Capítulo 3

Sin ganas de que todos me miren como si fuera un demonio bufo y los miro a cada uno con desinterés.

—Supongo que esta cena tiene algún propósito, es viernes y no domingo, además nadie está cumpliendo, así que… ¿Dirán a qué viene todo esto?— mi madre sonríe y mira a mi padre, enarco una ceja y desvío la mirada cuando inician a besarse, parecen adolecente los dos.

—Quiero darles una estupenda noticia— dice mi madre con emoción llamando mi atención, le miro curiosa.

—Pues habla mujer— le ordena la tía Carla sonriendo, mamá asiente y dándole otra mirada de complicidad a mi padre le sonríe para después mirarnos a todos, cada vez más a la expectativa me acomodo en mi puesto.

—Vamos a tener otro bebé— aquella noticia me cae como un puto chorro de agua fría con pedazos de hielo que golpean mi cabeza.

—¿Es una broma?— me levanto interrumpiendo las risas de felicidad —joder mamá, tienes cuarenta años, deberías estar pidiendo nietos y no dando hermanos— le digo furioso —por una mierda, solo esto faltaba… no puedo creer que…— una bofetada me calla la boca.

—Respétame, soy tu madre y a mí no debes hablarme así— me mira con los ojos abiertos plan loca, da miedo cuando mira así, es peligrosa, pero yo estoy muy cabreado como para acojonarme —deberías estar feliz y no ser tan grosero— soportando el ardor de mi mejilla me doy media vuelta para salir de ahí —¿A dónde vas?— me pregunta en un grito.

—Al infierno, ¿Quieres venir?— un plato se quiebra justo frente a mí, no hago caso sigo mi camino y salgo de esa mansión.

—Eh macho, espérame— Francesca se sube al lado del copiloto —también quería salir y me has dado el pretexto idóneo, venga en marcha— resoplo y enciendo el auto.

—Voy con ustedes— llega corriendo Lean, le miro enarcando una ceja y cierro las puertas con seguro para que no pueda entrar —Kahin, por favor— dice poniéndose en mi ventana.

—No, lárgate a casa ahora mismo— le ordeno cabreado —no quiero estar cuidando a niñatas, venga largo— le miro a los ojos y en los suyos hay dolor, pero no me importa, no estoy de humor y no puede estar presente a donde vamos.

—Imbécil— susurra y se aleja, yo arranco el coche a toda pista y me alejo de ahí.

—Fuiste una total mierda con la tía Marilí, la has dejado llorando— me limito a escucharla —ya sabemos que no queremos más hermanos, pero no tenías que reaccionar así. Kahin, la tía esperaba que estuvieras feliz por eso, agradece que el tío Kahin la retuvo, iba detrás de ti y entonces no la hubiera contado— carcajeo cabreado.

—Ella debería estar pasando la menopausia y no estar embarazándose, por una mierda, papá tiene ya cincuenta y seis años, que se relajen por una mierda, ¿Qué coño haré yo con un hermanito? No me jodas Francesca, no me jodas, será extraño…— mi prima resopla y se queda en silencio el resto del camino.

Una vez llegamos a la fiesta de Lezcano nos adentramos en la casa, todos inician a saludarme, pero yo los ignoro, al ver a dos chicas que desde hace semanas están tras de mi las invito a una habitación.

—Los condones están en la primera gaveta— me indica Lezcano, asintiendo subo con las chicas, una vez en la habitación inicio a llenarlas de atenciones. Beso sus cuellos, hombros, mejillas y demás, pero no la boca, no estoy de acuerdo que cualquiera me bese y me pasen los fluidos de otros imbéciles, consejo de papá.

—Aaahhh— jadea una de ellas cuando mis manos se aferran en su pecho, la otra chica inicia a acariciarme bajo la camiseta. La excitación se instala en mí y la lujuria me domina. Sin mediar palabra pero calentándolas con mis caricias las voy desnudando a ambas, una vez están desnudas, Una de las chicas me desnuda mientras la otra acaricia, mima y besa cada parte de mi piel que va quedando al desnudo así provocando en mí una sensación de éxtasis y descontrol. El vello se me eriza al sentir el roce en mi polla, cierro los ojos y me dejo hacer por ellas, me besan por todos lados y acarician todo lo que pueden.

Al sentir que la chica llega a mi polla y se la introduce a la boca sin titubeo inmediatamente llevo mis manos a su cabeza para sentirme lo más profundo que puedo. Sus gemidos de asfixia me ponen mucho más duro, más deseoso y muy desesperado.

—Joder— gruño al ver a la otra tocando a su amiga. Lujuria y morbo, eso es lo que más me gusta de un encuentro sexual y es lo que ellas me están dando. Sin ganas de darle largas al juego me separo de la chica y la miro a los ojos, sonrío al ver los suyos llorosos —a la cama— les ordeno, ellas me hacen caso, y al acostarse inician un jodido juego que me hace gruñir alto. La morena le hace sexo oral a la rubia dejando en alto y bien abierto su culo, inmediatamente voy al cajón y saco un preservativo para colocármelo, ya listo sin medir fuerza me hundo en ella provocándole un grito por la repentina invasión y sé perfectamente que también por el dolor.

—Kahin— chilla temblando completamente, le doy una fuerte nalgada.

—Sigue con tu juego, quiero ver cómo te comes su coño con desesperación por el placer que te estoy dando— ella entre gemidos y gritos por mis penetraciones obedece. La chica rubia se retuerce y se aferra a la cama por la intensidad de ese sexo oral que nos está complaciendo a los tres.

Mis empellones la hacen ahogar sus gritos en el coño de su amiga, la contundencia que empleo le provoca placer, dolor y desquicie así teniendo una reacción en cadena, la chica del cabello rubio quien recibe el sexo oral intenta quitar a su amiga, ya no soporta tanto placer, pero aquí apenas estamos iniciando y quiero enloquecerlas tanto como se pueda, ellas querían todo de mí y ahora se los estoy dando.

—Ya no más…— grita la chica acostada —ya para Génesis por favor— le ruega volteando los ojos dejándolos completamente en blanco, sonrío al verla, cuando la tal Génesis intenta apartarse sostengo su cara y se la mantengo junto al coño mojado de su amiga, sus palabras ahogadas me excitan. Acelero más mis movimientos, tanto que ella se corre en chorro, salgo de ella inmediatamente.

—Vamos, arrodíllate sobre la cara de tu amiga para que beba de ti— la morena temblando de pies a cabeza hace lo que le pido, yo tiro de la rubia y la penetro con rotundidad, trata de cerrar las piernas, pero yo se las mantengo abiertas y sigo penetrándola sin piedad, tiene su coño rojo, tanto que me desquicia verla, me gusta cuando se ponen rojas —eso es…— digo con voz gruesa por los gemidos de ambas, están sintiendo mucho placer y eso me complace, me fascina saber que soy el rey en la puta cama.

—Oh Dios…— se convulsiona la morena —si… si…— mueve sus caderas restregando su sexo por toda la cara de su amiga. Llevo mis manos a los pechos de la rubia y se los estrujo con fuerza para dejarlos rojos, los piñizco y tiro de sus pezones, se mueve inquieta y desesperada. Le doy nalgadas a la mujer que está asfixiando a su amiga en busca de su propio placer.

—Por una mierda— no puedo dejar de gruñir, los tríos se me hacen más interesantes que estar con una sola mujer… se me hacen perfectos e inspiradores. Al acelerar mis movimientos la rubia no lo resiste más y se corre, se abraza a las piernas de sus amiga e inicia a devorar su coño con la misma intensidad en la que está teniendo el orgasmo que yo le he ofrecido —Génesis— digo separándome de la castaña —siéntate mirándonos y mastúrbate. Quiero que te metas los dedos por tu coño y me mires a los ojos mientras lo haces— cuando se quita de sobre su amiga yo giro a la rubia y la pongo en cuatro. Escupo su culo y la voy lubricando, cuando mi dedo sale y entra con facilidad guio mi polla a su ano y me voy hundiendo en ella, no puedo evitar pensar en lo accesible que es, mi polla se va deslizando lentamente pero sin problemas.

—Dios— chilla —estás muy grande— no me interesa lo que dice, solo me preocupa entrar del todo y deleitarme la vista con la mujer que se masturba y toca los pechos frente a nosotros —Kahin— soy consciente de los gritos de la chica cuando me estoy moviendo con violencia, pero no me detengo, inicio a nalguearla y a buscar mi propio placer esta vez.

Cansado de estar en esa posición hacemos el 69+1, esta vez penetro a Génesis, me maldigo por haberme quedado con su nombre, pero no me preocupo, seguramente una vez salga de esta habitación lo olvide como lo hago siempre. Cuerpos sudorosos, respiraciones caóticas, gritos desesperados, gruñidos broncos, espasmos, fluidos por donde toque y ojos cansados pero llenos de placer, las chicas no han dejado que mi polla descanse, me exigen, me seducen y me tientan. Yo caído en la tentación, cumplo cada una de sus exigencias y nuevamente salga siendo el Dios de dos mujeres que han obtenido de mi todo lo que querían… o bueno, no todo lo que querían, no volveré a tocarlas, ya conozco sus cuerpos y reconoceré sus coño, me gusta renovar y expandir mis conocimiento.

—Fue todo un placer muñecas— sonrío ocultando mi cansancio, ellas han quedado tan satisfechas que una vez me separo de ellas para vestirme quedan acostadas. Relajado y con despreocupación bajo para poder beber y fumarme un porro.

Las mujeres… joder, las mujeres son las criaturas más extravagantes, mas majestuosas y más peligrosas del mundo. Blancas, morenas, pelirrojas, rubias… bajas, altas, delgadas o rellenitas… cualquier, absolutamente cualquier clase de mujer es una perfección y siempre que piden algo de mí que tenga que ver con la cama las complazco… ya lo sé, las enfermedades, los embarazos y demás, no soy estúpido, sé muy bien cómo hacer las cosas inteligentemente. No siempre pienso con la cabeza de abajo.

—Eh amigo— Wendolyn se acerca a mí y me tiende una cerveza cerrada, la destapo y me la bebo toda sin detenerme, estaba muerto de sed, esas mujeres me secaron los huevos —Francesca ha dicho que venía en 3 horas— se mira el reloj —eso fue hace 3 horas— carcajea —no tarda en llegar— asiento y ordeno que me traigan otra cerveza, al ver a Elena traerla sonrío y le abrazo al verla con ese diminuto vestido rojo.

—¿Cómo está mi preciosa novia?— se para de puntillas y me da un beso en los labios.

—Algo enojada, he subido y dos chicas gritaban como cerdos en matadero— se cruza de brazos una vez le quito la cerveza, ella se mira las uñas —sé que eras tú quien se las estaba follando— hace su pelo para atrás con dramatismo y me mira a los ojos —amorchi… ¿Por qué tienes que follar siempre? a ver… sé que te doy libertad, sé que me gusta follar en compañía, pero ya estoy harta de tantas mujeres— frunce el cejo —¿Acaso no te doy yo lo que quieres? ¿Acaso te gustaría que yo me follara a otro sin estar tú presente?— al ser consciente de que la música está baja y todos nos miran recorro el lugar.

—¿Algún puto problema? Suban la puta música y dejen el cotilleo hijos de perra— como si les dieran una patada en el culo a todos suben la música y siguen con la juerga, miro a Wendolyn —si llega Fran dile que no tardo— tomo de la mano a Elena y la subo a una habitación —que sea la última vez que me digas una mierda así, ¿Lo has entendido?— ella inmediatamente me abraza y besa mi pecho —¿Crees que soy un puto juego? ¿Crees que yo te voy a permitir estar con alguien más sin ser yo el que te ofrezca?

—Perdóname amorchi… lo siento mucho— dice desesperada —solo estaba celosa— me mira haciendo un puchero —lo siento…— como no digo nada se va arrodillando, sigo mirándole serio y ella va abriendo mis pantalones para liberar mi polla que está dura de solo pensar lo que hará con esa boquita rosadita de labios gruesos que tiene.

—Joder— cierro los ojos y echo la cabeza hacia atrás, disfruto de esa sensación de frio —por una mierda, has comido halls— ella se vuelve mucho más agresiva, sostengo su cabeza y la hago metérselo hasta la garganta, cuando siento sus arqueos salgo de ella para que respire y así lo repito hasta que ella sola lo hace. Me dejo llevar por la excitación y el placer, Elena sabe siempre como mamármela, ella lo disfruta y siempre está hambrienta de mí por lo que me exprime muchas veces rápido. Con un gutural gruñido me corro en su boca y ella lo bebe todo de mí, me mira con los ojos llenos de lágrimas y negros por la pintura que se pone en los ojos.

—¿Te gustó mi amorchi?— inicio a arreglar mi polla.

—Sabes que si— ladeo mi sonrisa —ahora vamos, te voy a dejar a tu casa para largarme a la mía— tomados de la mano bajamos y Francesca ya ha vuelto de follarse a su capullo.

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