Capitulo Cuatro.

7:12 am.

Me levanto temprano a pesar de ser domingo, Ashton continúa durmiendo, llegó muy noche ayer.

Preparo el desayuno, bueno sólo para él y para mi, papá se ha ido desde temprano, no dijo a dónde ni a qué hora regresaba, y no es muy difícil de saber, él irá a donde vendan licor por litros de ser necesario.

Tomo una bandeja y coloco pan, café y huevos revueltos, camino hacia la habitación de Ash y por un momento dudo en despertarlo, pero lo hago.

-Ash, preparé desayuno. -le digo.

Él se remueve un poco, frota sus ojos perezosamente, me mira aún con los ojos un poco cerrados y me sonríe.

-Hola pequeña pelirroja.

Dejo la bandeja en la mesita y me siento en la cama.

-¿Estuviste estudiando hasta tarde? 

-Sólo un poco, no me dormí tan tarde.

-Galilea, Galilea, ¿Qué voy a hacer contigo? Sabes que no es bueno para tu salud trasnochar, me prometiste no volver a hacerlo. 

-Lo siento.

-Ven acá, -me señala el lado vacío de su cama.

Sin dudarlo dos veces me recuesto a su lado, siento un nudo en la garganta, Ash no lo sabe pero anoche papá fue muy duro conmigo, dijo cosas de las que no estoy segura sean verdad.

Siento mis mejillas mojadas, no quiero parecer una llorona frente a mi hermano pero tampoco me da vergüenza hacerlo, justo en este momento me siento mal, triste, herida.

-¿Qué ocurre pequeña?

-Nada, no pasa nada. -le resto importancia.

-¿Acaso me ves cara de tonto Galilea? 

-suena molesto.

-No, es papá, él ha cambiado mucho desde... desde que sucedió lo del asesinato y me da miedo.

Ashton se levanta queda medio sentado, me mira tiernamente y limpia mis mejillas con sus dedos.

-Sé que papá cambió mucho, pero se le pasará confío en eso, ya verás que lo supera y volvemos a ser la familia que siempre fuimos.

-¿Lo prometes?

-Haré todo lo que esté en mis manos para que eso suceda, no te prometo nada pero lograré que esta situación acabe. 

Me abrazo de mi hermano, no sé si es momento de decirle lo que papá me dijo anoche, tal vez sólo estaba alucinando por estar ahogado en alcohol.

Terminamos nuestro desayuno tranquilamente, en unas horas debo encontrarme con Camila en el deportivo, ella me escuchará y me ayudará a salir de esta situación como siempre lo ha hecho.

-Así que no le dirás nada Ashton, ¿por qué? -cuestiona Camila mordiendo su paleta helada. 

-No quiero hacerlo, no sé cómo lo vaya a tomar. Además estaba ebrio, seguramente no tiene sentido.

-Pues si tiene o no sentido deberás decírselo, tu papá te acusa de algo realmente atroz, no puedes sólo ignorarlo Galilea.  Sé que esto no es fácil amiga, pero conozco a Ashton, él se molestará si se lo ocultas, debes decirle de lo contrario ya no podrá confiar en ti. 

Analizo las palabras de mi amiga, ella como siempre tiene razón, debo decirle a mi hermano de lo que papá me está acusando, a decir verdad quiero decírselo porque definitivamente esto cambia el panorama.

Ashton

Termino de preparar los papeles que necesito entregarle a la señora Lucrecia, sonrío ante el recuerdo de Afrodita, la manera en la que bailó aquella noche, el momento en el que sus ojos hicieron contacto con los míos, suspiro como tonto al recordarla, quiero verla de nuevo, disfrutar de su baile, admirar su cuerpo.

Niego con la cabeza, me he endiosado con una chica que apenas conozco, escucho la puerta de la entrada ser azotada, seguramente mi padre ha llegado.

-¿Ebrio de nuevo? -cuestiono.

-No es cosa que te importe Ashton. 

-responde con dificultad.

-Pues te equivocas, me importa mucho, Galilea está sufriendo con toda esa situación, debes parar papá.

-No me interesa lo que Galilea sienta.

-Es tu hija, no puedes seguir asustandola de esa manera, reacciona papá, la dañas, te dañas, me dañas y esto no nos deja nada bueno.

-Esa niña no nos dejó nada bueno Ashton, ¿ya olvidaste todo lo que debemos sufrir por su culpa? 

-¿Otra vez con eso papá? Galilea era una niña cuando es pasó, no puedes culparla. -digo molesto.

-Tú no debes defenderla, también te hizo sufrir, ¿no? También te quitó la felicidad, no la puedes amar tanto Ashton.

-Pues te equivocas papá, la amo y el pasado no es lo suficientemente grande para olvidarme de ese amor, ella no me quitó nada, ella era inocente cuando eso sucedió.

-Ella es una asesina, lo sabes, ni todo el amor que le tienes podrá borrar ese recuerdo de tu mente, ella mató a tu madre y eso aquí o en china, pasado o presente nada lo va a cambiar.

Mi padre sale nuevamente de casa, me deja hecho un lío, ¿por qué cuándo todo está casi olvidado el viene y revive todo lo que quise olvidar?

Mi niña no hizo nada, ella era demasiado pequeña para saber que algo de esa magnitud sucedería, espero que mi padre nunca se lo mencione, no quiero que crea que le mentí, aunque así haya sido, no la culpé antes y no lo haré ahora. Fue un accidente y aunque él lo niegue y culpe a Galilea yo sé exactamente lo que pasó. 

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