zona comercial para escapar de su país, que había puesto una recompensa por quien encontrara a Xavier. La suerte les llegó hasta la parte de escapar de la cuidad, puesto que al llegar, el carro de su tía presento fallas que les fueron imposible reparar, por lo que tenían que seguir su viaje en autobús a partir de ahora, y no esperaban que fuese tan pronto. Aunque sea ya habían logrado llegar a una parte más segura que en la que estaban.

-No puedo creer la suerte que tenemos, es increíble que se nos haya dañado tan rápido el carro.- Expresó Jasón en modo de queja.

-No seas tan pesimista Jasón, aunque sea salimos de la ciudad, y eso ya es ahorrarnos muchos problemas, ahora solo debemos comprar algo de comida y ropa para que no nos reconozcan.- Dijo Coraline mientras intentaba buscar por su teléfono donde estaba la estación de autobús más cercana.

-Si mal no recuerdo, no muy lejos de aquí debe de estar la estación de autobuses, así que no estamos tan mal.- Expresó la tía Constance quien estaba algo estresada por lo del carro.

-Creo que también muy cerca de aquí hay una tienda de ropa, podemos comprar algo rápido para cambiarnos, porque se pueden dar cuenta de quienes somos rápidamente, necesitamos un cambio de look.- Dijo la ojimiel quien estaba pensando en cómo superar lo que estaba pasando.

-Chicos por más duro que vaya a sonar esto, debemos dejar atrás nuestros celulares, no es algo que me guste hacer pero si los llevamos con nosotros pueden rastrearnos, por lo que la mejor opción es olvidarnos de ellos.- Dijo Xavier quien estaba algo cansado por el viaje, ya que no había podido dormir bien pensando en todo lo que estaba pasando.

-Ya estaba pensando en eso cuando veníamos, es lo más sensato y debemos hacerlo por más que no nos guste.- Dijo Jason con un tono de seguridad.

-¿Qué cosas no?, ahora somos fugitivos de la ley, no esperaba este tipo de cosas en mi vida.- Pensó Sabrina, quien estaba apagando su teléfono y dejándolo en el carro para que no los pudieran rastrear.

-Sé que todos debemos estar cansado, pero no nos podemos arriesgar a perder la ventaja, así que creo que lo mejor es que empecemos a movernos ya que tenemos mucho por recorrer.- Dijo Constance mientras todos asentían.

Una vez que todos apagaron sus teléfonos y los dejaron en el carro, se fueron a la tienda a comprar algo de comida y ropa. Se sorprendieron de lo diferentes que se veían luego del cambio de looks, ya que no se reconocían ni ellos mismos, pero sin decir mucho se fueron rumbo a la estación de autobuses de la cuidad para poder comprar los pasajes. Pero poco antes de llegar hasta allá se toparon con un alguien que le robo la cartera a Sabrina, cosa que molesto

muchísimo a Xavier, quien aprovechando que no había nadie cerca, prendió la vela que tenía para intentar matarlo por lo que le había hecho a Sabrina, solo que en el momento en el que prendió la vela, algo interesante pasó…

-¿Qué crees que estás haciendo?- Preguntó la muerte con un tono de confusión.

-¿Qué no es obvio?, intento usar la vela para matar al infeliz que se robó la cartera de mi amiga.- Le respondió a la muerte algo molesto porque no le estaba funcionando la técnica.

-Tan lindo, pero mira qué lindo es este caballero que quiere ayudar a su doncella, jajajajaja. Me río porque eso que estás haciendo está en contra de las reglas querido.- Expresó la muerte mientras daba unos paso hacia adelante con una risa sarcástica.

-¡¿Cómo que esta contra las reglas?! ¿Cuántas reglas hay?- Preguntó Xavier con algo de rabia.

-5 reglas de hecho, ya conocías una, pero creo que la segunda la estas conociendo ahora, no puedes usar las velas para matar a nadie. Son estrictamente para poder posponer tu muerte, no para acabar con la vida de alguien más, ya eso queda en el tiempo que le reste a esa persona.- Le respondió la muerte a Xavier mientras lo miraba fijamente.

-Bueno estoy algo molesto, pero al mismo tiempo estoy aliviado de poder saber que no pueden usar estas velas para matarme, lo justo es justo.- Expresó Xavier mientras miraba la vela.

-No te voy a cobrar el consumo de vela por esta vez, ya que no sabías de esta regla, y me gusta que las vayas averiguando poco a poco, pero no abuses,

aunque…- En eso la muerte se detiene y se pone a pensar enfrente de Xavier.

-¿Aunque…? , ¿Qué estás pensando?- Le pregunto a la muerte porque estaba preocupado de que algo fuera a pasar.

-Voy a tener un gesto de buena fe, y te voy a revelar una de las 5 reglas para usar las velas.- Expresó la muerte mientras se reía un poco por diversión de ver a Xavier preocupado.

-¿Gracias? Supongo.- Dijo Xavier algo confundido por lo que estaba pasando.

-Bueno, ya sabes que la primera regla es que nadie aparte de ti, puede usar la vela una vez que este consagrada, la segunda regla es que no puedes usar la vela para matar a nadie, la tercera regla que te voy a revelar ahora, es que no puedes usar la vela para revivir a nadie, vida que se perdió vida que se olvidó, sería un caos si todo aquel que usara las velas pudiera traer gente del más allá, sobretodo porque se pierde más de lo que se gana en esos casos, créeme.- Le dijo la muerte más como un consejo que cualquier otra cosa, a Xavier quien estaba impresionado de ver este lado de la muerte.

-Noto algo de impresión en tu cara cuando te digo estas clases de cosas, ¿A qué se debe esto?- Preguntó la muerte mientras fruncía el ceño.

-No me malinterpretes, es rara ver este lado de ti, ya que nos enseñan que la muerte es mala porque le tememos a lo que desconocemos.- Expresó Xavier a la muerte de la forma más respetuosa posible.

-Por alguna razón no me sorprende para nada tu respuesta, típico de los mortales, para que conste no soy malo, solo soy el fin de la vida, no por eso quiere decir que deseo el mal. Yo si me preocupo por las personas, pero no puedo tener favoritismos, o darle a unas personas más tiempo que a otras, debo ser neutral en todo para que haya orden.- En eso la muerte desaparece y los muchachos miran a Xavier para decirle que guarde la vela rápidamente.

-Xavier, no te preocupes, puedo recuperar lo que tenía ahí, pero ahora lo que importa es ir hasta la estación de autobuses antes de que las cosas puedan empeorar, porque ahí sí es verdad que todo será para nada.- Le dijo Sabrina intentando calmar un poco a Xavier que se le notaba la molesto.

-Hay que aprovechar que a esta hora no hay mucha gente, para irnos lo más rápido posible de aquí, antes de que llegue la hora pico y tengamos que exponernos a más riesgo aun.- Le dijo Jasón a su amigo mientras intentaba animarlo un poco.

-Tienen razón. Vamos, no hay tiempo que perder.- En eso todos van hacia la estación de autobuses…

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo