Capitulo 2

Abro y me sorprendo al ver al Sr Ketner, está muy fresco y guapísimo, para que negarlo, creo que él es de los hombres que hasta vestido de pordiosero se vería guapo.

Entra como si estuviera en su casa y se sienta en en el sofá.

—Estuve pensando en lo que hablamos.

—Y me imagino que llego a la conclusión de que es una locura.

—No, de hecho lo pensé mejor, y quiero que te cases conmigo.

Yo me atraganto con el café, poco me faltó para escupírselo en la cara.

—¿Qué me case con usted?

—Si te casas conmigo, le perdono la deuda a tu padre.

—Pero si ni siquiera nos conocemos ¿porque iba a querer casarme con usted?

—¿Porqué o te casas conmigo o tú padre va a la cárcel de por vida, asi de sencillo, tú decides?

La verdad quisiera castigarlo y que fuera a la cárcel, pero se que mi madre jamás me lo perdonaría.

—¿Por cuánto tiempo tenemos que estar casados?

El sonríe con prepotencia.

—Firmaríamos un contrato por un año, nadie absolutamente nadie, tiene que saber que estamos casados por un acuerdo, y tú tendrías que ser la esposa perfecta por ese tiempo, al firmar el contrato, te entregaré los pagarés de tú padre por la mitad de la deuda y al cumplirse el año, te daré la otra mitad.

Después del año nos divorciaremos sin ningún problema.

Me quedo pensando por un momento, como voy a explicar mi boda tan repentina.

—No te pongas a darle vueltas, sólo dile a tus amistades que nos conocimos y fue amor a primera vista.

—¿Cuándo sería la boda?

—En un mes, quiero que empiecen a verte conmigo, como soy una persona bastante conocida, necesito que primero nos vean juntos en algunos eventos.

—¿Porqué yo? Entiendo que la deuda es de mi padre, pero soy una simple enfermera, como un hombre como tú se va a casar conmigo.

Se acerca bastante a mi y me pone el cabello detrás de mi oreja.

—No tengo la respuesta a eso, lo único que sé, es que no puedo sacarte de mi cabeza.

—Cambiaste de una noche de sexo,  a un año de matrimonio ¿cuál es la razón?

El suspira.

—Lo pensé mejor,  y no creo que con una noche seria suficiente para mí, así que piénsalo.

—Tengo una pregunta, si acepto ¿podré seguir trabajando?

—¿Dijiste que tú jefe era el hombre qué estaba contigo ayer?

—Si, es el Dr.Turner.

—Pues no, no trabajarás ese año.

Me quedo muy triste porque acabo de recibir un ascenso y tendré que renunciar a mi trabajo.

—Está bien, acepto, pero tienes que despedir a mi padre, no quiero que siga jugando y apostando.

—Tengo una idea mejor, el no sabe que tú pagarás la deuda, así que lo enviaré a Alemania, a una clínica especializada en personas con problemas de ese tipo.

—Me parece perfecto ¿puedo trabajar esté mes?

—No me agrada la idea, pero sí, si puedes, en unos días mandaré a mi chofer por ti, tenemos un evento muy importante en el casino y quiero que estes a mi lado,  para presentarte como mi futura esposa.

No puedo creer en lo que me estoy metiendo.

—Está bien.

Se levanta de un salto y se va con prisa, antes de cerrar la puerta me señala con el dedo.

—No quiero mas fiestas ni cenas con ninguno de tus amigos, necesito que des una buena imagen.

Cierra la puerta y yo me siento tan triste que quiero llorar.

Me pongo a desayunar aunque no tengo nada de ánimos, por más que hago cuentas aunque vendiera el apartamento y pidiera un préstamo, ni así podría juntarle los 3 millones de dólares, no puedo creer que mi padre se metiera en algo así.

Estoy limpiando la cocina cuando se abre la puerta y entra un muy alegre Freddy.

—Mi corazona, discúlpame que no te avisé, pero mi amiguito no me dio oportunidad de nada.

Se acerca y me da un beso.

—Me alegro por ti.

—¿Y a ti qué te pasa, porqué tienes esa cara?

—No es nada.

Lo abrazo y no puedo evitar llorar.

—Corazona perdóname por favor, prometo avisarte la próxima vez, pero no llores.

—No es eso, es solo que me siento un poco mal.

—Ah pero ayer se tomaba las margaritas como agua la muchacha,  además si hiciste tú propio desayuno ahora entiendo tu malestar.

No puedo evitar reírme.

—Si creo que es eso, a la otra vienes a hacerme el desayuno, y después te vuelves a ir con tu amiguito.

—Trabaja en el hotel, pero no me dio muchos detalles, aunque no puedo negarte que me encantó, es fantástico en todo.

Me tapo los oídos de inmediato.

—No quiero detalles, no quiero saber nada.

El sonríe.

—Tonta no iba a darte detalles, lo único que te puedo decir es que estoy enamorado.

—Eso lo he escuchado muchas veces.

—No, está vez es diferente ya verás. Bueno, me voy a dormir que no quiero darte detalles, pero no dormí en toda la noche y no estuve jugando precisamente.

—Idiota.

Se va riéndose directo a su habitación.

Me pongo a hacer limpieza en mi closet y la verdad es que como dijo Freddy,  no puedo creer que tenga ropa tan antigua, voy a tener que comprarme ropa nueva, sobre todo con el esposo que voy a tener próximamente, que siempre esta impecable, con ropa carísima y de diseñador.

No puedo dejar de pensar como voy a decirle al Dr. Turner que no voy a aceptar el puesto, incluso voy a renunciar, ni siquiera sé como decírselo a Freddy.

Termino bastante tarde, así que pido comida china para Freddy y para mi, estoy preparando la mesa para comer cuando tocan la puerta y Freddy abre, nos quedamos sorprendidos al recibir un enorme ramo de rosas rojas que no cabe por la puerta, Freddy lo sostiene con cuidado y lo pasa de lado para que pueda meterlo .

De inmediato le da al chico una propina y agarra la tarjeta.

ABIGAIL,

"POR LA HERMOSA CASUALIDAD DE CONOCERNOS"

Z. K.

—¿Abigail Miller quién rayos es Z K  y cuándo es que se conocieron?

Yo me pongo de todos colores porque me toma por sorpresa.

—Bueno, ayer que te fuiste, también Nick se fue y me quede sola por un momento en el bar, por casualidad conocí a un chico con él que platiqué por un rato, eso es todo.

—Corazona, que pena contigo que te quedarás sola, disculpame por favor, pero mira, ella nada perdida luego encontró acompañante ¿ y que tal esta? Cuéntame.

—Bueno pues bastante guapo, agradable, no sé que quieres que te diga.

—Pues no te oyes muy entusiasmada que digamos.

—Apenas lo acabo de conocer.

—Pues a él lo dejaste impactado, esté ramo de flores cuesta más de 3,000 dólares.

—¿Qué?

—Oh si, o  puede ser que más, porque es de una florería súper exclusiva, así que tiene que ser un millonario,  o de plano se gasto su cheque de un mes para mandártelo.

Estoy a punto de darle el nombre cuando suena su celular y muy emocionado se va a su habitación, yo termino de comer y recojo todo para irme a dormir, mañana tengo un día bastante pesado, renunciaré a mi puesto y ya solo voy a trabajar por este mes.

Me voy a la cama y estoy por quedarme dormida cuando suena mi teléfono de un número desconocido.

—¿Hola?

—Mi ángel ¿te gustaron las rosas que te mandé?

Me quedo un poco sorprendida por la manera tan cariñosa en la que me llamo.

—Si, muchas gracias, no tenías porque molestarte.

—Para mí no es molestia, son para mi futura esposa, me gustaría verte mañana para que leas el contrato.

—Tengo que ir al hospital, me toca el turno de la mañana si quieres..

Me interrumpe.

—Perfecto pasaré por ti, buenas noches mi ángel.

—Buenas noches.

Me quedo dormida y sueño con esos ojos tan impresionantes.

Por la mañana cuando suena mi despertador, me llega un delicioso aroma a café, así que me levanto rápidamente y me doy una ducha, al entrar a la cocina está Freddy preparando el desayuno.

Le doy un beso en la mejilla y empiezo a comer.

—Gracias, esto sí es comida decente.

—No sé que vas a hacer el día que yo me case.

—Muy fácil, me mudaré con ustedes, no puedes permitir que me intoxique con mi propia comida.

Los dos sonreímos  y terminamos el desayuno para irnos a trabajar.

Yo me voy al area de urgencias y Freddy se va a cuidados intensivos qué es el area donde el trabaja.

Como es entre semana y no tenemos muchos pacientes, voy directo al consultorio de Nick, tiene la puerta abierta y al verme me sonríe.

—Buenos días doctor.

—Buenos días Abby.

Tomo asiento porque estoy muy nerviosa.

—¿Qué pasa Abby, todo está bien?

—No doctor, primero que nada no quiero que nadie lo sepa aún, ni siquiera Freddy lo sabe, no puedo aceptar el puesto de jefa de enfermeras.

—¿Pero porqué? Si estabas muy contenta.

—Lo sé, pero en un mes dejaré el trabajo y no quiero quedarle mal.

Se pone de pie y se acerca a mi.

—¿Porqué vas a renunciar? no lo entiendo Abby, que es lo que sucede.

Tomo aire antes de contestarle.

—Me voy a casar.

El se sorprende tanto que no puede disimular.

—Pero si no tienes novio, o al menos no que yo sepa.

—Bueno hace unas semanas conocí a una persona, y hemos estado saliendo, solo que él es bastante conocido, así que preferimos mantenerlo en secreto.

El se repone de la impresión y me contesta muy serio.

—Muy bien Abby, si estás segura de eso buscaremos una nueva jefa, y a más tardar en 15 días tendremos tú remplazo.

Me duele mucho su comportamiento pero lo entiendo.

—Gracias doctor, firmaré mi renuncia para dentro de 15 días y muchas gracias por todo.

El sólo asiente y yo salgo del consultorio con ganas de llorar, me encanta mi trabajo y pensar en dejarlo por un año me cuesta mucho.

El día pasa bastante rápido, tenemos muchos pacientes, así que no tengo tiempo de pensar en nada más, se llega la hora de salida y paso al baño arreglarme un poco.

Estoy a punto de salir y el Dr. Turner me detiene.

—Abby, espera.

—¿Qué pasa doctor?

—Quería disculparme contigo por la manera en que reaccioné, no era mi intención hacerte sentir mal.

Toma mi mano y en eso viene entrando Zac al hospital, al ver que Nick me tiene tomada de la mano se acerca a nosotros con prisa.

Me sorprende al darme un pequeño beso en los labios.

—Hola mi ángel.

Nick voltea a verlo y se queda sorprendido.

—¿Usted es el Sr. Ketner, el dueño de la cadena de hoteles y casinos Fiesta Inn?

Zac sonríe con prepotencia.

—Si, ese soy yo ¿y usted es?

Nick le da la mano.

—Soy el Dr. Nick Turner, el jefe de Abby.

Zac voltea a verme y me sonríe.

—¿Abby?

—Si, todos me llaman así, casi no uso mi nombre completo.

El sonríe y me da un beso en la frente.

—Mucho gusto Dr. Turner ¿me imagino que mi Abby ya le dijo que renunciará en unos días?

Nick me ve con tristeza.

—Si me lo dijo, la verdad la extrañaremos mucho, es una excelente enfermera ¿sabe qué acabábamos de ascenderla?

Zac me observa con curiosidad.

—Si claro, me lo dijo, pero en realidad no vamos a vivir aquí, bueno me refiero a Las Vegas, tengo un rancho al sur de Nevada, es ahí donde yo vivo, así que vendremos solo en algunas ocasiones a la ciudad.

Yo me quedo impresionada porque eso no lo habíamos hablado.

—Bueno si nos disculpa, tenemos una boda que planear, muchas gracias por ser tan compresivo con mi Abby.

Me abraza y salimos del hospital, al salir nos espera una limusina.

Nos subimos mientras da indicaciones que nos lleven al hotel.

—¿Quieres algo de tomar?

—No gracias ¿porqué no me dijiste que no vamos a vivir aquí?

—Porque estaremos solo a 3 horas de la ciudad, y podrás venir las veces que sea necesario.

—¿Hay algo más que deba saber?

—Si, tengo una madrastra aferrada en casarme con su sobrina, así que no se como tome la noticia de nuestro matrimonio.

Empieza a dolerme la cabeza de nervios.

—¿Estás bien? Te pusiste un poco pálida.

—Sólo  me duele la cabeza, nada que no se me quite con unas aspirinas cuando llegue a la casa.

Nos detenemos afuera del hotel y yo me siento muy incómoda cuando todos se quedan viéndonos, él esta guapísimo con su traje y yo traigo el uniforme del hospital.

Nos dirigimos al elevador y pone una clave  por lo que el elevador sube mas allá de los números que tiene, al abrirse me sorprendo con una enorme y elegante habitación.

—Vamos entra, ordene algo para comer así que llegará en un momento, si quieres ponerte cómoda, en la habitación del fondo hay ropa que puedes usar.

Yo me quedo pensando por un momento de quien será la ropa que me está ofreciendo y él me saca de mis pensamientos.

—Es ropa nueva, toda para ti, no quiero ofenderte pero la encargué para que no batalles cuando te quedes aquí conmigo.

Se acerca a mi y me da un beso en los labios, yo doy un respingo y salgo rápidamente a la habitación.

El sonríe mientras me voy.

La habitación es enorme, creo que es del tamaño de mi apartamento, entro al closet y casi grito de la impresión,  hay ropa de todo tipo, vestidos de noche, casuales, pantalones, blusas, zapatos,  hasta hay un par de botas muy hermosas, en los cajones encuentro ropa interior, camisones muy sexys de seda, en su mayoria blancos , y por lo visto todo es bastante caro.

Escojo un vestido color blanco muy fresco y unas sandalias que le combinan  perfecto, me doy una ducha, mi cabello es un poco ondulado así que lo seco para poder acomodarlo, en mi bolsa siempre traigo maquillaje, me pongo solo un poco para no verme tan pálida.

Al salir de la habitación hay un aroma delicioso, Zac tiene todo preparado para comer, ya no trae el saco y tiene la camisa remangada, al verme se queda sorprendido, pero logra disimular bastante bien.

—Mi ángel, que bueno que ya estas lista, vamos a comer.

Me siento a comer y no puedo evitar suspirar, todo esta delicioso.

—Aprecio mucho las mujeres que comen bien.

Yo sonrío.

—No había probado bocado desde esta mañana, para ser entre semana el día estuvo bastante ocupado, y no tuve tiempo de ir a comer.

—No me gusta el horario que tienes en el hospital, creo que te mal pasas demasiado.

—Bueno es la vida de los doctores y enfermeras, además me encanta mi trabajo.

—Cuéntame un poco más de ti.

—No hay mucho que contar, creo que tienes toda la información que yo podría darte.

—¿Cómo es que no tienes novio?

—Bueno,  la verdad tuve un novio hace algunos años, pero en una ocasión intento forzarme a estar con él, y aunque me pidió perdón yo preferí dejarlo, creo que en realidad nunca lo quise, sólo que él me apoyó mucho con la muerte de mi madre y tal vez por eso me aferre a él.

—¿Lo volviste a ver?

—No.

—Bueno, cambiando de tema aquí tengo el contrato, no sé si quieras que algún abogado lo lea antes de firmar. Mi abogado lo preparó, como te dije, te daré la mitad de los pagarés al firmar y el resto pasando el año, también te explica que estamos casados con bienes separados, así que al divórcianos no te tocará dinero a menos que yo lo decida, esta la cláusula de confidencialidad, que si llegas a romperla se acaba el contrato y tendrás que pagar la deuda de tú padre con intereses. Mientras estemos casados no tendrás necesidad de trabajar, ya que me haré cargo de todos tus gastos personales.Tienes que respetar el matrimonio por el año establecido.Aparentar por ese año que somos un matrimonio feliz y enamorado.Tomarás las debidas precauciones para no salir embarazada, ya que al hacerlo se rompe el trato.

Yo estoy asimilando toda la información y cuando me habla de no salir embarazada me quedo un poco asombrada, si él supiera.

—¿Eso quiere decir que tendré qué acostarme contigo?

El sonríe con cinismo.

—Por supuesto, seremos un matrimonio normal por un año ¿porqué no ibas a tener relaciones conmigo? ¿ a menos que tengas algún problema médico?

—Claro que no, estoy perfectamente sana, podríamos hacernos los análisis prenupciales en cualquier momento.

—Perfecto, los haremos en una clínica privada de mi elección. En estos días te llamaré para darte la información.

Terminados de comer y él se acerca a mi con esa mirada que me impresiona tanto.

Me toma por la cintura y comienza a besar mi cuello, yo me siento culpable porque apenas lo conozco y me hace querer más, me da un beso bastante ansioso y aunque respondo no puedo evitar estar nerviosa y él lo nota.

—Lo siento, no puedo evitar tenerte cerca y no besarte.

Se queda por un momento abrazado a mi, cuando su respiración se normaliza se aleja molesto.

—Mi chofer te llevará a tú apartamento, está semana tengo que ir al rancho, pero mi chofer pasara por ti al trabajo todos los días.

—No es necesario.

—No es una opción, también te llevara a hacerte los análisis, dale a él los documentos para preparar el matrimonio, aunque aquí podemos prepararlo en un día me gustaría que todo sea de la manera legal.

—Está bien.

Recojo mi ropa del trabajo y me subo al elevador, cuando esta a punto de cerrarse, entra Zac como un un lobo al acecho y me besa de una manera agresiva, aunque me da un poco de miedo no puedo evitar responder a su beso y abrazarlo por el cuello, empieza a acariciarme por debajo de vestido y yo me dejo llevar, estamos a punto de desnudarnos cuando él se separa.

Toma varias respiraciones para calmarse y se acerca a mi cuando está más tranquilo.

—No sé porque me haces perder el control de esa manera, ahí algo en ti que me vuelve loco, no podré aguantar lejos de ti estos días.

Sale del elevador y yo me quedo en las nubes, siento mis labios hinchados por sus besos, tengo su perfume impregnado, si no cuido mi corazón esté hombre podría destruirlo en mil pedazos sin que me de cuenta.

Al salir me espera el chofer, me lleva a al apartamento y al llegar no escucho ningún ruido por lo que imagino que  Freddy no esta, voy a entrar a mi habitación y sale un hombre en ropa interior de la habitación de Freddy.

—Tú debes ser Abby.

Me da vergüenza verlo pero a él parece no importarle.

—Si, soy Abby.

—Mucho gusto, soy amigo de Freddy.

—Si me lo imagino.

—Disculpa no quiero molestar, pero se quedo dormido y yo tengo que irme, mi ropa esta en la sala, hasta luego y mucho gusto.

—Si, hasta luego.

Entro a mi habitación pensando en Freddy,  que barbaridad con ese hombre, no cabe duda que tiene muy buen gusto, mira que es un chico bastante guapo y agradable.

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