Capítulo 5

Michael era llevado hacia la celda por el alfa, estaba en la espalda de Eliot, a caballito. Era extremadamente raro, para no decir difícil, que Eliot estuviese en esa posición con ese niño. El menor tenía sujetado en un puño el cabello del alfa mayor, transmitiéndole todo el enfado que tenía en el cuerpo, aunque si quitándole mechones de su cabello sentiría el dolor en el culo, no había problema de él.

— Me dejarás sin cabello — dijo, subiendo las escaleras, y Michael le jaló el cabello una vez más — Michael.

— ¿Qué? ¿Te duele? — Colocó el mentón en el hombro del alfa — Sólo espera a que te muerda y notarás la diferencia.

— No puedo creer que todavía sigues con eso — murmuró, dándole una que otra mirada a los alfas que se quedaban viéndolos — No voy a dejar que me muerdas.

— ¿Por qué no? Tú me mordiste sin mi consentimiento — Eliot algo de esfuerzo para abrir la puerta — Además, mi mamá se fue pensando que me voy a casar