—¿Qué?— pregunto sin querer comprender lo que dice.
—Solo hay una condición— prosigue mientras su sonrisa chulesca permanece en sus labios.
—¿Cuál?— pregunto con cautela.
—Que sean dos y no uno— alzo las cejas, es poco creíble lo que está pasando aquí. Suelto una carcajada para su asombro, conmigo no jugarán.
—No soy tonta, eres amigo de mi hermana, ella te ha contado todo y tú harás lo imposible por quitarme la virginidad antes de tiempo y así hacerme perder— le veo negar con seriedad —no, no voy a caer en tu juego, déjame en paz Sinclair— gruñe.
—Que testaruda eres, solo quiero ayudarte, además… hay muchas maneras de tener placer sin llegar a la penetración— frunzo el cejo.
—¡Estás loco! ¿Crees que soy tan tonta como para cumplir esta apuesta contigo? Debo casarme una vez tenga al bebé, no me voy a casar con un ligón como tú, te van esos juegos que hay en los clubes de mis padres, yo jamás aceptaría algo así. Nunca en la vida permitiría que mi pareja se acostara con otras mujeres, no te creo capaz de soportar 10 meses sin sexo, viviríamos juntos, y tú siempre caes en la tentación— niega una y otra vez.
—¿Te atreves a meterte en una loca apuesta y no te atreves a estar con alguien igual de loco que tú?— ríe —Zuleika, te estoy dando la posibilidad de ganar— calla unos segundos y acaricia su barbilla —si tu preocupación es que esté con otra y vaya a los clubes te prometo que no lo haré— con la boca abierta y confundida le miro perpleja.
—Estás loco, ¿Por qué aceptarías algo así?— se encoje de hombros y pasa su lengua sensualmente por sus labios.
-¿Nunca te has preguntado por que eres a la única que le permito su mal trato?— alzo las cejas, realmente no lo había pensado —desde que tu bonito culo pisó este edificio y en especial mi oficina quise follármelo, ¿Crees tú que voy a perder una oportunidad única de que seas mía y de nadie más?— me mira burlón —eso jamás— paso mis manos por mi cabello, estoy confundida, tengo la posibilidad de callar a mi hermana para que me deje en paz por una vez en la vida y lo más importante, demostrarle al mundo que una virgen lo puede tener todo y seguir siendo virgen, pero, ¿Estoy dispuesta a tratar de ganar con el más ligón de la historia?
—Pero pasarías el resto de tu vida conmigo, es decir… tendrías que dejar los juegos, dejar de asistir al club y sobre todo, despedirte de tus amantes, esto es serio Sinclair, deberías esforzarte para amarme, y tú no tienes esa capacidad. Te pediré que salgas de mi oficina— estiro la mano y tomo el expediente —aquí tienes, ya es hora de la junta— no se mueve, me indaga con esa mirada de mar, su mirada por primera vez es inetendible.
—Cuando te des cuenta que no hay nadie tan estúpido para dejarlo todo por ti, me buscas, estaré esperándote. Ya sabes mi única condición, quiero dos hijos y estoy dispuesto a cumplir cada una de tus peticiones— toma el expediente y camina hasta la puerta —viviremos en mi casa, a esa que te gustó el día que hice la fiesta y fuiste con tus padres— sin decir más sale de la oficina, miro su despacho y no entra. Me dejo caer en la silla, estoy totalmente alucinada, ¿Qué coño ha sido eso?
Pasado el desconcierto por la propuesta de Sinclair me centro en mi trabajo, no puedo atrasarme y tengo que adelantar trabajo de la universidad. Metida al cien con mi trabajo de diseño me desatiendo del mundo, si algo tengo es que soy perfeccionista en las cosas que hago. Maldigo al escuchar el teléfono sonar.
—Buenas tardes, oficina del señor Sinclair Drummond, Zuleika le habla. ¿En qué puedo ayudarle?— escucho un resoplido.
—¿Cómo es posible que todas mis llamadas caigan a otro lado?— la voz de una diva me hace fruncir el cejo —niña pásame a Sinclair por el amor de Dios— miro la oficina de mi jefe y le veo sonreír, el maldito la ha transferido a mi teléfono. Le miro con reproche, es un gilipollas.
—¿Con quién hablo disculpe?— gruñe cual perra.
—Soy Danna, deberías preocuparte por pasarme a Sinclair, no por saber quién le llama. Vamos no tengo tiempo— muerdo mi lengua para no salirle con una fresca.
—Lo lamento señorita, pero mi jefe no se encuentra. Si desea puede dejarle un mensaje y se lo haré llegar…
—Maldita sea, odio que me haga esto— gruñe interrumpiéndome —dile a ese tonto que no me busque, no le perdonaré que haya cancelado a última hora— sin más cuelga, me quito el teléfono del oído y me le quedo mirando, está loca, si algo sé de ese hombre es que no ruega y son las mujeres que lo buscan.
—Anda tu cariñito…— niego incrédula. Fastidiada por la interrupción guardo mi trabajo y lo acomodo todo, debo irme, pero antes debo darle el recadito a mi jefe así que me dirijo a su despacho —señor Drummond, la señorita Danna le ha dejado un recado… dice que no la busque y que no le perdonará que le cancelara, capullo— sonrío.
—Bien, será una preocupación menos para ti— enarco una ceja —estoy iniciando Zuly, has dicho que adiós amantes y he iniciado— se enoje de hombros —no pienses demasiado, ambos sabemos que Irasema es un grano en el culo y si decides dejar la apuesta hará de tu vida un infierno— ruedo los ojos y salgo de ahí, no lo aceptaré, no a él.
En la universidad como siempre me encuentro con Francia, hoy nos hemos venido por separado, la propuesta de Sinclair no me deja en paz, es mi única opción, pero no quiero, estar con él sería sufrir, no creo que sea capaz de estar con una sola mujer.
Paso cada una de mis clases con la mente en otro lado, poca atención les presto a los profesores y a mis amigos, ahora mismo solo pienso en mi locura y estupidez.
—Te veo muy pensativa, ¿Me contarás finalmente lo que has hecho?— me paro frente a mi auto.
—Lo haré una vez lleguemos a tu depa, venga vamos me siento cansada— mi amiga camina hasta su auto y una vez arranca yo le sigo. Al llegar como siempre nos damos una ducha y en ropa interior nos ponemos a ver pelis.
—Ya es hora, ¿Tan malo ha sido?— gruño, mi amiga es una pesada —Zuly, ¿Qué coño has hecho?— muerdo mi labio, y tras soltar el aire por la boca me giro para mirarle de frente.
—Irasema como siempre buscó la manera de sacarme de mis casillas, me tiene harta con eso de mi virginidad, tanto que le dije que podía encontrar a alguien que estuviera conmigo sin tocarme, y como siempre ella buscó eso que se necesita para quitarme la poca cordura que tengo, hizo una apuesta agregando que tuviera un hijo y siguiera siendo virgen, esa sería la única manera para que me dejara en paz el resto de mi vida, y como si no fuera poco debo casarme con ese hombre una vez logre completar 10 meses sin sexo y con un hijo— mi amiga me mira con ojos grandes y acusadores.
—¿Estás loca? ¿Cómo se te ocurre hacer algo así? Por Dios Zuleika… despierta, esa no es una apuesta cualquiera, estas en la universidad, tienes solo 20 años, ¿Sabes tú lo que es tener un hijo tan joven? ¡Estás loca! No puedo contigo, debes olvidar esa apuesta— me ordena.
—No, no voy a permitir que Ira se salga con la suya, ya estoy cansada de que me moleste, Francia, estoy harta de ser la virgen en una familia abierta de mente que el sexo es parte de sus vidas… estoy cansada de que todos digan que perderé mi virginidad con cualquiera y que ese cualquiera se va a casar conmigo y me hará bebés y me tratará de la mierda, ¿Te das cuenta de los enfermos que están? Yo les voy a demostrar que puedo lograr tener mi familia y a un buen hombre sin que me toque, les mostraré que una persona es virgen porque quiere y que su entorno sea cual sea, no influye— mi amiga niega una y otra vez.
—¿Quién coño está tan loco para aceptar algo así? No debería de importarte lo que dicen, Zuly, deja esa maldita apuesta, jamás encontrarás a ese hombre dispuesto a todo eso, por un coño mujer… debe estar contigo, tener hijos y después casarse sin tocarte, no seas tonta— muerdo mi labio, ella tiene razón, debería dejar la apuesta, pero en algo se equivoca.
—Ya tengo a alguien— le miro —dispuesto a cumplir cada paso y solo debo cumplir una condición, tener dos bebés y no uno— mi amiga se queda sin respiración —Sinclair Drummond me ha propuesto ser suya y tenerle dos bebés, en cambio él se casará conmigo y me ayudará a callarle la boca a mi hermana— mi amiga no se mueve y me preocupa que no lo haga, sueno los dedos frente a su cara y no reacciona.
—No te lo creo— susurra, cuando se centra en mí, me mira con incredulidad —¿Estás hablando del dueño de la firma más prestigiosa de los Ángeles? ¿Me hablas de ese que tiene a la mujer que quiera, cuando y donde quiera? ¿Del maldito Rey del Swinger? ¿Del mayor ligón de la historia? Joder Zuly, ¿Sabes dónde te estás metiendo? Esto es una locura, tiene que haber algo más… no lo puedes aceptar, deja esa maldita apuesta o te arrepentirás— levantándome le miro.
—Sabes bien lo que supone ser hija de Brith y Edison Bélanger, que sea virgen lo hace aún peor, sabes que si no he perdido mi virginidad es justo para no dar gusto, es para que las personas se den cuenta que no soy como mis padres, y no, no me avergüenzo de ellos, pero no me gusta que piensen que mi vida es igual a las de ellos, ya estoy cansada de que mi hermana y todo el mundo estén tan seguros de lo que será mi futuro, solo quiero demostrarles a todos que se equivocan, algún día tendría familia así que es lo mismo, no pasa nada si la tengo un poco antes, y eso no quitará que me llegue a graduar, lo sabes, solo necesito tu apoyo en esto— mi amiga suspira sin dejar de mirarme, es la mayor locura que estoy a nada de cometer.
—Está bien, te apoyaré, pero por favor… si aceptarás la propuesta de Sinclair habla con él, no quiero que sufras y te pase lo de tu hermana, joder… te vas a casar con él y si esto no resulta sufrirás, y tendrás que divorciarte, serás noticia amiga, piénsatelo bien, y si hay posibilidad de que dejes esta absurda apuesta déjala— asiento, desde luego no dejaré esta apuesta, eso nunca, demostraré que ellos se equivocan, además será divertido, amo a los niños y Sinclair por muy capullo que sea está igual de loco que yo. Desde ahora iniciaré a cumplir mi parte, aceptaré la propuesta de Drummond.
Ha pasado 2 días desde que Sinclair se ofreció para ayudarme en mi apuesta y de paso proponerme algo como única condición, 2 días desde que le dije a mi mejor amiga que lo aceptaría, pero aquí estoy sin querer darme cuenta que él es mi única opción y sin querer tirarme a la boca del lobo, sé que ese hombre no cumplirá lo que yo le pida, no es hombre de una sola mujer.—Oh miren mis amores… su tía la santa— se mofa mi hermana al verme entrar al comedor —saluden— mis niños sonríen con inocencia y sus ojitos brillantes.—Buenos días tita— saluda camilo a la par que su hermano.—Buenos días cielitos— beso la cabeza de mis sobrinos quie
—Fue Sinclair, y antes de que te enojes no le he dicho que sí, y tampoco puedes juzgarme por el beso, el idiota lo hace delicioso— mi amiga me mira con advertencia y yo sonrío —está para besarlo hasta desmallar, está para dejarlo usar su lengua en lo que quiera, está para amarrarlo a la cama y cada vez que da hambre comérselo, esta para ponerle chocolate y que él sea la fresa, el gilipollas está para nosotras ser el helado y él nos ponga la leche condensada— mi amiga carcajea y yo tras de ella, siempre le ha hecho gracia que sea virgen y se me ocurran estas cosas, pero el sexo es algo natural y yo santa solo por mi virginidad, siempre escucho a mi madre y sus amigas hablar de las cosas perturbables que hacen con sus esposos y compañeros de juegos.—Estás loca, ¿No te da vergüenza haberte burlado de las mujeres que lo llaman constantemente a la oficina y ahora te des cuenta que razón tenían?— asiento bastante avergonzada.—No quería corresponder, pero cuando sus labios to
Al separarme de Sinclair le miro a los ojos. Agitada, con un calor tremendo y con las piernas temblorosas me aferro a él, si lo suelto juro que me caigo por lo complacida que me ha dejado ese beso, estoy que suspiro.—No pude evitarlo— me sonríe —siempre quise besarte y ahora que puedo hacerlo no me voy a contener— sonrío como una tonta.—De acuerdo, pero debes escucharme y…— vuelve a besarme y yo vuelvo a corresponderle. Estamos tan sumergidos en aquel pasional beso que nos damos cuenta de los flashes ya cuando han iniciado sin parar.Sinclair me toma de las caderas y posamos para las fotos, me da uno que otro beso, todo aquello me confunde, ¿Cómo es que un ligón profesional se ha comprometido de esta manera tan fácil?—A mi oficina ahora— ordena papá una vez Sinclair y yo nos alejamos de los flashes, Sinclair resopla y yo de lo más norma
—No habrá ninguno— le da una última mirada a la mujer que nos mira con fuego en los ojos y nos marchamos dejándola soltando espuma por la boca —pa´ qui, pa´ ya…— escucho que dice Sinclair, no le presto atención y sigo caminando —pa´ ti, pa´ mi— frunzo el cejo y decido seguir mi camino, no entiendo lo que dice —pa´ ver y pa´ disfrutar— cansada de escucharlo decir cosas sin sentidos me detengo y al girar con gestos de manos le hago comprender que no lo entiendo, él entiende mi pregunta y sonríe —cuando caminas tus caderas se mueven de manera exquisita y tus nalgas se contonean de manera morbosa— quisiera enojarme con él, pero no puedo su gesto es gracioso y no hago más que reírme.—Estás loco, ¿Dónde has aprendido eso?— lo tomo de la mano y nos sentamos en uno de los sofás que hay en el bar.—Fui a Puerto Rico, y se me ha quedado una que otra palabra en español— niego mirándole.—Solo te quedaron las malas, deberías aprender más español— él asiente —es en
Trabajar junto a Sinclair no había sido tan peligroso como ahora, ese hombre me tortura con cada beso que me da, con cada detalle que tiene conmigo me enamora un poco más, nunca pensé decir esto una semanas después de aceptar su propuesta, pero realmente ese hombre está iniciando a gustarme mucho, es rápido, demasiado para ser yo, pero algo me dice que esa manera de tratarnos antes eran indicios de que nos pertenecíamos uno al otro, lo sé, lo sé… soy una suspira corazones, me encanta el romance y Sinclair me ha demostrado que es romántico, ¿Cómo no enamorarse?Mi hermana como siempre es una toca pelotas, ahora no me molesta con eso de que soy virgen, ahora está totalmente convencida que mi virginidad será historia una vez me mude con Sinclair, que por cierto será este día, mis nervios están de locos y las burlas de Ira me lo ponen más difí
—Deja de llamar, te lo he pedido mil veces, respeta a mi mujer, te he dejado en claro que su posición siempre será respetada y defendida por mí, te agradecería mucho que no vuelvas a decirle nada de lo que le has dicho— sin más corta, y besa mi frente —lo lamento rubia, se los he dejado claro mil veces— asiento humedeciéndome los labios.—Lo sé, no pasa nada, confío en ti, ¿Lo sabes cierto?— él asiente y yo recuesto mi cabeza en su pecho —confío en el capullo que me está enamorando— bromeo —¿es hora de la cita médica?— me separo para verle a los ojos —estoy nerviosa, finalmente me voy a embarazar— en sus ojos hay un brillo único, siempre que hablamos del embarazo se emociona.—No veo la hora de verte con la nariz hinchada, con los pies adolorido y cargándote en todo yo por hacerte p
Papá se suelta de mi madre y camina rápidamente en nuestra dirección, Sinclair se aparta de mí y yo me coloco en media, con el corazón a mil me encojo solo esperando que esos dos se vayan a los golpes, pero me siento por los aires y todos carcajean.—¡Papá!— chillo cuando me baja y me abraza —eso no se hace, creí que se pelearían— papá muerto de la risa me besa la cabeza.—No bebé, el imbécil de tu novio nos ha pedido venir para una bienvenida, es todo— miro a Sinclair y él me guiña, apartándome de papá corro hasta él y lo abrazo para después besarlo.—Deja de sorprenderme así— me abraza por las caderas y me pega más a
Las horas pasan y la visita llega a su fin, mi familia se va y quedo sola con Sinclair. Sin hablarle me dirijo a la habitación para tomar una ducha y acostarme, me siento agotada por toda la risa que se dieron después de mi disgusto.—Dios— susurro saliendo del baño, al ver a Sinclair pienso si salir o quedarme ahí, pero finalmente me quedo, estoy enojada solo porque pidió quedarse con ella, pero eso no significa que la prefiriera a ella, o eso quiero creer, no debió pedirme eso.—¿Puedo hacerte una pregunta?— me mira cuando me siento a su lado para acostarme.—Claro, y te concedo otra— sonríe y se acomoda para mirarme de frente.—¿Realmente te estás enamorando de mí? Quiero decir, ¿No lo haces solo por lo de la apuesta y querer ganar y demostrar eso que quieres?— su pregunta me asombra, no creí que dudara de lo que yo le he dicho.—Por supuesto me estoy enamorando de ti, no, déjame corregir, realmente estoy enamora de ti— dejo salir