Capítulo tres:La nueva no tan nueva

   






Se levantó de golpe con algo de emoción recorriendo su sistema, apoyando sus manos en el  lavabo de cerámica blanca, mirando su reflejo maravillada a pesar de logrando susto que se acababa de llevar. Podía ver con mucha más claridad que antes, su cabello ahora blanco caía por debajo de sus hombros en lindas y elegantes ondas, sabía que no necesitaba más lentes de contacto. Salió del baño aún desconcertada y emocionada, se cambió la ropa y se dispuso a salir de su habitación y subió para hacer el desayuno habitual de todos los integrantes de la casa, pero se percato que ninguno estaba ahí, ni siquiera su hermano que supuestamente la iba a acusar como sus padres. Era su cumpleaños, y aunque ella sabía que no debería esperar nada de personas como ellos, le dolía su indiferencia . Se sirvió un vaso de agua para tomarlo de un solo trago, así como hacían las personas en los bares que había visto, como si el alcohol realmente fuera agua. Salió a la calle y las personas que rondaban cerca de ahí empezaron a mirarla extrañados, pues sabían quien era por la cara, el olor y la ropa que ella tenía, pero la miraban con expresiones que Alex nunca había visto, lo usual era que si se encontraba a alguien de la manada la miraban con asco, pena y odio. Pero ahora solo miradas de intriga, curiosidad ¿Hasta lujuria? Eran lobos y ella era una hembra recién transformada, no sabia como esconder su olor y era mucho más potente. Los volvía locos.

Se fundió en el bosque como era de costumbre, y como le sobraba más tiempo del que creía por no hacerle el desayuno a su familia decidió ir a su lugar secreto, la roca en el medio de la laguna. En donde dejaba fluir sus verdaderos sentimientos, donde nadie la juzgaba y dejaba caer las lágrimas sin  importarle nada, dejando que se mezclen con el agua. El viento choco con su pelo dejando una acaricia su cuerpo, para Alex era tan relajante sentir todo eso, era lo único que le hacía sentir viva. Los minutos pasaron y dejo de meditar, ya era hora de volver aunque para ella solo habían pasado segundos, la tranquilidad nunca iba a ser suficiente. No tenía intenciones de transformarse en lobo en ese momento pero tenía que ir a la escuela, no era una chica que faltaba y para ella era fundamental para salir del infierno.

Después de cinco minutos corriendo por el bosque, justo donde se encontraba la escuela. Al llegar, casi todas las personas que estaban fuera de el instituto la miraron de reojo, pues no se imaginaban que aquella chica era Alex. caminó por el pasillo con la cabeza baja, sin desear mirar a alguien en particular, pero claro, al ver esos zapatos de cuero especialmente pulcros hizo que levantara la vista, encontrándose a quien menos quería. Para sorpresa de Alex, Louis la miró y sonrió como nunca antes le había sonreído a ella, seductoramente, mostrando sus dientes perfectos y blancos, con sus caninos sobresaliendo levemente de toda su dentadura. 

—Hola preciosa.— Saludó coquetamente, Alex se le quedo mirando durante un periodo largo, haciendo que empezara a sentirse incomodo y avergonzado delante de una mujer por primera vez—¿y cómo te llamas dulzura?

—¿Acaso no te acuerdas de mi? ¿En serio?— Preguntó pensando que era una broma, y gran parte de ella lo miraba incrédula ¿Acaso no sabía que le había hacho durante tantos largos años? La tenía cansada de que usara sus privilegios de hombre lobo hijo del alpha y futuro gobernante de la manada. Sabía que cuando el tomara el poder, la manada iría en picada haca bajo.  

—¿Es que tendría que hacerlo?— Preguntó burlón mientras se rascaba la barbilla fingiendo pensar— ¿Acaso me acoste contigo y al día siguiente no aparecí junto a ti?—Alex solo lo miró con desagrado unos segundos antes de ignorarlo y caminar hasta la cafetería, donde algunos desayunaban ahí como ella lo hacía todos los días. El sonriendo la siguió, y cuando entraron a la cafetería este le tomó de la mano impidiendo que esta siga caminando—Oh ¿Te ofendí? Lo siento, no hablo por segunda vez con las de una sola noche.—Sonrió con triunfo cuando los chismosos que pasaban por ahí comenzaron a reír cuando escucharon esa típica frase dicha por el, creyendo que estaba rechazando a una linda chica.

—No lindurita.—Contradijo remarcando lentamente la última palabra—Soy la “Nerd” ¿No te acuerdas?— Preguntó logrando que Louis la mirara sorprendido.

—Ah la loca que se desmayo en la cafetería.—Dijo al acordarse cuando la golpearon y la dejaron tirada en el bosque. 

—No me desmaye, solo me golpearon con un pedazo de metal y como era casi humana me desmaye, me dejaron en el maldito bosque donde podía haber muerto.

—No seas dramática.

—¿Dramática? ¿Estas hablando en serio?— Preguntó enojada, en un arranque de valentía camino hacía el para golpear su dedo en el pecho del chico—Lo siento, me había olvidado que tu pequeño cerebro solo capta poca información y no tienes idea de lo que sucede en las mentes de las mujeres.— Se alejo para caminar a una mesa, donde estaba repleta de chicos, tomo unas servilletas limpias que estaban acomodadas en el medio y se limpió el dedo que había usado para tocar a Louis.

—Bien lobita, no te hagas la mala conmigo. Soy el alpha, respétame.—Dijo poniendo sus ojos sobrenaturales, de color amarrillo beta, pues aún no era alpha de verdad.

—Escucha, lobito.— Habló burlonamente, acercándose a el, Alex estaba sorprendida de si misma, ahora con su loba blanca dentro de ella, tenía mas confianza en si misma, no sentía respeto por el futuro alpha ni el sentimiento de doblegarse ante nadie. Se sentía increíblemente poderosa.— No es necesario que te hagas el malo conmigo ¿Si? Porque no siento ni el mas mínimo miedo o respeto por ti, perdiste tu legitimidad en mi, y estoy segura de que falta muy poco para que pasa con la manada, y te quedes completamente solo.

—Tendré que bajarte los sumos un poco, la verdad es que…aunque ahora seas loba, no puedes contra mi. Y lamentablemente para ti, estoy enojado.—Su cuerpo comienza a convulsionar mientras se tira el piso, pelos  gruesos y fuertes salieron por todo su cuerpo, sus huesos se rompían y soldaban solo, su boca se alargo, la columna igual y se convirtió en un hermoso lobo de color marrón oscuro, un animal tan lindo dentro de un idiota como Louis.  Gruño con su pelo erizado, listo para la pelea. Alex era una loba novata, un cachorro de días, pero a pesar de esto tenia un tamaño descomunal, casi tanto como el de Louis, por lo que, se asusto cuando comenzó a notar los cambios y el dolor en su cuerpo, su loba había tomado el control al recibir un gruñido de alguien que consideraba inferior.

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