II — Voz de sirena

— Señor, ya casi llegamos al punto de encuentro — me habla mi asistente Vincent mientras estoy revisando los casos que tengo pendientes. Tengo muchos clientes bastante poderosos y no voy a negar que me traen infinidad de dinero a mi cuenta, aunque sean peligrosos.

— Bien, recuerda que debemos llegar sin ser vistos, no quiero que nadie me tomé fotografías con Jack Black, sabes que no le gusta ser visto por nadie — respondo sin dejar de mirar mi Tablet — según este caso es importante para él.

— Si señor ya hice los arreglos necesarios para su encuentro, nadie sabrá absolutamente — lo observó y solo asiento, es efectivo este hombre por eso sigue a mi lado después de todo.

— Bien, ¿Has hablado con Roux? ¿Cómo va el negocio? — pregunto bloqueando el aparato.

— Según ella bastante bien, está teniendo nuevas reclutas y el dinero llueve por los visitantes. No debe de preocuparse por ello no señor — miro a la ventana perdiéndome en el paisaje de Long Island es divertido ir a jugar un rato con los títeres de Karen, al menos siempre me tiene buena mercancía.

— Revisa cómo van las ganancias, quiero saber si me está dando buenos resultados y si mi inversión valió la pena — Vincent asiente y escribe en su Tablet.

— Señor, en cuanto al otro asunto... Aún no tenemos pistas de la señorita — mi mirada se torna fría ante la mención de esa mujer.

— No quiero saber nada, solo, encárgate de encontrarla.... — en eso el chófer frena de golpe lo que provocó que me aferrara al cinturón de seguridad... Los accidentes me traen malos recuerdos — ¡¿Pero qué mierda paso?! — pregunto alterado.

— Señor lo siento... Una chica se atravesó justo cuando cambio el semáforo — explica el conductor.

— ¡Ten más cuidado pedazo de...! — no termino mi oración cuando la chica que casi atropellamos atrae mi atención...

Mira el auto confundida y asustada, entrecierra los ojos como si quisiera ver a través del polarizado, inclina la cabeza en señal de disculpa y sigue su camino.

Sus ojos son tan... Puros y hermosos, casi parecidos a... Fijo mi mirada en ella y creo que siente que la observo, voltea buscando de dónde proviene esa mirada, pero al no hallarla solo se encoge de hombros y sigue caminando en dirección a quien sabe dónde.

— ¿Señor está bien? — pregunta Vincent, creo que lleva rato llamándome.

— Si, asegúrate de contratar mejores conductores — exclamó algo molesto, abro mi Tablet tratando de concentrarme nuevamente en mi trabajo.

— Si señor, tendré más cuidado la próxima vez — asiento y me pongo a leer los casos en lo que el auto avanza nuevamente directo a mi cita.

La mirada de esa chica se quedó impregnada en mi mente, ¿Quién será?, Me preguntó. Parece una estudiante, quizás sea una chiquilla tonta como lo era ella, cuando no me había traicionado.

Alejo esos pensamientos de mí ya que no estoy interesado en buscar una mujer como mi colega Jack, quien parece sumamente enamorado de Mariel Lamberts, no negaré que esa mujer es fuego puro, pero, no es mi gusto en absoluto. Más tarde iré al Bourlesque para relajarme un poco, por ahora solo debo concentrarme en mi trabajo.

Después de un rato llegamos al restaurante donde Jack me cito, me parece interesante que haya volado desde Pensilvania hasta Nueva York solo para hablar de negocios, según el pronto su rostro verá la luz nuevamente lo que me dejo algo sorprendido, ha sido mi cliente por muchos años y quizás podría considerarlo mi amigo.

Mi asistente me conduce por el pasillo hasta la sala privada donde será nuestra reunión, si algo tengo yo es que soy uno de los abogados más cotizados de todo el mundo, u cobro... Bastante caro podría decirse.

— Mi buen amigo Jack — lo saludo cuando entro a la sala, él ya está en la mesa al lado de su buen lacayo Steven — ¿Cómo estás?

— ¿Por qué tan alegre Vernon? ¿Encontraste a la mujer perdida? — bufo por su sarcasmo, a veces es fastidioso.

— Solo la buscaré para hacerla pagar, pero ese es mi problema Jack, no el de nadie más — me quitó el saco antes de sentarme, se lo entrego a Vincent y me dispongo a disfrutar la comida que, gracias al cielo, paga el señor Black.

— Si necesitas ayuda no dudes en decírmelo, puedo apoyarte en lo que sea — la puerta se abre y entran los camareros entrando con la comida, siempre pido lo mismo y Jack ya lo sabe.

Filete de res a la plancha con verduras y puré de papa, acompañado de un buen vino cortesía siempre de mi cliente.

— Bien Jack, no me citaste para hablar de mí. ¿En que necesitas que te represente? — le pregunto cuando los dos nos quedamos solos nuevamente ya con los alimentos servidos.

— Necesito que representes a mi futura novia en la corté, tiene a mucha gente detrás de ella y quiero que tú seas su abogado — ¿Dijo novia? Casi escupo la comida.

— ¿Mariel Lamberts es tu futura novia? — meneo mi copa buscando respuesta en sus expresiones, aunque trae una máscara sus ojos en ocasiones me dejan ver más allá.

— Si, pronto aceptará...

— ¿Quieres decir que aún no te da el sí? ¿Cómo estás tan seguro? — sonrió de lado.

— Lo hará Vernon, lo hará...— responde sin titubear.

— Bien, entonces la represento en la corté, busco pruebas de su inocencia y ¿Qué más?

— Quiero que busques pruebas contra Félix Dubois, ese hombre quiere su puesto en la NFL a como dé lugar — hago mis anotaciones a parte de las de mi asistente.

— Bien, lo tengo. Ya sabes el costo, dile que me reuniré con ella cuando decida llevar el caso.

— Por dinero no te preocupes lo sabes bien, solo encárgate de reunir las pruebas que te dije, es necesario que Mariel salga limpia de todo, ya sabes que hacer...

Asentí y el resto de la comida paso rápidamente, tenía otro caso en mis manos uno que debía llevar por mi cuenta. Tengo mi propio buffet de abogados, si no fuera mi cliente estrella se lo habría pasado a uno de ellos, pero, justamente lo tome yo por ser VIP.

La plática se alargó una tanto más de tiempo por cuestiones de organizar nuestros tiempos y las veces que yo tendría que viajar a Wisconsin para reunirme con ella y organizar todo. Me despedí de Jack pues él se fue antes que yo, me gusta comer despacio y disfrutar de cada uno de los platillos que suelen invitarme.

— Listo, es hora de irnos... — le dije a mi asistente mientras el me ayudaba a ponerme el saco nuevamente.

— ¿Iremos al Bourlesque señor? O ¿De regreso al buffet?

— Tengo que regresar a la oficina aún tengo casos pendientes por ver. No sé cuándo me llamará Jack, pero debo estar lo más libre posible — bajamos las escaleras hasta el salón principal donde se reúnen todos los comensales — dile a Carlota que ajuste mi agenda y libere un poco mi carga, los cliente de menos importancia que sean redirigidos a los mejores abogados que tenemos...

Justo cuando pasábamos por el salón principal donde tienen música en vivo una voz peculiar llamo mi atención, una que me hipnotizo por completo, podría jurar que estaba escuchando a una sirena, aquellas criaturas que hechizaban a los marineros.

Party girls don't get hurt

Can't feel anything, when will I learn

I push it down, push it down (Yeah)

See I'm the one for a good time call

Phone's blowing' up

They're ringing' my doorbell

I feel the love, feel the love

One, two, three, one, two, three, drink

One, two, three, one, two, three, drink

One, two, three, one, two, three, drink

Throw 'em back, 'til I lose count

I'm gonna swing from the chandelier, from the chandelier

I'm gonna live like tomorrow doesn't exist

Like it doesn't exist

I'm gonna fly like a bird through the night

Feel my tears as they dry

I'm gonna swing from the chandelier, from the chandelier

Me quedé estático por un instante, la luz que reflejaba el escenario no me permitía ver a la chica que cantaba, jamás había escuchado semejante voz, una que estaba seguro, tenía que saber de quién era.

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