Capítulo 2

Como había dicho ayer mi tío, los cuatro estamos esperando al dueño del bar que quiere comprar, es un anciano con un bigote raro.

—Quiero un millón de dólares —pide, Anthony deja escapar una carcajada.

—¿Es una broma?— pregunta Ethan.

—No niño, no lo es, mi club a estado libre de mafias y de porquerías como la que ustedes quieren vender, vale lo que pido por él, hágame el favor y paguen lo justo.

—Se lo daremos— dice Anthony serio —pero quiero que usted siga siendo el dueño, no quiero correr riesgos legales, ya tengo una carpeta de investigación.

—Entonces que sea un millón y medio.

—Será un millón o quizás el que termine pagando sea usted— mi tío le sonríe maliciosamente— ya es un anciano y su vida a estas alturas no vale nada pero hasta lo que sé usted tiene más de dos nietas a las que quiere mucho. Le puedo dar una a cada uno de mis muchachos, a puesto a que se la pasarán muy bien— sus palabras me incomodan y al anciano le resuenan.

—¿Crees que no puedo ir a la policía?— el hombre se levanta enfadado.

—Ethan— ordena Anthony,  Ethan se levanta y saca su arma, apunta y jala el gatillo, el anciano cae asustado, Ethan falló. —Es mejor que no juegue con mi paciencia, traemos más de 500 mil en efectivo ahora mismo, los tomará y mañana le daré el resto. Estará vigilado y usted sabrá lo que hace, nos vemos— mi tío le deja la bolsa del dinero en la mesa y nos marchamos del lugar— por favor, vigilen a ese viejo las 24/7 se los encargo.

—Claro Anthony —dice Zack.

—Daniel tú vienes conmigo, tendremos una reunión— hoy es sábado y casi siempre la familia se reúne a celebrar nuestra existencia.

—Si, nos vemos chicos, suerte.

—Anthony, Natasha me invitó a la fiesta,— dice Zack apenado.

—¿Mi sobrina?— mi tío lo mira extrañado,— ¿sales con mi sobrina?

—así es

—Bien, puedes venir pero Ethan tú si encargate de ellos, —saca su billetera y le da 500 dolares— un bono extra.

—Adiós —nos despedimos de Ethan y nos subimos a la camioneta.

Al llegar a casa están casi toda mi familia, mis abuelos paternos y maternos.

—Hola abuela— mi abuela Claudia es la más cercana a mí ya que no vive tan lejos como mi abuela materna.

—Cada vez más guapo hijo— me pellizca las mejillas.

—Salí a ti abuela —le doy un abrazo y la dejo, no quiero interrumpir más su plática con una de sus amigas. Voy directo a mi habitación, necesito una ducha y a cambiarme de ropa.

Le mandé mensajes a Renata pero no me contesta, no puedo dejar de pensar en ella y en el golpe que le di, me arrepiento demasiado, tanto que me dan ganas de matarme de solo pensarlo. Renata se a convertido en una necesidad para mí, hoy después de la reunión familiar iré a verla a Giros, ella debe de perdonarme.

Elijo una camisa azul cielo y unos pantalones beige y mis botas, si algo sé es que a las chicas les encanta ver hombres vestidos así, en el instituto todas mueren por hombres como yo pero a mí no me gustan las niñas de mi edad, me gustan mayores, Renata no es tan mayor pero ella no es la única mujer con la que he estado. La hermana de la esposa de mi tío Alex es mayor que yo por 13 años y la conocí cuando tenía 16, un placer haber coincidido con ella. Una mujer alucinante, especial y muy buena, buena en todos los sentidos. La verdad es que pensar en ella me pone de una forma tan única, si pudiera aún estaría con ella pero su mate apareció y ella no dudó en dejar lo nuestro aunque de vez en cuando la veía, obviamente antes de que la marcara, los lobos podemos sentir las infidelidades cuando ya hay una conexión de esa magnitud. Hoy Hania vendrá, debe de verme espectacular.

—Hola tío —saludo, quien viene a acompañado de mi prima Alexia de 10 años. —¿Y mi tía?

—Llegará con Hania y su esposo —sonrío ampliamente, tengo la información que quería, Hania querida,  debiste de rechazar a tu mate. Yo era el mejor prospecto para ti y hoy te darás cuenta.

—Que bien, bueno, debo de ir a buscar a mi padre.

—Una pregunta, ¿cuándo tomarás el cargo de alfa?

—Debo de ir a la universidad, mi padre quiere que estudie y lo haré, no me desagrada la idea de ninguna manera. Aunque estoy tentado en no estudiar arquitectura e irme por una ingeniería.

—Vaya, es una buena idea, aquí en ma familia todos hemos estudiado menos Anthony y como sé que estás tan pegado a él pensé que le seguirías los pasos.— mi tío Alex es el que menos quiere a Antho pero sinceramente es un idiota mojigato.

—Bueno, si no fuera por Anthony no habría para comer, la constructora hace años que dejó de generar dinero.— Suspiro satisfecho, toma eso tío.

—No me lo tienes que decir, yo lo sé de primera mano— hace una mueca de dolor, los dos nos vemos interrumpidos por su esposa.

—Hola chicos— saluda.

—Hola tía —Hania me mira sorprendida, tenemos más o menos ocho meses sin vernos, ocho meses separados y ella ocho meses casada. —Hola Hania— saludo y le dedico una de mis mejores sonrisas, mi sonrisa provocadora que hace caer a cualquiera.

—Hola Daniel— dice con voz cautelosa, funcionó, —hace un buen rato que no me acercaba a la familia Clark— comenta.

—Estabas desaparecida, cuñada— mi tío le da un abrazo y saluda de mano al mate de Hania.

—Estamos muy ocupados, Stephan es el beta de una importante manada al sur de la ciudad— ¿beta? Por dios, que vergüenza, si hubieras aceptado a estar conmigo serías la Luna de una manada entera, no la mate de un beta insignificante.

—Con razón, que bueno que nos acompañan — Alex les ofrece unas copas.

—Un gusto— me doy media vuelta, no tengo ganas de torturar a esta mujer, sé que ella no puede controlarse, ella me buscó desde el principio, me sedujo y logró obtenerme. Entro a mi casa y veo a Zack y a Natasha, mi hermana es una niña tan extrovertida que no dudo nada que ella haya sido quien le pidió que fueran novios, Zack mi amigo es más conservador.

—¿Qué haremos mañana?— le pregunta Natasha.

—No hagas planes con él, estará conmigo hermanita— interrumpo.

—En serio Daniel, urge que te encuentres a una chica, así dejarías de ser tan insoportable —mi hermana es la insoportable, ella está en plena adolescencia y yo, bueno, estoy a unos pasos de ser adulto.

—En un mes se marcha— la consuela Zack.

—Ya lo sé y eso me pone de muy mal humor, es un idiota pero es mi hermano— Nat pone carita triste.

—No tardaré mucho, lo prometo— los dejo solos y tomo en cuenta lo que dijo Nat. Como ayer y hoy en la mañana vuelvo a llamar a Renata. Maldita sea, contesta. Tendré que ir a buscarla. Esta mierda familiar está tan aburrida que tengo ganas de huir, entro a la sala de juegos de la casa. Papá armó un espacio increíble, mesa de billar, un mini bar y una increíble televisión. Nadie me molestará.

Enciendo la tv pero mis suplicas no son escuchadas, alguien entra, Hania.

—¿Puedes dejarme en paz? —siseo.

—¿Y tú podrías dejar de ser un niño inmaduro? ¿Crees que no se dieron cuenta de tu sonrisita provocativa?

—Por dios, nadie lo notó, exageras y haces de esto un huracán. Me alegra saber que estas feliz con un ¿beta?—contengo la risa.

—Eres un idiota —Hania es la mujer más interesada que conozco hasta ahora, ¿salía conmigo solo por ser menor que ella y por ser guapo? No, salía conmigo por ser inestable y súper manipulable.

—¿Te tienen sirviendo a la Luna de la manada? Te ves acabada y pobre, ¿donde quedó tu avaricia? ¿El amor lo arregló?— camino hacia ella, la sujeto de la cintura y la acerco demasiado a mí.

—El amor no tiene nada que ver, simplemente el dinero no lo es todo— dice lentamente, acerco mis labios a los suyos, rozando poco a poco. Bajo mi mano de su cintura a sus caderas y hago un recorrido por ella, Hania tiembla por mi tacto, tanto que me es inevitable sonreír de satisfacción.

—¿Qué pasaría si juntara mis labios con los tuyos?

—No hagas tonterías Daniel, sabes muy bien lo que pasaría.

—Lo sé pero me refiero a como actuarías si te besara— le susurro en el oído — o si ahora mismo tomara el dobladillo de este lindo vestido y lo subiera tanto que dejara en descubierto la parte de tu cuerpo que más me gusta— Hania empieza a respirar fuerte y muy rápido — y sólo quizás me atrevería a tocar por debajo de tus bragas, ¿qué pasaría? Estoy seguro de que de te volverías totalmente loca.— Como ella no contesta hago justo lo que digo, meto la mano debajo de su vestido.

—Déjame —me da un empujón y me propina una bofetada, toco mi mejilla con mi mano, no puedo evitar reírme de esta zorra.

—Tú me buscaste, siempre lo haces— le doy un beso en los labios muy superficial, ella sale despavorida del lugar y yo simplemente me quedo tranquilo, me encanta jugar con las mentes débiles.

Después de la comida toda mi familia se sienta a platicar, mi madre le cuenta a mis tías sobre mis logros académicos y sobre mis planes a futuro. La verdad es que no me molesta que hablen de mí, he sido el centro de atención de mis tías desde que nací y más de Lucero y Angélica, ninguna de las dos pudo tener hijos así que básicamente me ven como su hijo. Aprovecho la oportunidad y salgo de la casa, no aguanto más estar con ellos, Anthony solamente estuvo durante la comida y se marchó. Tomo mi camioneta y voy directo al edificio de Renata, no voy a dejar que se olvide de mí.

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