1

ZOE SMITH BROWN:

Sus ojos me miran directamente a los míos buscando alguna respuesta de mi parte, pero lo único que hago es separarme bruscamente al percibir el aroma a vampiro en el.

Esto no me puede estar pasando, ¿Por qué él? ¿Por qué ahora?, miro a mis costados y todos nos miran asombrados, pero claro no en todos los siglos se ve a una loba con un vampiro tan juntos, por no decir que nunca ha pasado.

-Misael ¿Que haces hijo? ven aquí-ordena por el micro el mismo hombre que reconozco como su padre, él no le hace caso, solo me mira esperando mi reacción, yo no hago nada solo me quedo parada y esquivo su mirada, le prometí algo a mi madre y era que iba a alejarme de este tipo, pero como hacerlo si ahora lo que mas quiero es estar tan cerca de él, escucho murmullos y me siento demasiada incomoda en esta situación, nunca me gusto ser el centro de atención y mucho menos que me vean de esa manera.

Dejo todo eso atrás cuando siento como su mano coge la mía y jala de ella con un poco de fuerza alejándome de toda la gente, salimos por una puerta de vidrio y el sigue caminando.

-Suéltame, puedo caminar sola-digo jalando mi brazo haciendo que nuestras manos se separen, él se detiene en seco al no sentir mi tacto yo solo lo imito, pero miro a un costado, por lo que sé si miro a los ojos a mi mate tendré la necesidad de estar con él siempre.

-Mírame-su voz es mas ronca de la de antes, muerdo mi labio nerviosa al ignorarlo-He dicho que me mires-ordena cogiendo de mi mentón, nuestras miradas se encuentran tan cerca y veo como sonríe satisfecho, trato de alejarme, pero él no lo permite haciendo mas fuerza en su agarre.

-Me haces daño-susurro mirándolo directo a los ojos.

-Lo siento, y-yo no quería lastimarte-dice soltando un poco su agarre, su mano recorre hasta mi mejilla y comienza a acariciarla erizando mi piel, sus ojos cambian de color cuando estamos a escasos centímetros sin darme cuenta nuestros labios se juntan, al principio nadie hace nada, solo siento sus labios encima de los míos, unos segundos pasan antes de perder control en mi y comenzar el beso, él intensifica mas el beso mordiendo levemente mi labio inferior, sus labios son suaves y un poco gruesos, son perfectos. Sin pensarlo estoy dando mi primer beso a un desconocido que mi madre odia, me separo de repente dejándolo confundido.

-Me tengo que ir-es lo único que pronuncio, camino lo mas rápido que puedo por el camino que recuerdo que es para la salida, miro atrás y veo como vuelve en si, me mira y comienza a correr, yo lo imito agarrando de la punta mi vestido para que pueda correr con mas libertad y salgo de la mansión hasta que encuentro a mi guardaespaldas buscándome con la mirada, su cara de preocupación al verme correr es única, pero solo subo al carro y el entiende que quiero irme, sube al auto y lo enciende, las llantas rechinan al salir tan rápido.

-¿Que sucede señorita?-pregunta preocupado.

-Solo corre, que nadie nos siga, estate atento-digo mirando detrás, un carro deportivo blanco sale de la nada persiguiéndonos, comienza a hacer ruedo con su claxon, miro al frente y veo como comienzan a cerrar el portón.

-Rápido, que no nos encierren-le grito.

-Cálmese señorita eso no pasara-asegura acelerando mas rápido pasando antes que lo cierren, vuelvo a mirar detrás y veo como el frena de golpe antes de chocar con el portón, sale del carro y puedo ver como comienza a gritar, sé que es un vampiro y que si el quisiera podría correr, algo debe haber para que el no lo haga, miro como él ve en mi dirección y grita mas fuerte golpeando su coche mirando el cielo, me hace sentir mal dejarlo así de esa manera, pero no puedo hacer nada, es él o mi manada. Una lagrima cae por mi mejilla al mirarlo tan desesperado, llegamos a la mansión, esquivo las preguntas de el y lo único que hago es entrar y subir de frente a mi cuarto, bueno debería decir nuestro cuarto, con Deniz fui muy unida desde pequeña, así que unieron dos cuartos y tiraron la pared que los separaba para así seguir juntos, me tiro en la cama y recuerdo su mirada, el color esmeralda de sus ojos que me miraban como si fuera lo mas hermoso que haya visto, el beso que aunque duro unos segundos me di cuenta que no puedo vivir sin el de nuevo. Mis ojos comienzan a pesar hasta que me quedo totalmente dormida.

MISAEL JHONSON:

No puede ser maldita sea, tiro todo a mi alrededor furioso, los vidrios en el piso son testigos de lo cabreado que estoy, estúpidos porteros que no sirven para nada, esa chica que aunque aun no sé su nombre, ni de donde es no puedo dejar de pensar en ella, del aroma dulce de su sangre y de lo estresado que me pone no poder saber lo que pensó cuando la bese para que se separara así de mi. No entiendo porque se fue así, no entiendo nada, tiro los libros y la lampara cae al piso.

-Misael, abre cariño por favor-ruega mi madrastra desde la puerta.

-Vete, por favor, quiero estar solo-si tan solo hubiera podido correr, la hubiese alcanzado, la hubiese tenido aquí conmigo, a mi lado, vuelvo a tirar un jarrón impactando contra la pared y haciéndose añicos, siento unas manos en mi brazo deteniéndome.

-Por favor, hijo para-miro al hombre parado detrás de mi y no puedo soportarlo mas.

-Se fue papa, mas de 100 años y cuando por fin la encuentro se va y por este estúpido hechizo no pude detenerla.

-Lo sé hijo, lo sé-dice abrazándome y dando palmadas en la espalda como cuando paso eso-perdón hijo, estoy haciendo lo posible por hallarla-consuela.

-Aun no entiendo, ¿Porque esa mujer? ¿Porque ella me hizo esto?-pregunto frustrado.

-Créeme que no se, pero la encontrare-pongo mis manos en forma de puño sin nada mas que hacer. No entiendo porque antes de nacer ya era odiado, una maldición basto para que ella pudiera escapar de mi lado, su aroma no lo siento en los alrededores, ese auto seguro ocultaba su aroma.

-Encuentrala a ella, no a esa mujer, no quiero volver a verla, pero por favor encuentra a esa chica papá-le ruego arrugando su camisa.

-Lo haré, lo prometo-asegura-Pero necesito algo que la identifique, algún objeto que le hayas visto serviría de mucho-pregunta mirándome.

-Usaba una pulsera o era un reloj, parecía de marca-explico recordando.

-Eso servirá-dice caminando hacia la salida.

-Y papá- lo llamo antes que salga-ella es una licantropo-digo esquivando su mirada.

-¿Que?-pregunta confundido-¿Que ella es que?-dice notablemente molesto.

-Es una loba-digo mirándolo.

-No puede ser posible-dice saliendo rápido de mi cuarto, voy al balcón y puedo admirar como la luna esta en su punto mas alto brillando resplandeciente, los ojos de esa chica viene a mi mente.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo