Capítulo 7: La responsabilidad de Azai

                                                                      AZAI

Mi pasado no lo puedo comentar con nadie, soy un hechicero que debe proteger a Angus desde lejos que nada le afecte seria como su protector, provengo de hechiceros que se rigen por su ley, siempre estamos buscando nuestra gente para luego ayudarlos y guiarlos por el buen camino, mayormente estamos a su lado enseñándoles cómo deben ser utilizados sus poderes, mis protegidos han sido eliminados por cazadores y no quiero que suceda con Angus, por lo que leí de su familia pertenece a un rango alto de hechiceros.

Debo tener el tiempo suficiente para decirle la verdad, solo debo integrarme un poco más en su entorno para que no desconfíe de mí, tengo la apariencia de un adolescente, aunque no es así, soy un hombre adulto solo utilice un hechizo de camuflaje. He estado trabajando en hechizos para principiantes, ya que tengo la corazonada de que pronto estaré enseñando a mi nuevo protegido, lo importante de todo esto es que nuestra raza sobreviva entre cazadores y sepa poder enfrentar una situación crítica.

He tratado de no tener tanta comunicación con los estudiantes de ahí, siento que son jóvenes sin propósito creen que todo gira alrededor de su entorno, si supieran la cruda realidad que hay otras cosas allí en el mundo exterior que nada es lo que aparenta. Me he comunicado en ciertas ocasiones con mi aquelarre, para contarles la situación actual y más que todo estén al tanto de cada detalle del nuevo hechicero algunos me han comentado que su árbol familiar es muy extenso al parecer sus ancestros fueron los primeros hechiceros que aparecieron y fueron casi considerados dioses.

Ya la mañana estaba corriendo rápido debía irme al instituto, salí de mi residencia mientras caminaba por la calle me sentía como si alguien me estuviera persiguiendo quise no darle importancia, un sonido familiar llegó a mis oídos y empecé a correr no podía defenderme delante de la gente, pude conseguir un callejón arroje mi bolso al suelo para enfrentarme a mi enemigo tenías dos opciones: lo dejaba ciego o me enfrentaba a el cuerpo a cuerpo. Una flecha fue lanzada desde una distancia máxima, logré esquivarla rápidamente, formé una luz en mi mano para luego lanzarla hacia mi enemigo, era un cazador lo sabía por la flecha y la manera de intimidar a sus víctimas.

 ─Potori Homo.

Había paralizado su cuerpo por algunos minutos, tenía tiempo de hacer un hechizo mi objetivo era leerle la mente, aprendí este conjuro y fue uno de los más difíciles pero muy asertivos para averiguar lo que hizo ese cazador horas antes de atacarme. Toque su frente cerré los ojos y empecé a recitar el conjuro: ─” Accerso alius sententia ut mihi, phasmatis de interregno ego dico, soho meus mens mei ego dico phasmatis audite meus placitum meus mens quod iacio”.

Todo transcurre rápido y aquel hombre le fue impuesta una misión de eliminar toda persona que presente magia en su interior, note también que habían más personas alrededor vestidos de negros, una voz masculina exigía la captura de la familia Morrison y toda persona cercano a ellos, todo empezó a correr rápido y luego veía una pantalla en la que estaban investigando al amigo de Angus, Hunter parecía que poseía algo en su interior pero no lo conocía, luego yo salí allí y era obvio que presentará poderes, logre salir de la mente de aquel hombre la única opción era matarlo aunque pensé hacer algo peor que eso, toqué su brazo y exprese la siguiente palabra: ─Tactus ex frigidus.

Lo congele para evitar que fuera a su organización y dar razón que nos enfrentamos, lamentándolo mucho debía decirles la verdad a ambos chicos, mi misión era proteger uno ahora no puedo abandonar al otro quedaría desprotegido y sería asesinado fácilmente por ellos, caminaba lo más rápido que me daban mis piernas, finalmente logré llegar me senté en un sillón para poder descansar, visualizaba si alguno de los dos llegaba para así lograr frenarlos y tenerlos conmigo mientras tanto. No podía permitir que le hicieran daño, transcurrieron algunos minutos hasta que por fin llegaron ambos, les salude con simpatía les pregunte que tal fue su semana busque alguna excusa para entablar una conversación.

─Oigan, después que salgamos de clase necesito hablarles de algo serio, nos vemos en la biblioteca al mediodía, ¿les parece?

─Pues no hay problema, si es de una chica, supongo que es serio─ expresó Hunter riendo.

─No seas tonto, se nota que él no es así, allí estaremos─respondió Angus.

Las 3 horas transcurrieron rápido, mientras caminaba hacia la biblioteca volví a sentir aquella misma sensación cuando me encontraba en la calle, no podía arriesgarme delante de las personas a usar mis dones, había olvidado que los cazadores nunca trabajan solos. Fue un error, quizás solo el que intentó atacar fue una distracción, eso quería decir que los dos estaban en peligro inminente, empecé a correr como podía no quería que nada les pasara tenía una responsabilidad más encima, a lo lejos logré escuchar cómo explotaba una bomba de humo causando miedo en los estudiantes y la mayoría comenzaba a gritar.

Fue mi oportunidad para llegar lo más rápido a la biblioteca, ya algunos empezaban a notar que algo andaba mal y se acercaban a pesar de la larga distancia. Por suerte logre conseguirlos, mi preocupación desapareció enseguida ellos me observaban algo confundidos por mi manera de verlos, me preguntaron qué sucedía conmigo que me notaron un tanto exaltado.

─Estoy bien, pero debemos irnos de inmediato del instituto, vienen por ustedes personas que no son buenas, su objetivo es secuestrarlos.

─ ¿Qué? Ese tipo de bromas no son gracias Azai, además cuál sería la razón de nuestra captura─ expresó Hunter.

─Ser diferente, somos seres con magia en nuestro interior, ellos son llamados cazadores de hechiceros, mi deber es protegerlos, yo también soy uno de ustedes y mi misión es mantenerlos a salvo de cualquier amenaza.

─Vas muy rápido, no entiendo. ¿Cómo lograste saber que somos diferentes? ─ cuestiono Angus.

Al parecer eran incrédulos a lo que les decía, no me quedaba otra opción que mostrarles lo que podía hacer, las luces que estaban a nuestro alrededor absorbí su luz para llevarla a la palma de mi mano, ambos no sabían como reaccionar por el acto que hice. Los nombres de ambos eran gritados por dos hombres, querían capturarlos a como de lugar sin importar si era un lugar público. Le preguntaban algunos por mis protegidos y le dieron la respuesta, les dije que cubrieran sus ojos provocaría una luz cegadora para distraerlos.

Una puerta de salida de emergencia estaba a nuestra izquierda fuimos allá, Angus decía que debía llamar a sus padres que ellos sabían como actuar a la situación que estábamos los tres, me pareció extraño eso, así que decidí preguntarle a qué se debía eso. Me confiesa que él y sus padres son hechiceros, no estaba seguro de decírmelo porque no confiaba en lo que dije.

¿Qué sabes hacer? ─le pregunté.

─Puedo mover cosas con mi mente, pero aun no se conjurar otros hechizos, cuando estoy en una situación muy estresante mis ojos suelen cambiar de color.

─Vale, esto es raro, no se si estoy en una película, pero ustedes tienen poderes y yo que demonios hago aquí.

─Sin duda tu tienes poderes, el problema es que no sabes usarlos─ le respondí.

─Es mi día de suerte, tengo en frente tres hechiceros, al parecer hay dos que pueden defenderse, veamos que son capaces por permanecer vivos.

La salida estaba detrás de aquel cazador debíamos vencerlo, era de vida o muerte salir de allí ya que el único refugio era mi casa o la de Angus, tres flechas fueron lanzadas hacia nosotros debía detenerlas pero Angus se adelantó alzó su mano y las detuvo, el hombre corrió para acercarse más pero no logro hacerlo estaba siendo asfixiado como pudimos corrimos para lograr salir de allí, me sorprende la manera en que logró vencerlo, los telekineticos son hechiceros fuertes pero nunca logré imaginar que quitarle la respiración le fuera tan fácil.

Mi auto estaba estacionado un poco cerca así que debíamos correr para poder llegar, nos disparaban desde lejos aquello me sorprendió porque buscaban matarnos o inmovilizarlos para hacer la captura más fácil, una cadena de rayos se hizo presente paralizando a nuestros atacantes en tan solos segundos, un destello cayó frente a nosotros y para mi sorpresa eran los padres de Angus, al parecer podían ir de un lugar a otro sin problemas en un parpadeo ya nos encontrábamos en su casa, Hunter no paraba de decir cosas sobre lo que paso y otras cosas más, yo estaba dispuesto a enfrentarme con ellos no permitiría que los lastimaran, les explicaba a los señores Morrison que hacía con su hijo y cuál era mi deber, les parecía extraño ya que los brujos protectores no eran comunes y que quedaban muy pocos.

─La verdad es que somos un grupo pequeño y sabemos cómo escondernos de la amenaza, espero que no les cause algún problema, pero seguiré cuidando y guiando a su hijo.

─No lo hay, para nosotros mejor, así estará más familiarizado con la brujería.

─Hay otro problema, Hunter aún no sabe que también posee dones, ¿piensan que es buena idea que permanezca aquí o le hacemos un hechizo de protección? ─pregunte.

─Por ahora debemos permanecer juntos, Hunter no tiene padres, vive solo en una residencia y usualmente es visitado por sus tíos, dejaron de hacerlo desde ya hace un mes.

Los cazadores no descansaría en atraparnos por eso era recomendable no estar expuesto en ciertos lugares, desde hace años mis hermanos fueron cazados ya es tiempo de que alguien les de su merecido y paguen por todas las vidas que quitaron.  

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