C 7.- LA BODA

Cuando terminaron de comer, Emily se levantó y le dijo a Kail que su padre tardaría en regresar ya que estaba arreglando algunas cosas fuera de casa, Kailed no entendía muy bien, así que su madre le comentó que no podría hablar con el hasta que regresará, Kail recordó que su excusa para ir al estudio era por esa razón, no te preocupes madre esta bien hablaré luego con él.

Mientras tanto por que no me acompañas a ver a keir, hablaremos con ella, me preocupa que no haya reflexionado sobre sus acciones.

— Esta bien madre vayamos

Cuando tocaron a la habitación nadie respondió de vuelta, así que kail abrio la puerta ya que esta no tenia seguro, al parecer su hermana ya no lo había colocado, cuando abrió la puerta vio a su hermana tirada en el piso, corrió asustado inmediatamente hacia ella y comenzó a moverla desesperadamente, pero no hubo respuesta, por otro lado su madre Emily solo le dijo que debían levantarla y ponerla en la cama, en lo que llamaban a un médico para ver que estaba pasando.

Así que entre los dos colocaron a Keira en la cama, luego de eso su madre le dijo por que no vas y tratas de llamar a tu padre, deje el teléfono en tu recámara cariño, Kail desesperado corrió a su recámara no le pareció en ese momento que era muy extraño que el teléfono se encontrase en su cuarto, cuando llego ahí entro corriendo y comenzó a buscar hasta que de repente escucho un sonido... Zas, se cerró la puerta.

— ¿Que estas haciendo madre?

— Kail te dije que hay muchas cosas que no entiendes, por eso te quedaras ahí hasta que todo se halla resulto, saldrás hasta que Keira se haya casado.

— Casado dices, ¿ Con quien se casará?

— Luego lo sabrás, por ahora no hagas tantas preguntas.

— Era una trampa cierto, tu lo planeaste dime que le diste a Kei.

— Solo son pastillas para dormir eso me dijeron cuando las compré y funcionan a la perfección, solo déjame recordarte que yo no se las di Kail, fuiste tu quien hizo que ella tomará el jugo.

Kail se sintió aterrado y furioso al mismo tiempo, le costaba pensar que ciertamente su madre tenia razón, él mismo le había rogado a Kei que tomará todo el jugo, así que comenzó a llorar se sentía incompetente después de todo que podía hacer un chico de 10 años que ignoraba todo de la vida, ni siquiera sabía el hecho de que su hermana estaba apunto de casarse.

Keira se mantuvo dormida hasta el día siguiente, cuando despertó se percató que estaba amarrada a la cama, se imaginó que era algún tipo de prevención para evitar que escapase, así que se limitó a esperar que su madre entrará a su habitación.

Cuando Emily entró vio que Keira estaba muy enojada, así que comenzó a charlar con ella.

— Estar molesta no soluciona nada, el día en que veas que lo que hago es por tu bien me lo agradecerás.

— ¿Dónde esta kail?

— No volverás a verle hasta que te hayas casado.

— Dime esta bien él

— Su seguridad depende de ti, si quieres que este bien cásate.

— Entonces ¿Dónde esta papá, sabe el lo que has hecho?

— Tu padre no volverá hasta que te hayas casado, él es demasiado blando, podría no haber estado de acuerdo conmigo así que solo le envie lejos, pero tranquila volverá para ver a su pequeña casarse.

— Esta bien tu ganas me casaré.

— Eso es perfecto Kei, ya esta todo arreglado, solo falta que te pongas el vestido para segurarnos de que te quede perfecto.

Así pasaron los días hasta que al fin llego el día que su madre tanto esperaba, para que no hubiesen interrupciones, Emiliy decidió dormir a Kail todo el día al fin de cuentas el niño solo estorbaria si fuese a la ceremonia, Keira quien no vio a su hermano presente se sintió angustiada así que hizo todo lo que su madre le mandaba.

Al llegar a la puerta de la iglesia vio hermosas decoraciones, rosas blancas combinadas con rosas rojas, el pasillo tenia una alfombra roja hasta llegar al altar y todo parecía de ensueño, pero para ella era el final de su vida, el vestido que Keira llevaba resaltaba su elegante figura, su espalda lucia descubierta y el corte en forma de corazón realsaba la forma redonda de su pecho.

Keira camino forzadamente ese día al altar como si estuviese caminando a su tumba, las únicas palabras que salieron de su boca fueron acepto, ese día fue el más triste para ella.

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