CAPITULO 4

Cuando bajaron la sacaron de nuevo cargada, el grandulón iba tocándole el trasero e iba riéndose, Jessa no decía nada, estaba llorando por la muerte de todos sus familiares en la fiesta, pero cuando la bajo vio a más chicas como ella llorando, otros hombres armados las rodearon sin siquiera mirarlas, el llamado Byron salió de adentro con otro hombre muy elegante y contando fajos de dinero riéndose y se fue llevándose consigo a todos sus hombres

Por orden de ese hombre elegante fueron llevadas a unas barracas, les ordenaron bañarse y dormir, con terror se bañaron y al regresar a las barracas había comida en una mesa con un papel donde se les ordenaba comer e ir a dormir.

Jessa comió poco y se acostó, porque a cada una le habían dejado una muda de ropa, se acostó llorando como las otras chicas allí, soñó los disparos y la muerte más que todo de sus padres

Cuando ya estaba de día, unos fuertes ruidos las despertaron a todas, entro una mujer de mirada recia y enojada que les ordeno iracunda

—Todas a lavarse la boca, hacer sus necesidades y salen al patio para que su amo las revise

Escucharon amo, se miraron las caras, pero con miedo y rapidez fueron a asearse y salir al patio, de a poco se fue llenando de muchas chicas y allí Jessa se dio cuenta de que había muchas más barracas que las de ellas

Se escucharon unos fuertes pasos, venir de la casa grande y asomo un hombre alto, rubio, ojos verdes, muy elegante, con un reloj muy caro, con una pulsera de oro en la otra mano y cruzado otra cadena de oro por la pretina del pantalón.

La mujer recia solo dijo agachándole la cabeza —Amo aquí están todas listas

A lo que ese hombre las observaba y le preguntó —¿Cuál es la que es virgen?

Parece que fue una sorpresa la pregunta porque ella lo observó atribulada con miedo y no contesto a lo que Él la miró como con odio y dijo

—Acaso no sabes que ¿hay una chica virgen en el grupo? —a lo que le dio una cachetada muy dolorosa y replico

—¡Eres una inútil, maldición! —Camino por todas las filas, observándolas a todas, hasta que cuando paso cerca de Jessa, ella se sobresaltó y Él dio media vuelta mirándola directo a sus ojos, ella en forma automática se puso nerviosa, dijo sonriente y divertido

—La encontré jajajaja, son tan predecibles las chicas vírgenes caramba, tú vienes conmigo

Le agarro de la mano y casi la saco de allí arrastrándola, iba como robot con terror, no sabía qué le iba a pasar, entraron en la mansión, la llevo hasta donde había unos sofás, una alfombra que se veía que era muy cara, la sentó en un sofá y Él se sentó en otro, hizo una llamada por su celular de última generación y ella escuchó que solo dijo

—Si hombre es virgen y… Pero yo quería estrenarla carajo, está bien, ya la llevo allá para que le enseñen… ¿Qué no está a la venta? Pero jefe ganaríamos miles… Bien, tú eres el dueño y el que ordena

Dejo el celular con violencia observando a la asustada chica diciendo

—Vaya que suerte tienes, yo te hubiera hecho sentir lo que es un hombre, pero al jefecito se le antojó que nadie te toque m*****a sea, vámonos ya

La levanto del sofá muy enojado casi arrastrándola la subió al auto, la sentó de copiloto muy serio, algo rumiaba para sus adentros, se fueron por una avenida muy elegante, Jessa solo miraba el suelo con sus lágrimas cayendo por sus mejillas, ese hombre no le dirigía la palabra solo manejaba furioso que derrapó dos veces para no chocar con otro vehículo.

Llegaron a un sitio muy caro hasta guardias tenían afuera, que vinieron a abrirle la puerta a Él y a ella, el hombre se acercó a ella, le tomo de la mano y la llevo adentro, caminaron un poco el ambiente, olía a cigarrillo, a perfume muy caro, Jessa caminaba como zombi hasta que entraron a una oficina donde la sentó en una silla, alguien estaba detrás del escritorio elegante de espaldas ni siquiera se dio la vuelta para mirarla y solo pregunto

—Lucca, ¿esta chiquilla es la virgen? —el nombrado Lucca le contesto enojado

—Si aquí está tu joyita virgen, no sé por qué no quieres que la toque ni nadie tampoco, qué m****a va a hacer, aquí todas complacen al cliente

Se escuchó que ese hombre se levantó furioso y dijo

—Porque a mí se me da la gana de mantenerla virgen, ¿tienes algún problema con eso Lucca?

—No, tú eres el dueño de todo —el hombre suspiro hondo y expreso

—Bien dile a Noelia que le enseñe a bailar en el tubo, solo eso hará esta chica nada más, nadie puede tocarla, nadie ¿entendiste? Al que lo haga lo mato

Lucca solo asintió con la cabeza cuando el jefe le pregunto a la chica

—¿Cómo te llamas chiquilla? —le contesto sin alzar la cabeza —Rubí

—Rubí, lindo nombre, ese será tu nombre artístico, Lucca llévala ya y sin maltratarla

Lucca le ofreció el brazo, a lo que ella se lo agarró y salieron de ahí, donde estaba la susodicha Noelia y Lucca le dijo las órdenes del jefe y ella asintió, la llevo a camerinos para vestirla apropiadamente para el tubo.

Fueron horas extenuantes para Jessa, pero como siempre quiso aprender a bailar lo hizo correctamente haciendo un esfuerzo hasta que Noelia dijo feliz y orgullosa

—Eres una de las mejores, claro que después de mi querida, que bien bailas, parece que fuiste hecha para bailar —a lo que Jessa le pidió permiso para hablar

—¿Puedo decirle algo, señora Noelia? —Le respondió alegre —Dime Rubí

—Yo siempre soñé con ser bailarina y esto, pues casi cumple mis sueños

Eso hizo que Noelia sonriera, era una linda chica muy inocente, que si ella no fuera la protegida del dueño, la pobre ya hubiera sido igual que el resto, la llevo al camerino para que se cambie, pues era hora de almorzar

En uno de los asientos durante sus prácticas estaba sentado Lucca observándola como bailaba en el tubo, era muy sensual, siempre terminaba con una erección, su polla estaba muy dura, que sus pantalones la apretaban y eso le ocasionaba rabia y coraje sabiendo que no la podía follar, en su cabeza pasaban escenarios donde la poseía como salvaje la escuchaba gemir, cuando fue interrumpido en sus cavilaciones por el dueño que se carcajeó de verlo que su mano estaba metida dentro de su pantalón tocándose y dijo

—Vaya estabas dándote gusto tú mismo jajajaja, ¿qué estabas mirando que te puso duro ah?, ojalá no sea la que ordene que nadie la toque

Lucca agacho su cabeza tratando de que no se dé cuenta, pero el hombre era muy experimentado y reclamo al instante

—Ya sabes que cuando prohíbo algo se cumple Lucca, así que anda a sacarte las ganas con alguna de aquí, llévate a Alana, es bien atrevida, pero ya sabes a Rubí, nadie la toca

Entro a su despacho de nuevo se sentó y comenzó a cavilar diciendo

—Rubí, donde he escuchado ese nombre… Rubí —se quedó allí adentro pensativo cuando tocaron a su puerta y contesto que pasara era Noelia con una gran noticia

—Mi señor la nueva esta lista —La observo extrañado y dijo

—¿Estás muy segura Noelia? Solamente han pasado dos días—Ella contestó —Muy segura, señor, mañana en la noche ya puede bailar

—Bien, entonces mañana será su estreno, ehm quiero pedirte Noelia un favor, mañana me voy de viaje, quiero que la cuides, que nadie se atreva a tocarla y si digo nadie es nadie ni siquiera Lucca, me tienes informado de todo lo que concierne a esa chiquilla ¿entendiste?

—Sí, mi señor, nadie la tocará, llamaré cada vez que ella vaya a dormir y dormirá conmigo para tenerla vigilada

—Bien Noelia, gracias, no sé qué rostro tiene esa chiquilla, ni siquiera la he visto bien, cuando regrese la observaré

Se levantó rumbo a su mansión, al llegar fue atendido con prontitud, pues debía viajar a un asunto de sus negocios lícitos, esta vez, al acostarse recordó el nombre Rubí y se durmió pensando que en donde había escuchado ese nombre

Rubí su nombre de cariño y de trabajo en ese Night Club de alta categoría, era muy caro de los más caros de New York, pero era porque las bailarinas y las que daban placer tenían a su disposición una clínica que era del dueño, para Él su mercancía debía estar sana para sus clientes, ella estaba en el sitio justo donde debía estar y ella no lo sabía.

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