Bebé Robbie era un machista. Además, creció en una familia rica. Seguía muchas etiquetas y reglas estrictas en su vida. Estas etiquetas y reglas estaban muy arraigadas en él. Por ejemplo, nunca hablaba mientras comía.

Sin embargo, Hecate nació en una familia campesina humilde. No tenía la costumbre de permanecer en silencio mientras comía. Por lo tanto, sentía que Bebé Robbie estaba siendo dramático por la presencia de Rosie.

Cuanto más se preocupaba Bebé Robbie por las emociones de Rosie, más quería Hecate competir por su atención. Intentó ganarse su compasión fingiendo estar molesta. “Bebé Robbie, mi madre va a ser operada hoy en el hospital. Tengo miedo de estar sola. ¿Puedes hacerme compañía?”.

Bebé Robbie tenía un buen corazón. Además, se había enamorado de Hecate a primera vista. Desde luego, empezó a compadecerse de ella por lo lamentable que se veía.

Dijo sin dudar: “Te buscaré cuando termine de desayunar”.

En cuanto terminó de decir eso, escuchó el sonido de alguien golpe