6. VERDADES QUE MATAN
—Él no es mi hijo —farfulló Fabián, cayéndome encima y comenzando a llorar—. Eres una cualquiera.

Lo último que él dijo fue un simple susurro de borracho que terminó haciéndome enojar; pero, más que estar enojada con él por su opinión, estaba furiosa conmigo. Odiaba como nada que aún me doliera lo que Fabián pensara de mí.

—Lárgate, Fabián —pedí conteniendo mis ganas de golpearlo hasta que su cuerpo se viera tan herido como estaba mi alma.

—¿Por qué me engañaste? —preguntó el hombre que yo mencionaba, llorando cuál niño pequeño.

Lo miré dolida, y maldiciéndome porque lo que más me dolía era ver el dolor de ese hombre. Y me odiaba por eso. Con todo el daño que él me había hecho, Fabián se merecía que yo le destrozara el alma, y aún a sabiendas de ello me mataba hacerlo.

—Vete, Fabián —volví a pedirle, fingiendo que no me dolía esa situación.

—Yo te amaba, Ali —aseguró y me burlé de él, en su cara, hasta terminar llorando de rabia.

No podía creer que hablara de amor cuando yo cono
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo