Pablo me voltio a ver y el otro chico que al parecer mi hermana conoce voltio a ver a mi hermana Paula.
—Es Santiago —susurra mi hermana y mi oído.
—Ya me di cuenta —le susurro al oído.
Paula y yo caminamos y nos sentamos en el pupitre y todos nos estaban mirando.
Agarro mi botella de agua y tomo un sorbo, para calmar mis nervios.
Bajo la mirada para sacar mis cuadernos y aparece otro joven que se sienta atrás de mí.
Entra el catedrático, la clases empieza, y yo no deje de pensar en pablo, esos ojos azules, que me encanta, esa sonrisa, su manera de mirar, todo queda grabado en mi mente.
Giro un momento mi cuello, para mirar a Pablo, tratando de conectar con sus ojos, solo quería que el volteara a verme, para volver a sentir el latido rápido de mi corazón.
Hay algo que me detiene, es que el tiene novia, no sé si arriesgarme por él, quiero saber todo de él, y si realmente es feliz con esa chica, que se ve que solo sabe manipular y aparte que es enojada.
1 hora y media termina la clase, el catedrático pasa la pagina para que firmemos todos.
Me agacho, agarro mi bolsón, lo pongo en mi piernas, guardo mi cuaderno y mi estuche de lapiceros, y espero mi turno para firmar.
Pablo tiene la intención de acercarse a mí, no se que quiere decirme, pero él me sonríe yo le devuelvo la sonrisa y su novia interrumpe, es Evidente que la tipa esta celosa.
Por fin una de las chicas me pasa el papel para que yo pueda firmar y salir del salón.
Mientras firmaba el papel, escuche a la chica discutir con Pablo.
Mi hermana Paula firma el papel y se queda viendo a Santiago.
—¿Qué miras? —Pregunta la chica molesta.
—Nada, solo espero firmar, como todos, espero mi turno entiendes —responde Pablo serio.
—Mentiroso, deja de verla, no creas que no me doy cuenta, mal caes con eso, tu eres mío y punto —responde la chica.
—Dulce María, quieres calmarte —le responde seriamente.
—Deja de decirme que me calme, estas viendo a otra chica, cuando debería ser yo a la que cuides, eres de lo peor, me dejaste sola, como quieres que me sienta, después de lo que me hiciste —responde la chica molesta.
—Siempre quieres manipularme, Dulce maría —responde Pablo molesto.
—No es cierto, Pablo tan mala onda —le mira a los ojos, peor no hay contacto visual entre Pablo y ella.
Me levanto agarro mi mochila y le entrego el papel a Pablo, pero antes de que llegase a sus manos, Dulce María me lo quita de las manos, y yo me retiro, saliendo del salón con mi hermana.
Caminamos por el pasillo buscando nuestro salón para recibir la última clase.
5 minutos después encontramos el salón para recibir la segunda materia, estaba nerviosa, igual que mi hermana, vi que los pupitres estaban solos, y solo éramos mi hermana y yo, y tuvimos la oportunidad de elegir los de adelante y decidí sentarme, y le dije a mi hermana que se sentara a la par mía y ella me dijo que siempre estaría cerca mío.
—No hay nadie —responde mi hermana con una sonrisa.
—¿Por qué sonríes? —Pregunto levantando una ceja.
—No sé, será que nos confundimos de salón —responde mi hermana tomando un sobro de agua.
—No me estreses —le digo viendo la hora de mi celular.
—Mira que bonitas están las impresoras, se ven que son de buena calidad —responde mi hermana.
Alguien se acerca a la puerta y se nos queda viendo muy seriamente.
—¿Qué hacen ustedes aquí? —Pregunta la mujer muy seria.
—Esperamos la clase —respondo mirándole a los ojos.
—¿Son nuevas en esta Universidad? —Pregunta la mujer.
—Si —responde Paula.
—Exactamente si, somos nuevas ¿Es este el salón o no? —Pregunto con dudas.
—No, yo soy al directora este salón es el equivocado, este salón es para música, no para clases presiento que llegaran tarde a su clase —responde la mujer.
—Nos puede decir dónde queda el salón número 4 —respondo intrigada.
—Las guiare —responde la directora.
Una voz masculina hace despertar mis sentimientos.
—Yo puedo guiarlas, aun no empieza mi clase de música —responde Pablo con esos ojos azules tan hermosos.—¿Las conoces? —Pregunta la directora.—Si, las conozco —responde Pablo sonriendo.—Ok, está bien, entonces pueden guiarlas, ya que veo que se conocen —responde la directora retirándose del salón.Alguien mas se acerca, y por la cara de mi hermana, se trata nada mas de Santiago un chico ojos grises que por lo visto mi hermana quedo flechada.—Paula, hola, tambien te apuntaras a clases de música mejor dicho ¿Te inscribirse en clases de música? —Le pregunta Santiago con una gran sonrisa de oreja a oreja.—Hola Santiago, no sab&i
Pablo se acerca más a mí, mi ritmo cardiaco incrementa, mi sangre recorría mis venas sintiéndose en mis oídos.Se acerca mucho a mí, yo me quede sin entender nada, y el se acerca mas a mi boca, es evidente que él quería darme un beso, pero yo me espante, meto las manos suavemente, sintiendo sus pectorales, que por cierto eso detono una electricidad en mi cuerpo.Sabia que si mis padres entraban por esa puerta me matarían, si se enteran de que me gusta un chico.—Linda, tranquila, si yo fui quien te acogió entre mis brazos y te vine a dejar a la enfermería, mi novia no estaba, se fue enojada sin mí, y yo te busqué y decidí llevarte entre mis brazos —me dice con una voz muy dulce, sintiendo su suspiro en mi oído.
—De nada, me tengo que ir, saludos —responde despidiéndose de mis padres y retirándose del lugar.Mi tía aparece en su automóvil y nos pita, para llamar nuestra atención, no me queje de nada la verdad ¿, por que nosotros en nuestra humildad vivimos felices y unidos, el carro es sencillo, nuestra casa igual, así que lo único que me importa es mi familia.Caminamos, nos metimos al automóvil, es pequeño, así que nos fuimos algo ajustaditos, tenia tiempo de que no me arrullaran mis padres entre sus brazos, casi siempre es trabajo, trabajo y nuca hay tiempo para abrazos largos, solo cortos.Cuando llegamos a casa, nos bajamos del automóvil.Me bajé del automóvil de mi tía y le agradecí por todo, igual que mi
—Entiendo madre, no te preocupes nosotras entendemos la situación, y seremos madura madre —le respondo para suavizar un poco el ambiente.—Te ayudare en lo que sea madre —responde Paula dando un sorbo de licuado.La noche termina de caer de golpe, el reloj marca las 7 de la noche, y yo no quería irme, por que el chico que me gusta esta allí como quisiera ser ella, para poder sentir su mano, tenía que hacer algo, ese chico apuesto se ve bien con esa camisa, esos ojos azules, que derriten mi boca, solo me acuerdo cuando me dio las cerezas, que no me he comido valga la redundancia, solo quería lanzarme a él, y caer en sus brazos, sin importar mis padres.Como quisiera fingir desmayarme, pero esta vez, seria actuado, caer en sus brazos y sentir, que la vida se te va, que se esfuma entre sus dedos.<
—Ese regalo, es muy grande no se puede empacar, pero te va a derretir mujer —me responde mi hermana, señalando con su dedo la foto de Pablo, sin que mi madre se dé cuenta.—Paula, Hija, deje de decir eso como si fuera en doble sentido, después de tu hermana, sigues tu hija, para arreglarte. —responde mi madre mirándole seriamente.—Es una broma madre —responde mi hermana levantando la ceja de picar.Mi madre esta buscando unos aritos que den con mi vestido amarillo, bonito y ajustado, bueno no tanto, es respetable el vestido, me llega a la rodilla, pero levanta ese color en mí, mientras mi madre buscaba afanada, mi hermana movía sus labios repitiendo el nombre de Pablo.Definitivamente, pensé que esto es real, y que Pablo, el chico que me gus
—¿Por qué miras a Pablo con esos ojos de celos si no es tuyo aun —me susurra Valentina en mi oído?.—No, se Valentina, es que el me gusta, y no se como hacer para que darle un beso en esa boca —le susurro en su oído.—Yo si se como hacer que te bese en tu cumpleaños, sabes que este hotel tiene piscina, y yo te traje un bikini, muy chiva, para que te la pongas hoy, y tienes que hacer como que te vas a caer a la piscina, y caes al agua, y tu galán te salvara dentro de la piscina, tu te pegas un poco mas y lo besas dentro del agua —me susurra valentina en mi oído.—Buena idea, ya la grafiqué en mi mente, se que hacer —le susurro de forma traviesa.—Perfecto mujer, arriésgate, y veras, que todo saldrá mas qu
Nos metimos al agua, luego mis amigas quisieron jugar con una pelota inflable, para que jugamos en la piscina, lo bueno de Pablo es que es bien amigable, rápido se lleva con todos, es lo que más me encanta de él.Lola no tiene mucho tacto, y menos cuando se trata de una pelota inflable, resulta que ella lo tira, sabiendo que yo no estaría viendo, ya que estaba perdida en como jugaba Pablo tirando la pelota inflable.La pelota inflable, termino por caer en mi cara, no duele, pero me bajo de las nubes a la tierra, creo que Lola, quería hacer eso, para que Pablo se fijara mas en mí, para llamar la atención.Yo quería darle un escarmiento de aflicción a Lola por lo que me hizo, así que me sumerjo dentro de la piscina, y me quedo por un momento dentro de la piscina, cierro mis ojos.&
Abro mis ojos y estoy abierta a las aventuras, pongo mis pies en el piso, en el suelo helado, estiro mis brazos, mis piernas, me levanto de mi cama desenredo mi cabello con un peine, y estoy lista para una ducha.Salgo de mi habitación y veo que mi hermana sale ya toda mojada y ese milagro divino que se levantó temprano.—¿Y eso que te levantaste temprano? —Pregunto intrigada.—Hermana, quiero ver a Santiago, por el levante temprano, el es el motivo por que el suspiro —me responde mi hermana.Mi madre hace su intervención.—¿Quién es el motivo por el que suspiras hija? —Pregunta mi madre directa.——Madre, yo soy esa persona, mi hermana me está haciendo c