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ADAM SMITH

- No es eso lo que temo- dice terminando de reír.

- ¿Entonces?-respondo con una sonrisa en mi rostro.

- Olvídalo- dice un poco sonrojada dejándome con curiosidad de saber que estaba pensando-¿Donde iremos?- pregunta curiosa sacándome de mis propios pensamientos.

-No te diré, es una sorpresa- manejo hasta un restaurante que está ubicado casi a la salida de la ciudad cerca de la playa lo que da una buena vista desde donde tengo la reservación.

Llegamos y yo salgo primero, camino hacia el asiento del copiloto y abro la puerta tiendo mi mano hacia ella, la queda mirando como dudando de hacerlo o no, pero después me mira a los ojos y me da su mano un poco dudosa, doy las llaves al valet y entramos, nos dan la bienvenida un señor con una joven a su costado, yo sólo asiento y Rose les sonríe.

En el pequeño estante nos atiendo un mujer con una sonrisa demasiado coqueta hacia mi.

-Buenas tardes ¿Tiene reservación?- me pregunta directamente ami, ignorando completamente a mi luna.

-Si, está a nombre de Adam Queen y esposa -respondo muy serio, para que se de cuenta de lo poco interesado que estoy en ella teniendo a la mujer que esta a mi lado, al terminar de decirlo ella mira de pies a cabeza a mi acompañante, pongo mi mano en la cintura de Rose y ella sólo sonríe sin decir nada.

- Ok, acompañen al señor por favor- dice y nos da una sonrisa fingida que parecía más una mueca dirigida para mi hermosa mate.

Caminamos hasta la mesa que reserve y el mozo nos hizo una seña, le acomodo la silla a Rose antes de ir a la mía.

- Eso si que fue... raro- dice y se le escapa una sonrisa que me deja cautivado.

-Siento haber dicho eso no quería incomodarte sólo no me gustó la manera en la que te miraba- trato de explicarle.

*Bien que lo querías decir*-bromea Owen.

-Callate a ti nadie te metió.

*Grrrr*

-... bien- escucho lo último que dice y no entiendo nada de lo que acaba de decir por prestarle atención a Owen.

- ¿Qué?- me hago el desentendido para que vuelva a repetir lo que dijo.

- Que no me molesto lo que dijiste, todo está bien - termina de decir con una pequeña sonrisa.

-¿Enserio?- preguntó atónito, porque pensaba que se iba a molestar por inventar un falso compromiso.

-Si, lo hiciste para defenderme o me equivoco?- dice y levanta levemente una ceja haciendo que sonría y asienta con la cabeza.

-Quería decirte algo, pero tendrá que esperar ahora sólo quiero saber algo- digo con voz sería.

-Dime- dice atenta a lo que voy a decir.

-¿Tienes novio?- pregunto y mi voz sale un poco ronca porque Owen también tenía esa duda.

-N-no- dice incómoda y jugando con sus manos. Me alegro internamente al saber que no tengo que arrancarle la cabeza a nadie.

-¿Siempre te trata así tu padrastro?- preguntó está vez cambiando drasticamente el tema de conversación, pero era una duda que tenía desde que estaba afuera del pequeño local después del problema.

Veo como se tensa, pero necesito saber quiero de alguna manera ayudarla.

-No, sólo cuando toma- dice cabizbaja.

- Entiendo - es lo único que sale de mi boca al ver que no tiene intesion alguna de seguir hablando de eso.

Llamo al mesero para que traiga las cartas, hacemos nuestros pedidos y después de 30 minutos ya había acabado y disfrutado con mi luna un vino ingles. Miro al frente y ella también está terminando, le hago un seña hacia la playa al verme hacer esa seña su vista pasa de mi a la playa y de nuevo ami.

-¿ Quieres caminar?- pregunto para después levantarme de mi asiento y hacerle un ademán con la mano para que me siga, al principio niega con su cabeza, pero después se anima y caminamos hacia salir del lugar e ir hacia la playa, ella me hizo quitarme los zapatos y subir un poco el pantalón, ella por su parte se quito sus tacones, la vista es muy hermosa, la luna ya está en el punto más alto del cielo y así alrededor muchas estrellas lo que hace que siga observándolas, pensando en todo lo ocurrido y preguntándome que pasara si se entera lo que soy.

¿Cómo le diré que soy?

¿Cómo se lo tomará?

¿Se alejaría?

¿Me rechazaría?

ROSE BROWN

Esto si es muy raro, hoy conozco a este chico y me pone los nervios de punta su cercanía, le digo de forma cortés que le estoy agradecida por lo que hizo como cualquier persona lo haría, pero él me invita a salir, una cena muy bonita y aunque este muy cómoda a su lado y me haga sentir segura junto a él, siento que algo oculta y no quiero pensar que tiene esposa y sólo quiera una acompañante por unas horas, pero esto no lo haría alguien que quisiera eso, lo veo y sólo veo sinceridad y protección en su mirada, nunca me había pasado algo así con algún chico, siempre estoy en la Universidad, en la biblioteca, en casa o en el trabajo, siempre es lo mismo y aunque quiera cambiar no puedo. Mi padre murió y mi mamá se volvió a casar con un señor que le pinto pajaritos en el aire, veo como la maltrata no sólo física sino psicológicamente y quisiera denunciarlo, pero no puedo. Él era mi jefe antes que sea mi padrastro, mi mamá lo conoció un día que vino por mi cuando aun era aun menor de edad, ya estoy cansada de esto. En unos días termino la Universidad y renunciare al trabajo, obviamente no puedo mudarme porque no tengo el dinero suficiente, cuando intento ahorrar, siempre lo coge, y aunque quisiera reclamarle y decirle muchas cosas a ese poco hombre que coge lo que no le pertenece simplemente no puedo, sé que es él porque mi mamá siempre es la que me ayuda a ahorrar , ella no quiere que vea lo que le hace por eso quiere que me vaya o tal vez también quiere salvarme de esa bestia.

Sigo caminando y siento una corriente eléctrica cuando entrelaza su mano con la mía, sé que él también lo noto porque se tenso confundido igual que yo. Le sonrió y seguimos caminando hasta que suelto su mano, él reacciona de sus pensamientos y me mira, yo sólo me siento en la arena, felizmente me puse una una falda acampanada que me llega hasta las rodillas y tapan lo suficiente, él se sienta a mi lado y se queda mirando la luna. Quisiera saber que es lo que le preocupa, su mirada perdida y las muecas que hace con la boca hace que me de cuenta.

-¿Te pasa algo?- digo sacándolo de sus pensamientos al instante, me mira y sus ojos verdes han sido reemplazados de un color rojo puro. Esto nunca lo había visto en mis años de experiencia en mis estudios de medicina. De alguna forma me gusta, pero a la misma vez me hace temer es como si no fuera él.

-¿Crees en lo sobrenatural?- pregunta de repente, como si fuera cualquier tema de conversación.

Es una buena pregunta a mi parecer si creo en eso, siempre le he mostrado interés a todo lo que mis ojos no pueden ver, porque se me hace interesante darle la contraria a ese dicho de:

<<Si no lo vez, no existe>>

-Si, bueno algunas cosas no niego que es un tema interesante, sé que hay más de lo que podemos ver - él sólo asiente con una leve sonrisa en su rostro y de alguna forma sé que le tranquilizo mi respuesta, pero no entiendo el porque, no le hablo de lo que acabo de notar en sus ojos porque presiento que se pondrá tenso el ambiente y estoy demasiada cómoda así.

-Sabes me sorprendes mucho-dice bajando su mirada a la arena.

-¿Porque?- digo con el ceño fruncido.

- La verdad es que no soy la clase de chico que le guste presumir lo que tiene ya sabes dinero, auto, empresa y mujeres. Quiero que se acerquen a mi de manera voluntaria donde sientan que pueden confiar en mi con solo una mirada, cuando te vi sentí algo muy especial sin conocerte, yo soy de esas personas que pueden amar solo a una persona- dijo esta vez mirando hacia el cielo, dándome una buena vista de su perfil, sus ojos han vuelto a ser verdes.

Sus palabras me sorprendieron mucho porque sinceramente pensaba que él era la clase de chico típica, osea un chico con dinero que tiene muchas chicas muriéndose por él, pero verlo tan expuesto diciendo lo que en verdad siente es tan diferente a lo que pensé que seria.

Siento una extraña sensación que me obliga a quedarle viendo de manera poco discreta, él da vuelta y me mira. Nuestras miradas se conectan al instante, su mirada pasa a mis labios y siento una extraña atracción a tenerlo cerca haciendo que muerda mi labio involuntariamente, él lo nota y se acerca poco a poco hasta quedar a unos centímetros cerca de mi rostro, un olor a bosque y flores se hace presente cuando nuestras respiraciones se juntan, ahora no pienso, no hago caso a mi conciencia que me dice que después me arrepentiré, sé que no lo haré dejare de temer, termino el espacio que nos separa y lo beso. Al principio no reaponde, se quedo quieto, pero creo que volvió en si y me correapondio, es un beso lento, saboreando cada parte de su labio inferior, su mano va atrás de mi cabeza pegándome mas a él, puedo sentir el calor en mi piel, por eso me separo un poco por falta de aire y veo que me queda mirando a los ojos, tiene un color dorado, esto es muy extraño.

- Tus ojos- digo señalándolos, la curiosidad me mata- cambian de color ¿verdad?- interrogo.

Parece tensarse, pero después asiente- Eso te iba a decir, mis ojos cambian de color casi siempre- dice como si fuera lo mas normal del mundo.

-¿Como?-pregunto entrecerrando los ojos, anonadada porque no es nada común.

-Digamos que es por mi cambio de ánimo, es genético- termina de explicarme.

-Ah entiendo- digo dudosa por como explica algo que nunca antes había visto.

-¿Vamos?- dice o mejor dicho me pregunta.

-Si vamos- hago ademán de levantarme, pero él se para primero y me da la mano para ayudarme, la recibo gustosa y caminamos hacia la salida, esperamos unos minutos a que llegue el encargado de devolver el coche y después nos subimos, él como un caballero me abre la puerta para que yo entre y así lo hago, por el camino me pregunta donde me deja y yo le respondo que en la primera parada de autobús esta bien, pero se niega.

Esta noche si que será larga.

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