Capitulo 3

Mis pensamientos van directos a mi futuro esposo, es un hombre muy guapo,  aunque tiene un carácter bastante fuerte, no sé porque pero me gusta la manera en que domina las situaciones, me pongo mi pijama y sin poder evitarlo recuerdo los besos que me dió.

Por la mañana me despierta el rico aroma que sale de la cocina, Freddy esta preparando el desayuno.

—Buenos días, ayer me tope con tú amigo en ropa interior.

El suelta una carcajada.

—Ya te imagino tapándote los ojos ¿pero verdad qué está guapísimo?

—Es que aún no conoces a mi galán.

—Oye de verdad,  yo ni enterado y resulta que tienes novio y que fue a recogerte al hospital, dejo a todos impresionados y babeando literalmente, así que cuéntame ¿quién es? que me tienes en ascuas.

—Primero me alimentas y después te cuento.

—Sólo porque tengo un corazón de oro,  tú te aprovechas.

—De oro y de condominio, porque mira que hay tanto chico guapo ahí metido.

Me sirve y se sienta a mi lado.

—Sabes, creo que con este es distinto, me siento muy seguro a su lado.

Se queda pensativo por un momento.

—Bueno me alegra escuchar eso y a todo esto ¿cómo se llama?

El sonríe feliz.

—Dante Brown, si hasta el nombre tiene bello.

No puedo evitar reírme.

—No pues definitivamente te trae por la calle de la amargura.

—Bueno si, pero no me distraigas, me ibas a contar quien es tú novio, que yo que soy casi tú hermano y soy el único que no lo conozco.

—Es el hombre que conocí en el bar, estamos empezando a conocernos,  aunque no se que pase más adelante, yo aún no lo llamaría novio.

—Pues ten cuidado que lo acabas de conocer, no vayas tan de prisa.

—Mira quien habla, lo conocí el mismo día que conociste a Dante.

—Mírala que lista, ese fue un golpe bajo.

—Bueno déjame contarte, se llama Zac Ketner.

Freddy se atraganta con el café y escupe la mitad en la mesa.

—Zac Ketner ¿él dueño de la cadena hotelera Fiesta Inn?

—Ese mismo.

—Por favoor, si ese hombre es uno de los más ricos aquí en Estados Unidos.

—Si lo sé, y eso me pone muy nerviosa, como es muy conocido que vayan a pensar que estoy con él por interés.

—Pero mi reina, si tú eres la mujer menos interesada que conozco en este mundo, además eres hermosa tienes un cuerpo de infarto, por algo ese hombre se fijo en ti.

—Freddy tú me vez con ojos de amor.

—No mi corazona, yo jamás te mentiria,  incluso podría decirte que si no me gustaran los hombres más que a ti, te pediría matrimonio definitivamente.

Freddy siempre logra hacerme sentir bien, me pongo de pie y le doy un abrazo.

—Bueno, dejémonos de chismes que el trabajo nos espera, por cierto, está noche voy a dormir fuera, quieres traerte el coche para dejarte  las llaves.

—No es necesario, el chofer de Zac me va a recoger a la salida.

—Mírala pero que rápido se acostumbra una a la buena vida ¿él tambien va a ir?

—No, al parecer está  semana saldrá de viaje y no regresa hasta dentro de unos dias.

—Bueno, ya tendre tiempo para conocerlo después y quitarme la duda que tengo, aunque lo he visto en fotos, es mucho mejor darle el visto bueno en carne y hueso.

Nos preparamos para irnos al trabajo y tomamos un taxi.

El día pasa volando no hay tiempo ni de sentarme, al salir me encuentro con el chofer esperándome en la puerta del hospital.

—Buenas noches Srita. Miller ¿la llevo a su apartamento?

—Buenas noches, si por favor, sabe que he querido preguntarle algo.

El me ve por el espejo retrovisor.

—Dígame.

—¿Cómo se llama?

El sonríe.

—Me llamo Bob señorita.

—Bueno, si no le molesta prefiero llamarlo Bob, en lugar de chofer.

Por dentro de mi pienso en el gorila, pero obviamente no se lo digo, aunque pareciera que me lee la mente porque esta sonriendo.

Llegamos tan rápido que no me da tiempo ni de acomodarme en el asiento, él se baja me abre la puerta.

—¿Quiere que venga por usted mañana, para llevarla al trabajo?

—No gracias, me voy con mi amigo en su coche.

El se despide con una inclinación de cabeza y se va.

Llego al apartamento y me doy una larga ducha, estoy tan agotada que no quiero cocinar, pero tengo mucha hambre, cuando estoy buscando que prepararme suena el timbre.

Es una chica joven que me entrega un paquete de comida del hotel Fiesta Inn, al abrirlo no puedo evitar suspirar, huele delicioso, es una pasta alfredo acompañada de una ensalada con pan, fruta y un pastel de coco.

Hasta trae una botella de vino, me termino toda la comida y la botella de vino,  por lo que me siento un poquito alegre.

Me voy a dormir cuando suena mi celular.

—Mi ángel ¿qué te pareció la cena?

—Zac, estaba todo delicioso muchas gracias, el vino me encantó, me lo acabé todo.

El suelta una carcajada.

—Sabías que cuando sonríes se te marcan unos hoyitos en tus mejillas y te hacen ver mucho más  guapo y sexy.

—No, la verdad no lo sabía, me da gusto darme cuenta que te parezco guapo y sexy, creo que te mandaré una botella de vino todos los días, antes de hablar contigo.

—Pues sí es del que mandaste ahora yo estaré encantada.

—Mi ángel, te dejo que descanses y te llamo mañana, espero que el vino no te provoque una resaca.

—Pero si tome muy poco, estaba pensando en ti mientras lo tomaba.

Se escucha su sonrisa cuando me pregunta.

—¿Y qué pensabas?

—Que me gusta la manera que tienes de controlarlo todo, no sé porqué pero me haces sentir protegida.

—Es bueno saberlo, ojalá mañana no te arrepientas de todo lo que me acabas de decir.

—No creo, aunque no puedo negar que estoy muy nerviosa por la boda, y más por la noche de bodas.

—Ah si ¿y qué es lo que más te preocupa?

—Lo que más me preocupa es que va a ser mi primera vez.

—¿Qué? ¿Abigail eres virgen?

—Si, porque te sorprendes tanto, siempre he tenido miedo a hacer eso, ya sabes que.

—¿Tienes miedo a hacer el amor?

—Si, tú me impones un poco, pero también me haces sentir cosas que jamás había sentido, no puedo explicarlo.

—Mi ángel está noche ha sido muy interesante, pero quiero que descanses, mañana tienes que trabajar.

—Está bien, hasta mañana.

Estos días pasan demasiado rápido,  Zac me llama todas las noches y me dice que ya tiene todo listo para poder casarnos en unas semanas, contrató a una planeadora de bodas para que todo salga perfecto, yo estoy tan nerviosa que no sé ni que decir.

Se llega el fin de semana y hoy me toca hacer mi segunda guardia de noche, ya solo una semana y llega la chica que me va a reemplazar.

Estoy bastante ocupada con los pacientes cuando suena mi celular, es Zac.

—Mi ángel, acabo de llegar a la ciudad y queria avisarte que tendremos una pequeña fiesta en el bar del hotel.

—Hola Zac, está bien ¿a qué hora quieres qué esté ahí?

—Cuando salgas del trabajo ve y descansa un poco a tú apartamento, yo mandaré a mi chofer a recogerte, nos vemos está noche mi ángel.

Colgamos y vuelvo a concentrarme en mi trabajo.

Por la mañana estoy muy agotada,  al salir del hospital está Bob esperándome.

—Buenos días señorita ¿la llevo a su apartamento?

—Buenos días Bob, si por favor.

Voy quedándome dormida cuando llegamos a mi apartamento, Bob me abre la puerta y cuando voy a despedirme de él me entrega una bolsa de una tienda muy prestigiosa.

—Se lo manda el Sr. Ketner, para esta noche.

—Gracias.

Tomo la bolsa y subo a mi apartamento, estoy tan agotada que sólo me doy una ducha rápida y me voy directo a la cama.

Despierto con los gritos que tiene Freddy en la sala, me levanto a ver que esta pasando y él está muy entretenido sacando las cosas de la bolsa que me mando Zac.

—Mi corazona me quiero morir, esté vestido está precioso, la ropa interior esta divina, que lástima que no me quede si no te la robaba.

Me acerco a ver el vestido y en efecto es precioso, es un vestido color perla, largo, en corte de sirena, con un adorno en el cuello muy elegante.

La ropa interior es de encaje blanca y también vienen unas zapatillas hermosas.

—¿Cuándo vas a estrenar está preciosidad?

—Hoy, al parecer Zac tiene un evento en el hotel ¿quieres acompañarme?

—Me encantaría, pero no puedo, Dante vendrá más tarde para ir a cenar, pero no creas que te vas a librar de mi, que yo me encargaré de tú cabello y de maquillarte.

—Bueno, me voy a dormir otro rato y me despiertas en una hora.

—Noooo tú estas loca, ya deberías estar bañada para terminar de arreglarte, tú siempre con tus pachorras.

—¿Media hora?

—Nada, vamos a bañarse que no tenemos tiempo.

No puedo negarlo soy una dormilona, prefiero dormir a comer, así que con más sueño que ganas me doy una ducha para despertar.

Salgo del baño y Freddy me tiene un sandwich preparado, mientras yo estoy comiendo el hace magia con mi cabello, empieza a maquillarme y al terminar no me deja verme al espejo hasta que estoy completamente lista.

Cuando me veo en espejo yo misma me impresiono, Freddy recogió mi cabello de un lado y en el otro me dejo unas ondas sueltas, se ve precioso, mi maquillaje luce muy natural pero resalta mucho mis ojos y mis labios.

—No puedo creer la magia que haces ¿porqué no te hiciste estilista si eres muy bueno?

—No mi corazona es que tú eres hermosa, no tengo que hacer gran cosa para resaltar tú belleza, y aunque me hubiera gustado ser estilista me encanta ser enfermero.

Le doy un enorme abrazo, cuando tocan a la puerta, Freddy abre y se queda sorprendido al ver a un guapísimo Zac con un smoking negro, camisa blanca y su cabello perfectamente arreglado, como se queda con la boca abierta Zac lo hace a un  lado para entrar.

Al verme hace la misma cara que tiene Freddy con él, no puedo evitar sonreir.

—Abigail, mi hermoso ángel, estás preciosa.

Freddy ya más respuesto y limpiándose la baba se acerca a nosotros.

—Hola Sr. Ketner, soy Freddy el mejor amigo de Abby, mucho gusto en conocerlo.

Zac sonrie y le da la mano.

—Mucho gusto Freddy, llámame Zac por favor.

Voy a recoger mi bolsa y Freddy se acerca a mi y me dice al oido.

—Santa Virgen del pecado mi corazona, que te deje caer en la tentación.

Yo suelto una enorme carcajada.

—Ese hombre es real, por Dios si pensé que era una aparición, no esta buenorro está buenorrisimo, lo bueno que logre disimular.

—Si disimulaste bastante bien, cuando te quedaste en la puerta babeando como tonto.

—Es que tú no me preparaste, quede impresionado.

—Lo sé, así me tiene a mi pero a diferencia tuya yo si se disimular.

Me da un golpe en el hombro  y se va riéndose a su habitación.

—Que disfruten de la noche y Zac mucho cuidadito que mi Abby tiene quien la defienda.

Zac sonríe y me toma de la mano para salir y subirnos a la limusina.

—Muy agradable tú compañero.

—Si la verdad es un amor, él me arregló está noche.

—Wow pues te dejo perfecta.

Al llegar al hotel estoy bastante nerviosa, es la primera vez que nos van a ver juntos y yo no dejo de temblar, él toma mi mano y la besa.

—No te preocupes, todo saldrá bien, y no me separaré de ti en ningún momento.

Al entrar al bar me sorprendo porque esta lleno, la gente se acerca a saludar a Zac y aunque me presenta a todo el mundo estoy tan abrumada que no recuerdo ni mi nombre, de pronto se acerca la mujer del botox con una chica muy guapa.

—Hola querido Zac, mi sobrina Kim se moría de ganas de saludarte.

Las dos me observan con curiosidad mientras se acercan a él y le dan dos besos en la mejilla.

—Zac, estás guapísimo no te haces nada.

La chica le pasa los brazos por el cuello y Zac de inmediato se los retira.

—Hola Kim, que gusto saludarte, Margaret, Kim, ella es mi novia la Srita. Miller.

Las dos mujeres cambian de color y me saludan con un movimiento de cabeza torciéndome la boca.

—Mi ángel, ella es mi madrastra Margaret y su sobrina Kim.

Yo les sonrió a las dos y Zac me toma de la cintura para seguir caminando.

Me sirven una margarita y yo le doy un pequeño trago para calmarme, en eso se acerca una pareja a Zac y están hablando muy entretenidos, cuando el chico se da la vuelta y veo su cara, me sorprendo mucho.

—Mi ángel, quiero presentarte a mi hermanastro Dante Brown y su esposa Maddie.

Yo le doy otro trago a la margarita para pasarme la impresión, sí él supiera que lo conocí nada más y nada menos que en ropa interior.

—Mucho gusto Dante y Maddie, soy Abby.

El está un poco conmocionado pero logra disimular.

—Un placer conocer a la mujer que tiene loco a mi hermano.

Vienen algunas personas y se llevan a Zac a conversar, también Maddie se aleja y en eso Dante se acerca más a mi.

—Abby, gracias por no decir que me conocías.

—Bueno hubiera sido bastante incómodo decir las circunstancias en las que te conocí, además no creo que a tú esposa le hubiera gustado escucharlo.

—Lo sé.

—Tengo entendido que Freddy te esta esperando para cenar.

—Si en un rato me voy a ir, pero al parecer Zac tiene que darnos una noticia y mi madre no me ha permitido irme, además Maddie esta empeñada en quedarse a la cena, ellos no saben que.

—Claro que no lo saben, como van a saber que tienes un amante, al que además tienes completamente engañado.

—Yo me voy a divorciar de Maddie, sólo que en este momento mi economía esta bastante mal y la necesito a ella.

Cuando voy a contestarle nos interrumpe la voz de Zac hablando por el micrófono.

—Buenas noches a todos, muchas gracias por acompañarme en esta celebración tan importante para mi, tenemos el placer de informarles que pronto abriremos otra de nuestras cadenas de hoteles en Florida y estamos muy orgullosos de estos logros.

Toda la gente aplaude.

—También me gustaría tomarme un poco de tiempo para hacer algo muy especial, mi ángel puedes venir aquí a mi lado.

Yo me pongo roja y hago varias respiraciones mientras me acerco a él, me toma de la mano y me da un beso en los labios, pone una rodilla en el suelo y comienza a hablar.

—Mi ángel,  se que tenemos poco tiempo de conocernos, pero estoy seguro que eres la mujer perfecta para mí ¿quieres casarte conmigo?

Saca una pequeña caja con un anillo de compromiso que tiene un diamante enorme, aunque se que todo es una farsa estoy tan nerviosa que no me salen las palabras, toda la gente está esperando mi respuesta.

—Si cariño, si quiero casarme contigo.

Se pone de pie y me pone el anillo, me besa de una forma muy  apasionada y yo dudo si estoy haciendo lo correcto, definitivamente voy a salir lastimada de este acuerdo, la gente se acerca a felicitarnos y cuando su madrastra me abraza me dice en voz baja para que nadie la escuche.

—No sé de donde saliste, pero no eres la mujer que Zac necesita.

—¿Y quién es la mujer que el necesita señora, su sobrina?

—Si, ella tiene la clase que a ti te hace falta.

—Gracias señora, pero prefiero tener educación a el tipo de clase que usted tiene, si me permite mi prometido me está buscando.

Ella se queda molesta y yo estoy por acercarme a Zac cuando Dante me detiene.

—¿De manera que vamos a ser familia?

—Si, eso parece.

—No me gustaría que tú y yo tuviéramos problemas por esto, por lo que sé, quieres mucho a Freddy y harías cualquier cosa por evitarle sufrimientos.

—No entiendo a que te refieres,  Freddy no tiene nada que ver con mi próximo matrimonio.

—Sólo me gustaría que lo mantengas alejado de mi familia, no quiero que nadie sepa lo que hay entre nosotros.

Me toma por el brazo con un poco de fuerza.

—No te mereces el amor de Freddy, ojalá vea la persona que realmente eres.

—No quiero que vayas y le digas que estoy casado porque podría irte muy mal.

—¿Me estás amenazando?

Mientras estamos discutiendo llega Zac y Dante me suelta de inmediato.

—Mi ángel ¿pasa algo?

Dante le contesta rápidamente.

—Nada Zac, sólo estaba felicitando a tú bella prometida.

Zac voltea a verme.

—Si cariño, sólo estaba felicitándome.

Zac me toma de la cintura y me lleva a la pista de baile, mientras estamos bailando estoy temblando de coraje por lo que el idiota de Dante le esta haciendo a Freddy.

—Mi angel ¿qué te sucede? te noto muy tensa.

—No es nada, sólo un poco de cansancio, nunca había estado rodeada de tanta gente rica.

—¿Quieres ir a descansar un momento a mi suite?

—Si no te molesta, si me gustaría.

—Claro que no, le pediré a Bob que te acompañe.

—No es necesario.

Me da la clave para el elevador y me alejo, antes de salir me detiene y me besa.

—Pensabas irte sin darle un beso a tú prometido.

Yo le sonrío y me voy.

Llego a la suite y me sirvo un trago, no se qué es, pero me arde bastante la garganta, quisiera llamar a Freddy para contarle la verdad sobre Dante, definitivamente se lo diré, no voy a permitir que lo hagan sufrir.

Me tomo otro trago y me quedo pensando en la situación que estoy pasando, de un día para otro tengo novio y prometido, voy a dejar mi trabajo que tanto me gusta, siento que estoy viviendo un sueño que por desgracia sólo durará un año, aunque se que estoy salvando a mi padre, no dejo de sentirme triste, creo que el alcohol me ayuda a reflexionar,  así que después de otro trago llego a la conclusión de que voy a disfrutar al máximo este año, cuando termine el acuerdo ya veremos lo que sucede, tal vez tendré que tomar más alcohol para reponerme del golpe, pero mientras tanto, disfrutaré de esté guapísimo y posesivo hombre, que me hace estremecer sólo con tocarme.

Al final no tiene caso sufrir cuando sé que este será el mejor año de toda mi vida.

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