—No, tú estás conmigo y no te irás con ella— maldigo mentalmente, estos follones se están volviendo más frecuentes de lo que me gustaría, y sé que Lean lo hace solo por joder, pero yo no lo miro así, lo veo en que tengo que elegir. Me siento patético, ella ni siquiera sabe que la quiero de manera inapropiada.
—No tardo nena— beso sus labios y voy tras esa mujercita que le gusta joder a mi novia —¿Qué sucede Lean? ¿No se casan de molestar a Elena?— le miro serio aparentando molestia, debo ser igual de duro con ella, no me puedo permitir actuar como un blandengue siempre que estoy con a su lado.
—Oh vamos— ríe —¿Me vas a decir que no te das cuenta que esa estúpida es una completa inepta? No me jodas— le miro con advertencia.
—A mí no me hables como le hablas a esos imbéciles que están detrás de ti como moscas, ¿Lo has entendido?— no deja de sonreír, me mira a los ojos y siento como mi corazón bombea con fuerza —deja de sonreír así, por una mierda— se acerca más a mí y me abraza.
—Te quiero amargado, cálmate— cierro los ojos y muerdo con fuerza mi labio, así son todas, una miradita, un beso, un abrazo o con solo sus caras de cachorritos me hacen un blandengue, ¡las mujeres de la familia son unas manipuladoras! —solo le quise dejar claro que nos eliges a nosotras sobre ella— se encoge de hombros una vez se separa —¿Le has pedido permiso a mis padres? Kahin, quiero ir a esa fiesta con las chicas, por favor— resoplo.
—Sí, la tía Lucelia se quiso poner dura, pero el tío Loan se puso de mi parte al igual que el abuelo, por cierto, me ha ofrecido una patada en el culo si les pasa algo— le miro a los ojos con seriedad –si las llevo no quiero verlas con ni un solo hombre, quiero que se queden quietas y que no me estén buscando, y por supuesto nada de alcohol, de ser así las saco a rastras y las devuelvo, ¿Lo has comprendido? Así que habla con Marilí, no les aguantaré ni una sola desobediencia o les va mal— ella se va poniendo seria con cada palabra que digo —vestimentas, vaqueros largos y camisetas largas sin escote, cuello de tortuga de ser posible, ¿Entendido?— no deja de mirarme ahora con el cejo fruncido.
—Pero Kahin…
—¿Entendido?— la interrumpo.
—Maldito manipulador de mierda, ahora entiendo porque coño estás con esa escasa de cerebro, es la única imbécil que te soporta— ataca como la fiera que es cuando la hago enojar —eres un hombre que debe estar solo— se va alejando —Dios me libre de hombres como tú, capullo— vuelve al grupo y me deja maldiciendo como un loco.
—Debes parar esto— miro a mi lado y Francesca niega —joder Kahin, cada vez lo demuestras más— saco un cigarrillo y lo enciendo, Francesca es la única que sabe lo que estoy sintiendo por Lean —solo mírate, la enojas hasta el punto que desea patearte los huevos, y mira que no hay ser más dulce que Lean… bueno, Nasya no cuenta— se encoje de hombres, a mi hermanita no hay persona que le gane en ser buena.
—Lo sé, pero no te preocupes, esto no irá más allá. No lo voy a permitir, es mi prima y debo respetarla, pero no puedo evitar ser un capullo también con ella— Fran asiente, sabe que lo que digo es verdad, es un amor imposible el que siento por Lean, pero lo capullo no puedo dejarlo —los tíos y mis padres han permitido que ellas vayan con nosotras, debes cuidar de ellas— inicio a caminar en dirección al grupo, mi amigo le está sonriendo mucho a mis hermanas.
—No me jodas Kahin, no las voy a cuidar, ellas están grandes, déjalas ser por un día— me detengo y le miro demostrando que estoy en desacuerdo —a la mierda con tu puta mirada, no me jodas macho. No la podrás cuidar toda la vida, son vírgenes Kahin, vírgenes porque los tíos, el abuelo y papá las cuidan como si fueran oro en polvo, no seas tú así, bueno, ya lo eres, pero concédele un día libre, prometo que no se van a entregar al verse libres, nos son estúpidas— frunzo el cejo y le miro fijamente.
—Si le parto la cara a más de uno será tú culpa— inicio a caminar nuevamente —¿Ya basta con esas sonrisitas no?— miro a Roman, mis hermanas inician a refunfuñar como ellas sola saben. Elena inmediatamente se cuelga de mi brazo.
—Tranquilo hombre, no pasa nada— Roman trata de calmarme —solo hablamos y en las conversaciones se suele reír— me informa como si fuera estúpido.
—Amorchi, debo irme, mis amigas me están llamando, es la hora de retoque— le miro y sonrío.
—Deja de maquillarte tanto— le doy un beso en los labios —nos vemos después— cuando se va alejando la nalgueo y ladeo mi sonrisa —joder…— susurro al verla contonear sus caderas al caminar.
—Idiota— escucho que dice Lean, le miro y ella me ignora como si no me hubiera ofendido a mí —¿Qué?— me mira cabreada por mi insistente mirada —a ella es a quien le deberías decir como coño vestir— boto la pava del cigarrillo y ladeo mucho más mi sonrisa.
—Por supuesto que lo hago, solo mira lo sexy que se ve— vuelvo a mirar a Elena quien ya se va perdiendo en los pasillos —lastimosamente ustedes no tienen ese permiso de vestir tan sexy— le miro burlón y ella me mata con esa mirada que me enciende todo lo que no se debe encender —si las miradas mataran desde hace mucho fuera un asesino en serie— le guiño.
—Capullo— mira a mis hermanas y se van ella muy cabreada como siempre.
—Un día te va a hacer una seria por enojarla de esa manera— ríe Francesca —hey, la cabreas de una manera que me da risa y compasión por ti a la vez— riendo me encojo de hombros.
—Ella sabe que soy lo único por la que la dejan salir, no le queda más que soportarme— mis amigos niegan, no pueden creer que sea un capullo con mi propia familia —vámonos a clases, lo que menos quiero es que nos dejen fuera otra vez— los cuatro nos vamos a nuestra clase.
Una vez terminadas las clases y saber que debemos venir mañana por incitar el desorden, nos dirigimos directamente a la mansión Hamann, mis hermanas tienen sus coches aunque solo usan uno, Francesca tiene el suyo y Lean no quiso traer el suyo así que la obligué a que se trasporte en el mío.
—Quita esa música— protesta —quiero escuchar a Adele— le miro para que ni lo sueñe —vete al polvo Kahin— sin prestarme atención quita a AC/DC y pone a su Adele, como le gusta esa puta mujer.
—Sabes lo que pienso de esto Lean, no toques a mi bebé, mucho menos cambies mi música— no me hace caso, se pone a testear y a sonreír, los celos inmediatamente me invaden —¿Con quién sonríes tanto? Te he dicho que no hables con esos capullos que solo quieren una cosa de ti— me mira y me obliga a mirar el camino empujando mi mejilla con su mano.
—No todos son tú, además estoy viendo memes, ¿Sabe el señor mala leche lo que son memes?— ruedo los ojos.
—Soy el amo de los memes, no lo olvides— sonrío al sentir como acaricia mi mejilla seguramente quitándome algo, pero las vibraciones que siente todo mi cuerpo desea que sea una caricia amorosa o deseosa.
—Por lo menos dile a tu noviecita que no te deje labial por todos lados— suspira —¿Cómo es que ella se deja hacer todo por ti y aun así están juntos? Digo, ¿No tiene dignidad?— me pongo serio tras su pregunta y cuestionamientos.
—No te importa, no te metas en mis asuntos, has lo que dice la tía Carla, mira la barba de tu vecino arder y pon la tuya en remojo— digo con toda la hipocresía del mundo y me centro en el camino.
—Anda… el señor profundo y experimentado, eres un patán por jugar así con ella, ¿Sabes algo? Eres un hipócrita. Vienes y nos quieres cuidar a nosotras y tú haces lo que no quieres que nos hagan, es una stupiditá— dice en italiano, no digo nada, no será con ella con quien hable de mis mierdas.
Al llegar a la mansión están todos, el abuelo Malcolm, Randon, las abuelas Lourdes y Camilla, los tíos Francesco, Loan, las tías Lucelia, Carla y por supuesto mis padres además de mi primo, el hermano menor de Francesca y mi pequeño tío de 14 años de edad, joder con la abuela Camilla y Randon.
—Mis niños— mamá se acerca a nosotros, yo la esquivo y saludo a Rucher, mi mejor amigo canino, lo tengo desde que tengo memoria. No estoy para esos mimos de mamá —eh macho, puedes tener mil años y aun así te seguiré tratando como mi bebé. Ven aquí y saluda a tu madre, mi Marrone precioso— le miro serio, pero ella aún más, así que sin más que hacer la abrazo y beso su cabeza, es pequeña, muy pequeña.
—Hola mamá— la saludo con una sonrisa —muero de hambre, pasemos de la conversación por favor— le pido —supongo que ya han hablado todo lo que querían— todos me miran, no saben qué hacer conmigo.
—Solo míralo— tía Lucelia se acomoda en su puesto —solo le salen unos pelitos en los huevos y ya se creen unos Dioses. Ven aquí y saluda como debes hacerlo, tus primas y hermanas lo han hecho— sin hacer ni un solo gesto para no buscarla la lengua, sonriendo los saludo a todos, al llegar a mi tío Loan me da un beso en la mejilla.
—Venga ya tío— lo alejo de mí —a mí no me van esas cosas, joder— carcajea y me revuelve el cabello.
—Me han llamado de la universidad— me informa mi padre, inmediatamente miro a Francesca y me hace saber que no ha sido Alex —quieren que sea uno de los padrinos para un proyecto que tienen en mente— asiento —¿Sabes algo al respecto hijo?— niego.
—No papá, sabes que no me dicen nada a mí, y no es para menos, de saberlo llevaría ventaja— <<y vendería la información>> sonrío tras mi pensamiento.
—Pues bien, pasemos a la cena, muero de hambre— resopla mi padre, todos se levantan y se van al comedor, cuando voy a seguirlos mi padre me detiene —tenemos que ir a la corporación para que inicies tus prácticas— dejo caer los hombros, desde mis 16 años papá me ha estado enseñando todo en referencia a la corporación.
—Bien papá. Me alego finalmente hacer el trabajo y no solo estudiar como un friqui— me sonríe y pasa su brazo por mis hombros.
—Ya debes descansar de las farras y las mujeres hijo, ya tendrás tiempo para ello— asiento, papá me da toda la libertad que quiero, pero después está mamá que me cree un crio de 14 años.
—Bien, entonces me divertiré como nunca mañana en la fiesta— al entrar al comedor ya todos están sentados, mis hermanas y primas cotilleando con las adultas, como les gusta el chisme a todas.
—Mamá, mañana antes de la fiesta iré con las chicas al salón— le informa Nasya a mi madre quien sonriéndole asiente.
Aburrido y mirando como todos están en paz pongo a prueba lo que pienso, mi familia no es disfuncional por solo estar loca, todos están mezclados y realmente no se saben si son tíos, primos o hermanos.
—¿Entonces abuelo Randon? ¿Qué se siente follarte a la madre de tu mejor amiga?— todos me miran con la boca abierta, yo me limito a verlo atragantarse por contener la risa, por lo menos esta vez espero a que el mini tío se fue del comedor y quedáramos solo los adultos.
—¿Crees que eso es raro? Pregúntale a tu abuelo Malcolm que se siente, después de todo es el padre de Loan y esposo de Lourdes, lo que lo hace padre también de Carla… ¿No es más interesante?— el abuelo Malcolm le mira serio, a este men si le gusta jugar con su vida.
—Vete a la mierda Randon, respétame— le ordena mi abuelo de ahora 80 años —¿Crees que esto es gracioso?— me mira ahora a mí, quedo serio en el acto, con el abuelo no se juega —¿Qué ganas preguntando esas estupideces? Aquí nadie hace mal, es cierto que la sangre no hace a la familia, pero es lo que pasa, no tenemos la misma sangre, compórtate muchacho, estás siendo un problema siempre que te pones plan capullo, creí que esa línea se rompía con tu padre y mírate— bebo de mi agua y paso de esta conversación que por supuesto el abuelo me aclaró tal y como quería la duda que tenía.
Sin ganas de que todos me miren como si fuera un demonio bufo y los miro a cada uno con desinterés.—Supongo que esta cena tiene algún propósito, es viernes y no domingo, además nadie está cumpliendo, así que… ¿Dirán a qué viene todo esto?— mi madre sonríe y mira a mi padre, enarco una ceja y desvío la mirada cuando inician a besarse, parecen adolecente los dos.—Quiero darles una estupenda noticia— dice mi madre con emoción llamando mi atención, le miro curiosa.—Pues habla mujer— le ordena la tía Carla sonriendo, mamá asiente y dándole otra mirada de complicidad a mi padre le sonríe para después mirarnos a todos, cada vez más a la expectativa me acomodo en mi puesto.—Vamos a tener otro bebé— aquella noticia me cae como un puto chorro de agua fría con ped
—Has llegado— escucho que dice papá, al mirar en dirección a su sillón favorita resoplo, siempre se sienta en las sombras para asegurarse de que mis hermanas no escapen a media noche.—Y por lo que veo me esperabas— digo casualmente en un intento por evadirlo, pero antes de que ponga un pie en la escalera escucho sus pasos.—Vamos, quiero hablar contigo. En mí despacho obviamente— parece calmado y eso solo es motivo para obedecer. Fui grosero con mamá y eso él no lo tolera —¿Tengo que patearle el culo para que camines?— pregunta deteniendo su macha.—¿Tienes que hablarme así?— reprocho en un medio gruñido, si lo hago completo seguramente quedo noqueado hasta el día siguiente.—¿Acaso no le has hablado peor a tu madre?— ruedo los ojos con disimulo e inicio a caminar. Papá que es un hombre alto, d
Despierto con un hambre atroz, y con un humor de mierda. Muchas veces me pregunto porque soy así de capullo, pero es evidente, debo despertar con sexo o con la idea de que lo tendré con la persona que yo elija. Después de desperezarme miro el techo y pienso que será un día de mierda al tener lo que deseo ante mis narices y no poder tocarla por ser malditamente prohibida, esa maldita palabra nunca había existido para mí.—Maldita sea Lean— gruño presionando mi polla para después salir de la cama y meterme a la ducha, debo darme un baño y tranquilizarme o soy capaz de hacer una locura cuando tenga a cualquiera desnuda en una cama. Tras salir totalmente alistado para ir a la universidad y cumplir con el taller que me pusieron por salirme de clases bajo al comedor —muero de hambre— digo entrando sin saludar, toda mi familia está alrededor de la mesa y me miran como si fuera
Al llegar con mis amigos sonrío complacido, después de todo tuve sexo antes de la fiesta y aplaqué ese deseo que siento por Lean. Mis tres amigos me miran con complicidad, estos son los amigos que me gustan, no me juzgan y si algo les parece mal me lo dicen y no dan la nota con el tema.—Por lo que veo has coronado— bromea Roman —¿Era cierto?— me encojo de hombros.—Sea cierto o no, le he dejado claro que conmigo no se juega… ella quiso tenerme para su placer ahora debe abstenerse a las consecuencias. Además, le estoy pasando lo del noviecito que tiene ahora— las chicas ruedan los ojos.—Tienes un par de cojones bien puestos tú— bufa Francesca —tú puedes estar con cuantas quieras y ellas no— enarco una ceja.—Exacto, que inteligente eres rubita... ¡me deslumbras!— digo sarcástico, Francesca me da un puñetazo en el hombro y yo carcajeo —vamos, muero de hambre y no quiero ponerme de mal humor— los cuatros vamos al estacionamiento y en distintos autos nos marcha
Debería estar impresionado, debería alejarme, pero aquellos delicados y sutiles labios dulces me han hechizado. Ella me controla y yo no puedo hacer nada, por primera vez en mi vida no puedo con algo.Mis manos se aferran a sus caderas y la pego más a mí. Mi corazón late frenético, mi respiración está caótica y todo mi ser se siente de una manera que no puedo explicar, me siento abrumado por todo lo que este beso está provocando en mí.Este es el primer beso que me hace sentir más que excitación, me hace sentir emocionado, y debería estar mal, no debía aceptarlo, debía pararlo desde que inició, pero ha sido muy necesario sentirlo que ahora el hecho de ser prohibida por tener el título de prima, no es suficiente para abstenerme de esta sensación tan nueva en mí.—Lean— susurro presionándola más contra mi cuerpo y volviendo aquel beso sutil en uno más pasional o lleno de sentimientos —¿Qué coño ha sido eso?— me alejo de ella al darme cuenta de la manera en que la
Sin querer pensar más y dejándome llevar por esa fantasía que me pone duro cada vez que la imagino llevo uno de sus pechos a mi boca y muerdo su pezón a través del sostén, los huecos del encaje permitieron que parte de mis dientes se colaran y así mi lengua tener contacto con su delicada piel.—Mierda Lean… ahora si tengo el infierno ganado— le miro a los ojos y su boca medio abierta me invita a invadirla con mi lengua. Sin querer ser razonable la beso con fuego, ardor y deseo, con desesperación y lujuria. Al separarme por el inminente infarto que me dará por la velocidad con la que mi corazón late,le miro a los ojos.—Yo seré tu infierno entonces— le miro con determinación y después de convencerme que no es un sueño sonrío —¿Por qué me miras así y sonríes? Pecador— agrando más mi so
Los días pasan y verdaderamente es un infierno. Problemas en el campus con el idiota de mi profesor, enfrentamientos con Moisés, enojos con las chicas y cabreos con Lean. Maldita sea no me deja en paz, lo hace todo para fastidiarme la vida y ella lo sabe, sabe que odio verla sonreírle a alguien más, odio que mire a alguien más, odio que esté con alguien más.No he podido conocer al imbécil que la hizo suya por primera vez, y no puedo preguntárselo a ella porque se negará y además no me habla. ¿Por qué no me habla? Toda ella me confunde, toda ella me altera y toda ella me desequilibra y yo no puedo hacer nada contra eso. Por primera vez en mi puta vida no puedo hacer algo y se siente de la mierda.¿Canto puede aguantar un hombre con una confusión y una ira que no entiende? ¿Cómo puede un hombre evitar que la insolente mujer que lo vuelve loco salga de s
Cabreado y bramando por no saber actuar ante Lean salgo del salón que he estropeado en su totalidad.—Señor Hamann— me tenso completamente al escuchar la voz del perfecto —¿Qué hacía en ese salón?— al girarme le veo asomar la cabeza al interior del salón y maldigo —¿Usted ha hecho esto?— me mira y yo me encojo de hombros.—Justamente iba a buscar al responsable, iba pasando y escuché mucho ruido. Para cuando llegué el tío se había esfumado— el perfecto rueda los ojos, esa explicación fue patética.—Vamos Hamann, te sabes el camino— resoplo cabreado.—Perfecto, por favor, ahorrémonos esto y simplemente dígame cuanto debo pagar. No estoy para sermones— el perfecto alza las cejas casi poniéndosela de peluquín.—No me haga repetírselo señ