2 El comienzo de esta historia

New York 1995

Liam nunca imaginó que a sus 22 años sería obligado a ser el Patriarca del clan de los vampiros híbridos (los Gotdians) antes de ello él estaba bajo la tutela del Conde Montés por encargo del profeta Omi. 

El Conde era un hombre lobo miembro de una manada que hacia vida en el segundo universo. El joven había permanecido junto a él desde hacía ya cinco años y acababa de graduarse de la universidad con honores en el área de administración empresarial y estaba por contraer matrimonio con una joven de la manada llamada Rous Ricchi, la hija de un poderoso banquero que había acogido a Liam como a otro miembro de su familia. Ellos habían sido novios desde hacía un poco más de dos años.

Liam siempre había gustado de mujeres hermosas y con buenos atributos femeninos, sobre todo le encantaban las rubias de cabello largo, ese tipo de fémina lo enloquecía, y como poseía un buen atractivo físico y un par de grandes ojos azules, siempre las atraía hacía él; pero sin pensarlo resultó enamorado de Rous, una compañera de clase que era todo lo contrario a lo que él acostumbra a buscar en una mujer, ella era de baja de estatura y tenía una abundante cabellera larga y oscura que casi siempre llevaba amarrada y debía usar gafas la gran parte del tiempo cuando estaban en la universidad. Además de todo ello, Rous poseía un carácter dominante y era muy celosa cuando de su chico se trataba ya habían sido dos experiencias de noviazgo que todos sus compañeros de clase conocían que habían terminado mal por culpa de sus celos y además por sus altas expectativas con los hombres de los que se enamoraba; pero entre ellos surgió un enamoramiento de esos que rebasan las expectativas del ser perfecto, ellos descubrieron que su amor estaba por encima de lo que esperaban de su pareja.

Cuando faltaban unos tres meses para la boda, el señor Ricchi y su esposa citaron al par de jóvenes y los llevaron con los ojos vendados a una hermosa casa que les compraron como regalo, Rous estaba muy emocionada y se encargó de buscar decoradores para convertir dicha casa en el hogar de sus sueños, además de ello estaba con su madre organizando la fiesta. 

Mientras tanto Liam estaba iniciando un negocio de producción musical en sociedad con su mejor amigo Bruce, que siempre andaban juntos como un par de hermanos, en ocasiones ambos se vestían casi igual y usaban el cabello largo hasta los hombros, aunque se diferenciaban mucho en el color de piel, pues Liam era muy blanco como todo vampiro, mientras que Bruce era moreno de ojos grises, rasgo característico de la manada de lobos de donde el procedía. 

Ellos se apoyaban mutuamente, fuera en las buenas o en las malas Liam siempre contaba con Bruce. Aunque Rous no lo quería de a mucho, pues siempre habían sido cómplices en sus conquistas, infidelidades con sus novias y además ambos consumían drogas y ella procuraba que Liam las dejara del todo, pero había sido difícil, él siempre terminaba drogándose a escondidas de ella.

Un sábado hubo una fiesta donde la pareja de novios asistió, y de allí se fueron al apartamento de Liam, al otro día en la mañana ellos aún estaban durmiendo cuando de pronto el celular de Liam sonó, él algo adormecido por el trasnocho que tenía encendió la pantalla y vio que era el Conde Montés, entonces se sentó en la cama y contestó:

—Dime tío —El Conde con la voz pausada le dijo:

—Liam ellos han venido por ti.

— ¿Quiénes?

—El Sacerdote del oráculo está aquí.

Liam miró a Rous que dormía, entonces se levantó de la cama y salió de la habitación y cerró la puerta para no despertarla.

—¿Te refieres al Máximo?

—Sí, está en la sala con otros dos guardianes, quieren que regreses de inmediato a tu mundo.

—¿Por qué, aún faltan varios años para mi regreso?

—No lo sé, pero debes venir.

Él se alistó para salir y Rous se despertó, cuando ella lo vio poniéndose el reloj y la chaqueta desconcertada le preguntó:

—¿A dónde va mi príncipe azul?

—Voy con mi tío.

— ¿Tan temprano?

— ¿Recuerdas lo que te conté del oráculo?

—Sí.

—En este momento hay algunos de ellos esperándome.

— ¿Que buscan?

—No lo sé, iré a ver qué pasa.

—Bien corazón, no te demores, recuerda que vamos a almorzar con mis padres.

—Si conejita, ya sabes que nunca los he dejado plantados.

Cuando Liam llegó a la mansión del Conde, los hombres del oráculo lo esperaban en la sala, pero él no vio al Máximo y dijo:

—Tío me pareció que dijiste que el Máximo me esperaba.

—Yo soy el Máximo Omar.

Le dijo uno de ellos, él era un hombre joven como de unos 38 años y tenía su cabello largo como uno de los profetas del oráculo, y Liam esperaba ver al Máximo Dimitri que era mucho mayor.

—¿Usted es el Máximo? Pregunto Liam con desconcierto.

—Sí, soy el sucesor del Máximo Dimitri, el murió hace siete meses.

—Pero él tenía a su primogénito.

_Si, pero han pasado cosas terribles en el oráculo, y el también murió, yo soy el primogénito del profeta Omi, y me asignaron cómo el Máximo del oráculo.

El sacerdote miró al Conde y le dijo:

—Necesito hablar a solas con Liam.

El Conde miró al joven y le dijo:

—Llévalo a mi estudio para que hablen con tranquilidad, yo estaré arriba por si me necesitas.

El Conde le hizo una reverencia al Máximo y se retiró, entonces Liam lo llevó al estudio, y el Máximo observaba los libreros con admiración:

—¡Vaya que le gusta leer al Conde!

Liam suspiró extenuado esperando lo que el sacerdote tenía que decirle y el hombre agregó:

—Veo que lo han cuidado muy bien, me preocupé cuando vi en los registros que el profeta Omi lo dejó viviendo con una manada de lobos.

Liam le contestó:

—Esta manada se ha convertido en mi familia, aquí tengo los hermanos que no tuve en nuestro mundo, el Conde y su esposa han sido como mis padres.

—Sí, pero imagino que no se ha olvidado de su procedencia... usted es un vampiro, no un lobo, y además el heredero del Patriarcado.

—Usted tiene razón en lo primero, soy un vampiro, pero no soy el heredero del Patriarcado, ya que ha visto los registros del profeta Omi, imagino que sabrá que no soy más que un usurpador que mi supuesto abuelo quiso hacer pasar por su nieto fallecido.

—No exactamente, pero los registros dicen que usted es un Laeolen.

—¿Eso qué significa?

—Usted es un enviado de los dioses.

Liam se rió con sarcasmo por lo que decía el Máximo.

—Laeolen, enviado de los dioses, eso me suena extraño viniendo de usted que es el Máximo. Bueno, dígame exactamente a que ha venido.

El sacerdote con un pequeño intento de lamento le dijo:

—El Patriarca Liam Avram ha muerto.

Liam no pudo disimular el impactó que esas palabras le causaron y su mirada entristeció y tras de sí empalideció su rostro, y se dio la vuelta hacia el librero dándole la espalda al sacerdote y pensó dentro de sí:

"No lo volveré a ver jamás"

Después acongojado volteó hacia el Máximo y le pregunto:

¿Cuando murió?

—Hace siete meses, el murió junto al Máximo Dimitri, el profeta Dodamir y Baksasar; y su Chambelán

— ¿Que estaban haciendo que murieron juntos?

—Estaban enfrentado el ataque de una bruja muy poderosa que invadió el oráculo; el único que sobrevivió ataque fue mi padre, Demi el primogénito del Máximo Dimitri heredó y fue ordenado como Máximo, pero la bruja lo mató a él también;  mi padre murió porque su corazón no pudo soportar todo lo que sucedió, por eso quedé yo como el nuevo sacerdote... el oráculo ahora está siendo dirigido por hombres jóvenes; a nuestros padres les quedaba aún como 25 a 30 años de servicio, pero fue voluntad del dios del caos que heredáramos antes de tiempo, no somos unos viejos veteranos, pero si tenemos el corazón para servir a los dioses y al clan.

Liam le dijo: —Entonces Arturo ya debe ser el nuevo Patriarca.

—Arturo... él murió en un accidente de avioneta hace poco más de un año.

Liam con sobresalto agregó:

—¿Arturo está muerto?

—Lamento haber venido a darle tan lamentables noticias, pensé que usted estaba enterado lo del accidente de Arturo.

Liam anonadado le respondió:

—Pero el dios del caos está haciendo de las suyas por lo visto, ¿será que no le han dado honra a su altar?

—Lo hemos hecho, y no hemos podido entender aún porqué han sucedido cosas tan horribles, tampoco hemos podido encontrar a la bruja que nos ha hecho tanto daño... Liam, el oráculo ha quedado en manos de gente joven, pero confiamos en que los dioses nos darán la sabiduría para cuidar la vida del clan.

—Si supongo.

—El Patriarcado es una parte muy esencial e importante tanto para el oráculo como para el clan, y también ha quedado en manos jóvenes.

— ¿Quién es el Patriarca ahora?

—Es usted, mi padre lo dejó estipulado, los dioses lo respaldaran.

—A ver si escuché mal, ¿usted me acaba de decir que yo soy el Patriarca?

—Exacto, usted es el heredero directo del Patriarcado.

—Un momento, yo no soy el heredero, usted conoce muy bien que sólo he estado usurpando el lugar del verdadero hijo de Arturo.

—Los dioses lo han enviado a ocupar el lugar del heredero muerto para este momento tan crucial del oráculo, el clan necesita a su Patriarca, nuestro pueblo está a expensas de una bruja que no sabemos cuándo vendrá a atacarnos de nuevo.

—No, yo no soy el heredero, usted ha confundido las cosas, creo que ya hablamos demasiado y es mejor que se vaya.

—No, vine por el Patriarca y no pienso regresar sin usted.

Liam con arrogancia le dijo:

—Le aconsejo que no pierda más el tiempo conmigo, tengo mis propios planes, y el patriarcado no forma parte de ellos.

Liam...

—Váyase, ya le dije que no iré con ustedes.

—Usted es un Gotdianst, no puedes darle la espalda a designio de los dioses, ningún miembro de nuestro clan puede hacerlo, todos nacen con un destino asignado, y tu designio es ser el Patriarca.

— ¿Según quién tengo ese designio?

—El profeta Omi y el difunto Patriarca

—Ese designio es del heredero que murió, no mío, así que no regresaré, le pido que se vaya.

***

Casi al medio día Liam llegó a la casa de sus futuros suegros y Rous salió a su encuentro y se percató de que él tenía un muy mal semblante, entonces se quedó con él en la sala y se sentaron en el sofá, ella preocupada por lo que le sucedía le toco su mejilla y con voz de solidaridad le preguntó:

—¿Qué sucedió con esos hombres?

—Nada, solo querían ver si yo estaba con la manada donde el profeta me dejó eso era todo.

—No me mientas, puedo oler tus hormonas de estrés.

Él la miró con enojo.

—Si claro, olvidé que eres una mujer lobo, sabes que odio que me olfateen.

—Bueno no es mi culpa, estas muy nervioso y estresado, y también estás enojado.

—No estoy enojado.

—Bueno, dime la verdad, ¿Que querían esos hombres?

—Quieren que regrese a mi mundo.

— ¿Por qué? —Dijo ella extenuada.

—El Patriarca murió, y su primogénito también.

— ¿Y eso que tiene que ver para que hayan venido por ti?

—Ellos dicen que por el designio de los dioses soy el heredero del Patriarca.

—No entiendo.

—Ellos pretenden que yo sea líder.

Rous se quedó atónita por unos segundos como asimilando sus últimas palabras, hasta que de pronto se soltó una carcajada.

—¡Tú el Patriarca! —Dijo ella en medio de la risa.

A él no le causaba gracia sino amargura que esos hombres hubieran ido por él.

—No sé de qué te ríes.

—Bueno mi príncipe, podemos ir juntos, yo te ayudaría a gobernar a tu pueblo.

Liam entrecerró los ojos y arrugó el ceño:

—No bromees con tonterías.

—Ya deja de ser tan cascarrabias, solo es broma, bueno, y que les dijiste.

—Les dije que no y los eché, además pronto nos vamos a casar, mejor sigamos organizando nuestra boda, no te cambiaría por ser un Patriarca, y ellos deben buscar a un líder con experiencia, yo si acaso cuido mi auto.

Ellos continuaron con sus preparativos por varios días, y habían comenzado con los ensayos de la boda que se llevaría a cabo con el ritual bajo la luna como se acostumbraba en la manada. Un día tenían una cena familiar en la mansión del Conde con los padres de Rous, en honor a los novios, entonces hicieron un brindis, el señor Ricchi levantó su copa y mirando a Liam le dijo:

—Liam, gracias, desde que mi hija está contigo es una niña feliz, no digo que antes no lo fuera, pero contigo ella está muy, muy feliz.

—Gracias señor Peter, su hija también me ha hecho feliz, sé que me llevaré a la mejor de todas.

Todos aplaudieron y disfrutaban de la velada cuando de pronto llamaron a la puerta, y eran cuatro guardianes del oráculo que habían ido por Liam con una orden de aprehensión y se la entregaron al Conde, el después de leerla indignado les dijo:

—¿Pero que es este atropello? el chico está bajo mi tutela, ustedes no pueden pasar por encima de mi autoridad.

Liam llegó tras él y tomo la orden y también la leyó.

—Él debe venir con nosotros.

—Le dijo uno de los guardianes.

—Son órdenes de nuestros superiores, usted no puede impedirlo, pues no es miembro de nuestro clan.

El padre de Rous olfateó el enojo de Liam y el Conde y fue con ellos.

—¿Que sucede? —El Conde volteo a míralo: —Ahora le explico.

—Ustedes no se lo van a llevar.

—Venimos con una orden del Máximo, el joven es un vampiro y debe obedecer, usted no debe interponerse si no quiere causarle problemas diplomáticos a su clan.

Entonces Liam intervino:

—Ya tío, iré con ellos y veré que quieren de mí. 

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