Atracción

————————————Día siguiente.

Mi mañana inició común. Incluso, llegué tarde al colegio con el uniforme mal acomodado y con la esperanza de que nadie notara que la camisa estaba mal abotonada. En el auto mi madre se había quedado molesta y no dejó de hablar de mi falta de madurez y como estaba reconsiderando hacerme repetir un par de años hasta que me reencontrara con mi yo madura ¿Existe eso o ella se lo soñó? Después de pasar por mis cosas al casillero.

Cuando llegué me senté en el último asiento desaté mi mojado cabello Hall me miró con diversión en el rostro antes de reír. 

—¿Tarde? —alzó su ceja izquierda y cruzó sus brazos. — ¿De nuevo?

—¿Cuántas madres necesita uno para suicidarse? ¡Qué intensas!

Decidí dormirme, tal vez esa es una de las razones por las que me odian la mayoría de mis profesores, de igual manera mi día comenzó a brillar ninguno me esperaba molesto por llegar tan atropelladamente a clases. Sin embargo, le molestara a cualquiera que siempre estoy dormida pero mis calificaciones son más que buenas, puedo decir que tengo el mejor promedio del grado, y muchos me dan el trabajo en clase porque me prefieren dormida que despierta.

En aquel espacio se dormía tan rico, hasta que una melodiosa voz me despertó.

—Señorita Weaver, háganos el honor de ver abrir sus celestiales ojos —Bostecé.

— Con esa voz tan angelical—Bostecé de nuevo y froté mis ojos.— todo es posible.

— Ahorita vamos por un café a mi oficina.

— Tendré que revisar mi agenda.

—Ya sé que está vacía— tocó mi cabeza y todos comenzaron a reír.

Já y todos quieren copia el día del examen, recuerden ésta imbéciles.

—Bueno señores y señoritas, este es su último año, todos cumplen la mayoría de edad, la mitad conocen más de sexualidad de lo que les pueda decir yo o intentar explicar. Voy a darles las clases de Patrickson quien renunció a sus lecciones, el resto del año, por lo que... seré su profesor y también su profesor de grupo.

Los chicos comenzaron a murmurar entre sí, Hall y yo compartimos una rápida mirada, ¿Qué tan beneficioso podría ser tener a Luke ahí para alguna de las dos?

—Bien mi nombre es Luke Caine. Voy a impartir las clases del profesor Patrickson y la señorita Weaver, — Ha ha ha muy inteligente— Soy además el director, vamos a intentar hacer esta clase menos textual, obviamente no va a ser práctica, —Los hombre soltaron algunos chiflados y algunas quejas. —pero, sí investigativa, les daré temas. No me gusta que se duerman en mi clase, ni que se falten el respeto. Vamos a ver órganos que ya conocen, si se van a comportar como idiotas me avisan y me comporto como profesor de preescolar ¿Tienen alguna duda? —Alcé la mano.

— ¿Se va a quedar todo el año? —Necesitaba comprobar la información.

— Efectivamente, me gusta enseñar, y él, solo renunció a tú grupo.

Mentiroso yo le gusto y quiere más tiempo conmigo.

— Creo que usted...—Me interrumpió.

La cabeza de mis compañeros parecía pelota de tennis de un lado de la cancha al otro, a excepción de las que estaban pegadas en aquellos ojos azules que no querían verlas.

— Suficiente, me abruma. —Respondió Luke con el ceño fruncido. — Preséntate y luego va el resto.

— ¿Qué quiere saber que no está en mi archivo?

— Lo rutinario. —Contestó y se cruzó de brazos.

— Ya lo sabe.

— ¿Soltera o en una problemática relación? —preguntó y rodé mis ojos.

— No le incumbe.

— Le enviaría flores al tipo. —Aseguró, estaba segura de que el enviaría a golpear o le torturaría hasta que me dejase.

I M B É C I L.

Mis tontas compañeras se encargaron de darme la información que no le pediría a Hall; es soltero, no tiene hijos, ni animales, pero le gustan, le gustan los carros y no dijo su edad a causa del timbre.

Fui la primera en salir, dijo algo, pero no lo escuché, Hally me alcanzó y comenzamos a hablar, ella nunca puede contener un cotilleo matutino.

— ¿Qué se traen tú y mi hermano? —preguntó.

— Nada.

— Lo mismo dices de Liam.

— Uuff. ¿Lo de Liam? Es muy... — alargué e hice una amplia énfasis en eso— ¿En serio? Él no quiere nada conmigo y yo no soy títere de nadie.

— Bien, tranquila. Pero lo de mi hermano es diferente. Si no me equivoco diría que se mueren uno por el otro, esas preguntas y miradas— me reí hice bien en no preguntarle nada la conozco y él ahorita lo sabría.—¡Además!... preguntó por ti— Qué indiscreta, pero no la voy a detener.

— Ah sí, seguro yo le gusto.

— Como a ti no te gusta él, mejor ni te digo.

— No puedes acabar con el cotilleo a la mitad — mordí mi manzana.

— Te lo voy a decir porque sé que ardes por él—Rodé los ojos y negué con la cabeza. — Preguntó: si tenías novio, dónde vivías, qué hacías, qué tan amigas éramos y preguntó por tu mamá. Lo último como para disimular porqué mi papá también lo olió — Me reí.

— ¿Qué dijo tío Sebas? —Hall rodó sus ojos antes de responder a mi pregunta:

— Que eras muy pequeña para él, no le parece. Mi hermano dijo: "que igual tío Jail le llevaba a tu mamá, como los abuelos se llevaban años y que mejor no hablaban de la historia de papá y mamá". Papá finalizó con "le diré a Jail a ver cuánto le gusta la idea".

— Míralo, es un chico astuto después de todo — Intenté sonar desinteresada, por lo que, invité a mi amiga a salir. —Hoy tengo entrenamiento, pero podemos hacer algo después.

Tocaron la campana y de camino al aula nos pusimos de acuerdo para nuestra salida de más tarde, nadie había llegado y Luke no había salido, estaba impregnado en su móvil jugando y agarrándose la frente.

— ¿Contra qué pierdes?

— ¿Cómo sabes eso? —sonreí— Esta porquería de Mier...

— Cuida el lenguaje—interrumpí antes de que terminara.

— Lo siento— arrebaté el teléfono y lo llevé a mi asiento, dos minutos después lo había ganado y ya todos estaban ahí cuando lo pasó a revisar, me dijo que no hiciera nada más que jugar, cuando me aburriera le daba el móvil.

Lo puse en silencio y seguí jugando, pero la alerta me informó de unos mensajes, y se me dio una idea, me enviaría un mensaje para obtener el número de Luke, y luego lo borraría, así él no tendría el mío que no dudaba que no consiguiera en unos días o tal vez horas.

Seguí jugando, Luke salió a hacer algo y nunca volvió, dejó sus marcadores en el escritorio y me dejó el teléfono, lo metí dentro de mi bolsillo para luego entregárselo si me cachaba como estúpida, Soledad, —La profesora siguiente. — me lo decomisaría y se lo daría a él irónico.

Tuve unas cuantas lecciones peculiares, y al finalizar me fui a casa. Mi padrastro me saludó desde el estacionamiento del colegio, me acerqué y él hizo lo mismo, luego me dio un fuerte abrazo y tomó mi bolsa y mis libros. Jail había ido por mí, eso era más raro que el hecho de que mi mamá me haya llevado en la mañana. Nos metimos en el auto y me abroché el cinturón él hizo lo mismo y dije:

—Hola.

—¡Hola! —Además está muy feliz eso es mucho peor.—Tengo una idea. —Alcé mis cejas—Tú, yo, un galón gigante de helados sin tu mamá acosándonos.

—Y muchos topins. —Asintió con sus enormes ojos grises hacía afuera.

Fuimos y compramos todo lo necesario. Galón extra gigante y muchas cosas para ponerle. En casa usamos los tazones de ensalada cargamos de helado de vainilla, el mío fue una tentación de chocolate, Galletas, barras, barquillos, jarabe y crema pastelera de chocolate.

Nos sentamos en la barra del comedor.

—¿Cómo va tu vida?—Ya lo saben—pensé.

—Voy un poco a menudo a dirección, pero nada...

—Eso es... ¿De preocuparse?

—El director es el hermano de Hall, tú dime.

—Sebas y yo hablamos .— sonreí, ¿Así que por ahí va la conversación— Dice que Luke está impresionado contigo.

—No lo sé.

—Sí, sabes de que hablo —Mi padrastro solía tomar la vía larga pero con atajos algo agresivos. Asentí— Él es muy grande para ti, son casi 10 años, además, en teoría es tu primo.

—¿Qué eran Sebastián y tu hermana? — Pregunté.

—¡Se llevan meses Sofía!, él es un hombre adulto, hace cosas que no me gustan para ti y no te quiero ver sufrir. Porque me alejaría de mi sobrino y de sus padres. A ti de Hall. No compliquen esto, Luke no te va a tomar en serio.

—¿Quién te crees? Te recuerdo que tú hija casi mata a mi mamá —dos veces — y me agredió hasta el cansancio, así que esa posición de juez protector la estás usando algo tarde. Te aprecio Jail, te veo como mi padre, pero, no me vengas a jugar de águila cuando has sido ciego por mucho tiempo —Me levanté y dejé el bowl ahí.

He tratado mi vida entera a ese hombre como mi padre y cuando su hija intentó destruir a esta familia él lo ignoró por completo ¿Qué le dice ahora que sugiera?

Tocó la puerta de mi habitación.

—Sofía, vamos a hablar.

—Ya lo hicimos — Respondí.

— No creo, siempre has sido una chica muy inteligente, compórtate como tal.

—¡Hola, hola!—Se escuchó la voz de mamá. ¡Lo que me faltaba mi mamá y su esposo hablando de lo que es correcto!

— Ya los atrapé, salgan del escondite ¡cochinos!, que no se salvan de limpiar ésta dulcería. —Salí y fui directo a saludarla.

Mi mamá me dio un abrazo y un par de besos acompañados de una energética sonrisa Jail pasó por el lado y depositó un beso en la frente de mi madre y una caricia a mi cabellera.

—¿A ti qué te pasa?— Alisó mi ceño fruncido—¿Sofí qué pasa?

—Pregúntale al nuevo vidente— señalé a Jail con los ojos.

—Pasa que le gusta a su primo, — Informó el esposo de mi madre.— que además, es mucho más grande que ella, el hermano de su mejor amiga, su director y lo peor es que a ella le gusta él.

—¿Qué primo?— mamá comió del bowl de Jail— Yo no tengo hermanos y los de Alex están muy lejos.

—Hablo de mi sobrino — Murmuró cansado.

—¡Cierto, Luke volvió! — Respondió mi madre emocionada y Jail rodó sus ojos, ella asintió y dijo. — ¿Tu hermana y tu cuñado qué eran Jail?—La cara se mi padrastro enfureció.

Sabía que no estaba molesto, solo preocupado por el hecho de que se tratase del hijo mayor de hermana y su cuñado, puesto que, ellos son su gemela y su mejor amigo. La historia de mis tíos es parecida, pero en versión real y romántica luego la recapitularemos.

—No había tanta diferencia de edad y mi cuñado no era tan promiscuo.

—Aaahh ¿¡De eso se trata!?—Dije fingiendo ofensa en mi voz.

—No vamos a discutir tu vida sexual —dijo mi mamá. — Tú verás que ya te advirtieron. A mí me parece que el chico puede ser tu hermano mayor— alzó los hombros. — Si te gusta y te hace daño... —Se encogió de hombros. — Ten presente que todo tiene un límite, y que ahora es tu director.

Mi mamá salió con su teléfono en mano, muy probablemente a llamar a Weaver. Le encantaba tomar esa pose despreocupada y le dejaba lo complicado a mi papá el cuál está a kilómetros de distancia o Jail, quién no tiene nada de tacto.

Jail me señaló con la cuchara mientras me veía con sus ojos entre cerrados.

— ¿Por qué haces eso? — Preguntó finalmente.

— Me preocupas niña, cuidado.

— Te quiero extraño— Me agradaba saber que no estábamos solas, a pesar de todo, él siempre se preocupaba por ambas, y se preocupaba realmente.

Una vez mamá lo dejó porque la mueblería no era como ella quería, eso los llevó a una discusión y por patético que suene a una separación, él se fue de la casa para que estuviéramos cómodas y siguió pagando todas las cuentas, mi mamá no pudo resistirse y dos semanas después de la estúpida discusión regresaron.

Mi teléfono sonó sacándome de mi ensimismamiento, era Hall.

— ¡Hola!

— Princesa — Esa voz. — ¿Me devuelves mi móvil?

— Me estás metiendo en problemas.

— ¿Con quién?

— Yo si le rindo cuentas a más personas.

—¿Tus padres?

— Así es—Jail me arrebató el teléfono.

Es tan alto que salté, pero solo parecía changa y dijo: "Mira niño si le haces algo te las voy a partir y luego te dejaré sin aparato para orinar, lo cocinaré, te lo serviré y me olvidaré que eres hijo de mi hermana y te mato. ¿Entendido? —El rostro de Jail se fue calmando poco a poco hasta que empezaron a bromear ¡Hermoso ya no tenía móvil!

Fui a alistar mi maletín de deporte y avisé que me iba.

Después de caminar unas cuadras, me detuve, mamá había ido sin llaves y sin móvil, pensé en regresarme, pero no necesitaba ninguna de las dos cosas.

Fui tranquila a mi entrenamiento, mi entrenador me felicitó por mi progreso y me motivó a seguir así. Al acabar, tomé una larga ducha y me cambié, perfumé mi hermoso cuerpo y salí. En la esquina choqué con un pecho duro y fornido.

—Cielo, debes tener cuidado— solo oír esa voz, tensó todo mi cuerpo.

—Perdón y permiso —Me moví y él lo hizo también. —Liam, no tengo tu tiempo. —Liam era el opuesto de Luke se veía más simpático, ojos grises, castaño claro, unos centímetros más bajo, cuerpo bien trabajado, y lo que tienen en común me hacen babear ah... y son "primos".

—Mi amor...¿Qué pasa?

—No me llames así, ve con tu prometida y chúpale el culo, a ver, si así me dejas en puta paz.

—Nena... —Lo interrumpí.

N O   C A E R É   E N   E S E.  J U E G O

—Nada Liam, tú y yo...¡¡¡fuimos!!! Bye.

Como odio a este hombre, si hace unos meses me hubiesen dicho que él me decepcionaría tanto no lo creería, pero jamás permitiré que me vuelva a hacer daño.

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