CAPÍTULO 45. MOSTRÁNDOME EL PARAÍSO  

Transcurrieron otro par de semanas, terminé quedándome con mis gemelos en el apartamento de Donatto, pero pagándole un canon de arrendamiento a pesar de su oposición. Mientras tanto mi hijo Romano regresó a Roma. Conseguí trabajo, en una empresa de uno de los socios de Donatto como secretaria y me estaba desempeñando bien.

Donatto seguía insistiendo en cortejarme, aunque no buscaba besarme ni acercarse físicamente a mí, pero me invitaba con mis hijos a parques, juegos, paseos, museos, almuerzos, cenas, ferias, me regalaba rosas. Era demasiado detallista, todas las mañanas lo primero que veía al levantarme, era un mensaje suyo.

Era demasiado atento, me abría la puerta del auto cuando iba a subirme, las puertas de los edificios donde íbamos cuando íbamos a entrar,  me buscaba y llevaba todos los días al trabajo.

 

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo