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MISAEL JHONSOM

Me duele verla asi, estos años fueron muy duros sin ella, pero al parecer ella ni si quiera me reconoce.

-Ya esta hecho-dice Uziel, volteo al ver a Zoe acostada apretando las sabanas, lo que me afirma que la inyección ya hizo efecto-tranquilo, es solo un tranquilizante, se despertara en unas horas-avisa mirándola.

-Aun no logro entender porque lo hiciste, no comprendo porque no me dijiste sus planes si eras mi hombre más leal-digo con tristeza y rencor.

-No podía, ella me dijo que queria enfrentar esto sola, que era por el bien de su gente-mis musculos no tardan en tensarse al escucharlo decir eso.

-Estas diciendo que no me dijiste porque ella no queria, ese es un grave error-digo con voz dura.

-No me dio otra opción, lo siento señor-dice bajando la cabeza.

-No tiene caso hablar de eso ahora, ya han pasado 5 años, pero quiero que hagas algo por mi a cambio de dejarte a ti y a tu familia en paz-amenazo, no sé en que momento me convertí en esto, un hombre frívolo que no se siente mal por amenazar la familia de otra persona.

-Lo que sea, dime que debo hacer-dice con ansiedad en su voz.

-Entra a la mente de ese tipo y ve toda su vida, ve lo que hizo, mira porque Zoe estaba con él, observa todo y dame después un informe-me quedo pensando unos segundos antes de seguir-no, mejor aparte del informe me llamas en partes que tu creas importantes para yo mismo verlas, ¿Entendido?-asiente y mira hacia la cama.

-¿Ella está bien?- pregunta interesado, mi respiración se calma cuando volteo a verla.

-Si, pero necesito saber porque confia tanto en ese chico y porque ni si quiera me reconoció-digo mirando hacia otro lado.

-Ahora mismo se lo averiguo-dice dándose la vuelta para salir del cuarto.

-Y Uziel-llamo su atención-espero que para la próxima aunque en verdad quisiera que no hubiera proxima, me lo digas y no lo ocultes, si me vuelves a fallar yo mismo haré que te destierren a ti y a toda tu familia, no creo que quieras que el pequeño Steven fuera un niño desterrado-le advierto, el miedo en su mirada es el recordatorio de lo importante que es su hijo para él.

-No se preocupe, no volvera a pasar-veo temor en sus ojos al oirme decir eso.

-No volverá a pasar-dice bajando la mirada antes de irse.

Sé que no era necesario amenazarlo, pero él no sufrio lo que yo sufri, el no vivio lo que yo y tampoco su hijo paso lo que mi hija paso todos estos años sin una madre.

-Papi-su suave voz me hace dirigir mi mirada hacia ella.

-Cariño, ¿Qué pasa?-pregunto acercándome a ella.

-¿Por qué esta ella dormida?-instantáneamente su pregunta hace que recuerde lo que paso, dejándome sin una respuesta.

-¿Quien es usted?-pregunta temerosa, esa capa que la envuelve no desaparece lo que me deja confundido.

-Zoe calmate cariño, soy yo-digo tratando por segunda vez acercarme.

-No de ni un paso más-dice molesta.

-¡UZIEL!- grito, unos segundos pasan antes de verlo entrar apresurado, su mirada se dirige hacia mi y luego hacia Zoe, se toma un par de segundos antes de salir de nuevo, no tarda en regresar con algo en sus manos.

-Zoe, cariño-la menciono para llamar su atención-ella me mira por un segundo solamente antes de mirar a Uziel.

Su ceño se frunce al verlo, pero nada hace que esa capa se desvanezca.

-Zoe-la llamo mientras doy pasos hacia ella.

-He dicho que no te me acerques-el color de esa cosa va cambiando a un tono rojo oscuro lo que me pone en alerta.

-Ahora-doy aviso a Uziel, utilizo mi velocidad para acercarme con agilidad a ella y envolver su pequeño cuerpo en mis brazos, mis manos comienzan a arder, pero no la suelto hasta que veo que Uziel la inyectó.

Demora un poco en dormirse, pero lo hace, no me atrevo a mirar a Uziel que presenció este momento.

-Papi-llama mi hija sacándome del pequeño limbo en mi memoria.

-Si cariño-le digo para que prosiga.

-¿Que es lo que tienes en la mano?-pregunta con curiosidad.

Miro mis manos y las marcas en ellas demuestran que las heridas eran profundas, la curación está demorando más de lo que debería.

-Nada cariño, sólo me queme-la tranquilizo-¿Los abuelos siguen abajo?- le pregunto.

-Si, dicen que no se irán, quieren hablar contigo papi-dice de forma dulce poniendo sus manos detrás de su espalda.

-Esta bien cariño vamos-camino con ella en brazos hasta su cuarto-usted se debe de quedar aquí princesa-le digo mientras la acuesto en su cama-vuelvo en un momento, pon cualquier dibujo para verlo juntos, ¿Te parece?- ella asiente con una sonrisa mientras toma el control remoto, salgo de su habitación y recorro el mismo camino hasta llegar a las escaleras, bajo escalon por escalon hasta estar en medio, la figura de Deniz llega en mi campo de visión, sigo bajando lo que me falta mientras veo como sus ojos buscan por todos lados hasta chocar con la escena donde arrastran al amigo de Zoe.

-Smith-lo llamo, su mirada llega a mi posición y puedo notar como su cuerpo se pone tenso- ¿A que se debe tu visita?-digo divertido ya que no se a aparecido por aquí desde hace mucho.

-Deja las tonterias a un lado y dime donde esta mi hermana-me advierte.

-Esta en nuestra habitación-digo con simpleza, sus pasos se apresuran y cuando estaba apunto de subir me pongo en su camino, mientras que mi mano en medio- lamento informarte que no podrás verla-sus músculos se tensan al escucharme y puedo notar que le ha disgustado que diga eso.

-¿Por qué?-pregunta con la voz más ronca de lo normal.

-No me lo tomes a mal Smith, ella ahora esta durmiendo, a tenido un día difícil así que te agradecería que no la interrumpieras, más bien acompáñame donde tus papás que me mandaron a llamar-le digo y ruego internamente porque venga conmigo y no se ponga terco, sino las cosas pueden ponerse un pico

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