Honores

Mientras Eve me abraza y llora desconsolada, decido hacer la pregunta más obvia, es que debo saber.

-Eve, ¿recibieron una llamada o carta de Angy? - preguntó mirándola con desesperación a sus grandes ojos verde azulados.

-No, Zack, no recibimos nada, como te dije, se fue sin decir una palabra a nadie - se separa de mi y me mira entre triste y todavía confundida - ¡Hay! disculpa mis modales - me abre la puerta para darme pasó - entra, hablemos en la sala.

-Gracias, Eve. - Camino hasta la sala como si fuera mi casa, siempre fue así,  pero la verdad es que  siento la casa muy vacía, Angy es la que daba vida a todos estos espacios.

Me siento en el sillón y miro la sala como si fuera la primera vez que la observo, tomo el portarretrato que está a mi lado izquierdo, es Angy con su hermosa sonrisa  enfundada en un vestido amarillo y su hermoso cabellos rubios caen en cascada con una media cola al medio, es tan hermosa, pero el nudo en mi estómago me hace dar cuenta que está perdida ¿Dónde estará? ¿Donde se fue, porque no dijo donde se iría? Sin tantas preguntas que deseo responder pero no logro hacerlo y eso me frustra más de lo frustrado que en estos momentos me encuentro.

Acarició el marco del portarretrato, mi desesperación y ansiedad crecen a cada minuto, desearía salir de la casa  y buscarla por todo el país, pero no tengo ni idea por donde comenzar, me siento incapaz de hacer esa locura.

-Te traje un refresco - Eve entra con una charola, se acerca a la mesa y coloca el vaso con refresco en la mesita del medio de la sala.

-Gracias Eve - coloco de vuelta la foto de Angy en la mesa- ¿Tus padres?

-Salieron de viaje, estoy sola en casa - se sienta y baja la mirada - es que no soy Angy, a mí nadie me mira, ni a nadie le hago falta - exclama lamentándose.

-No digas eso Eve, eres muy linda y de seguro si tú harías lo mismo que hizo Angy, tus padres te buscarían de la misma manera, ellos te aman tanto como aman a Angy.

-Angy es la primogénita, por eso mis padres la buscan desesperadamente y se olvidan de la hija menor - da un largo suspiro - siempre fue así, Zack yo nunca significare lo que significa Angy para todos.

-¿Tus padres fueron a buscar a Angy? - pregunto preocupado.

-Fueron donde mis familiares, tal vez está con alguno de ellos, por eso me quedé sola - comenta lamentándose, con cada palabra que sale de su boca puedo notar que se siente muy sola en esta gran casa y tiene razón de sentirse así, sus padres no debieron abandonarla de esa manera.

-No estás sola, - exclamó con una pequeña sonrisa, no puedo esbozar algo mejor en estos momentos- bueno por lo menos me tienes a mí.

-Qué bueno que volviste y que estás vivo  - responde sonriente - Cómo tu familia, mi familia sufrió mucho cuando nos comunicaron de tu supuesta muerte.

-Esa maldita confusión - chillo mientras me pongo de pie-  me está trayendo muchos problemas,  Angy se fue, mi hermano se enlistó, mi madre está enferma y ahora tú te quedaste sola porque tus padres están buscando a Angy y todo a raíz de esa confusión.

-No te sientas mal Zack tal vez todo tenía que suceder así -  se acerca a mi y sonríe coqueta, o es lo que parece, y eso me pone un poco incómodo - Angy se fue de casa después de tres días que recibimos la noticia, te juro que busqué por todo su cuarto una carta, una seña de donde se pudo haber ido pero no encontré nada, mis padres salieron disparados a buscarla, para ellos es seguro qué está con mis abuelos o con mis tíos.

-¿Entonces no se comunicó con ustedes desde que se fue? - suspiro - sí tan solo supiera que no estoy muerto y que estoy deseoso de verla.

-Prometo - levanta la mano derecha - sí Angy se comunica conmigo le diré que estás vivo y que debe volver.

-Espero que lo haga - camino hasta la puerta  - debo irme, mañana viajo a Little Flock.

-¿Little Flock? ¿Porque debes viajar allá?

-Tengo que ir a rendir honores a un hermano caído - se me hace un nudo en la garganta cuando lo digo.

-¿Al que confundieron contigo? - pregunta acercándose a mi.

-Sí, Ryan era un gran hombre, cuando llegué a casa me encontré con sus honores, se los entregaron a mi familia pensando que eran míos, no me corresponden, ni tampoco a mí familia, los llevaré donde deben estar, en manos de la familia de Ryan.

-¿Cuando vuelves?

- Tardaré a lo mucho un día en ir y volver, no pienso quedarme mucho tiempo allá.

-Cuando vuelvas ¿Vendrás a visitarme? - pregunta ilusionada.

-Sí, claro, ya te dije que no te dejaré sola.

-Pero no digas a nadie que estoy sola, por favor, aunque nuestro pueblo es pequeño y no es peligroso...

-...Entiendo, no te preocupes, no diré nada, intentaré darme unas vueltas, espero que tus padres vuelvan pronto.

-Vuelven en un mes, más o menos, es lo que me dijo mi madre está mañana por teléfono, le diré cuando vuelva a llamar que te vi, que estás sano y salvó y que si encuentra a Angy le avise.

-Gracias Eve - le doy un beso en la frente y salgo de la casa.

Eve es una niña o era una niña cuando me fui, ahora la vi más mujer está muy cambiada, cumplirá muy pronto 18 años, todavía tengo en mi memoria como Angy y yo jugábamos con ella, la llevábamos muchas veces de paseo a la nevería por un helado, o al río a pescar.

En estos momentos me preocupa dejarla sola, tiene razón en decir que Leslie es una ciudad muy tranquila pero después de todo lo que vi y viví, que una muchacha como ella esté sola me inquieta un poco.

Vuelvo a casa más preocupado todavía, los problemas se suman por esa confusión que quisiera olvidar pero el destino no permite que el recuerdo se disipé, lo mantiene abierto y expuesto, como un nervio.

****

Al día siguiente, parto de la estación muy temprano por la mañana, Little Flock está a unas horas de Leslie así que podré volver hoy mismo.

He pensado en el discurso que daré cuando llegue a la puerta de la casa de Ryan, debo pensar muy bien mis palabras, en estos momentos la sensibilidad puede hacer mucho daño.

Mientras camino a la estación la gente me ve nuevamente con mi uniforme militar de gala, eso los pone nerviosismo, cuando ven a un militar tan bien trajeado son malas noticias para las familias pero Ryan se merece todos los honores e iré a dárselos a su familia vestido con mis mejores galas.

Es un compañero caído en acción como muchos otros que quedaron ahí en fosas comunes sin nombre y apellido, si tengo la oportunidad de rendir homenaje a uno de ellos lo estoy haciendo por cada uno que murió y se quedó en Vietnam sin placa ni familia.

Mientras el tren me lleva miro por la ventana de mi asiento del tren y me mente vuela otra vez a ese lugar que quisiera olvidar, vi tantas cosas que los fantasmas de Vietnam me persiguen día con día, hora tras hora, sin permitirme descansar,  los gritos de gente inocente, las metralletas, las bombas y su ensordecedor sonido no paran de resonar en mis oídos, es una tortura diaria, preferiría haber muerto con Ryan ese día, el que va a la guerra y ve lo que yo vi no debería regresar.

Cabeceó en el asiento del tren pero no logro mantener un sueño reparador, como antes lo hacía, prefiero mirar por la ventanilla y ver pasar el paisaje.

Pensé mucho en Angy, aunque desee con toda mi alma ir en su búsqueda, no tengo ni una pista de donde comenzar a hacerlo, así que solo me resta esperar a que sus padres la encuentren o ella se comunique con ellos y de señas de su paradero.

****

Unas horas después estoy en Little Flock, Ryan me contó donde estaba su casa, ya que pensaba que al volver podríamos ir de paseo por el bosque y no perder contacto.

Los dos éramos de Arkansas, tan solo de distintas ciudades, por eso nos llevamos tan bien desde el día que nos conocimos en la base, nos convertimos en mejores amigos, nos contamos todo, nos hicimos confidencias y protegiamos la espalda del otro en las misiones, siempre estuvimos el uno para el otro hasta ese fatídico día en que no pude salvarlo de su horrible final.

No es difícil seguir sus explicaciones, así que camino en dirección a su casa con tranquilidad, pero el estigma del uniforme militar me persigue también en esta ciudad,  la gente me observa asustada y desconfiada, sabe lo que significa y a llegado a ser una imagen dura y cruel para todos ellos.

Por fin llegó al frente de una casa de color blanco con una bandera americana ondeando glamorosa al lado de la puerta, doy un largo suspiro para darme valor, sé que esto será difícil, después coloco la bandera en mi mano y la Cruz púrpura encima de ella, camino con mucha reverencia hasta el pórtico y tocó la puerta, unos minutos después que parecen horas por la ansiedad que me da por fin sale un señor de la edad de mi padre, con el cabello cano y lento caminar, lo saludo con reverencia después lo miro intentando mantener la compostura.

-Señor Cowell, Soy el teniente Zackary Graham, vengo a darle esto...- le pasó la bandera y la medalla, el discurso que tenía se me olvidó por completo, decido ser directo e ir al punto, es mejor para todos - le corresponden a su hijo Ryan...

-¿Ryan murió? - pregunta al borde de un ataque de pánico, sus ojos se llenan de lágrimas mientras observa la bandera y la condecoración que le pasó.

-Lo siento mucho, Señor Cowell, Ryan murió en cumplimiento de su deber, en acción, a mi lado, era mi mejor amigo, por esas razones creí que debía ser yo quien le entregué sus honores, por el cariño y respeto que siempre le tuve.

El padre de Ryan se queda en silencio, abraza la bandera y la cruz púrpura y como vi llorar a mi padre veo llorar al padre de Ryan.

-¿Sabes muchacho? Un padre no debería enterrar a sus hijos, los hijos deben enterrar al padre, pero nuestro gobierno y la maldita guerra hicieron que mi hijo se convierta en esto... gracias por traerlo, gracias por venir hasta acá y por tus palabras.

-Lo siento mucho, fue un honor haber sido amigo de su hijo, debe estar orgulloso de él, fue un gran hombre, soldado y amigo.

-Gracias muchacho, lo estoy...lo estoy - exclama mientras se limpia las lágrimas después da vuelta como si fuera un autómata entra a su casa y cierra la puerta sin mirar atrás.

Vuelvo a suspirar para darme cuenta que sigo respirando, sabía que sería difícil pero fue mucho peor, camino de vuelta a la salida y  vuelvo sobre mis pasos en dirección a la estación de trenes, no pienso quedarme ni un segundo más acá, lo que ya tenía que hacer ya lo hice.

- Cumplí con lo que te prometí, Ryan, lo que te corresponde está donde debe estar - exclamo mientras camino, limpiando una o dos lágrimas que me salen de mis ojos.

Intenté ser lo más fuerte que pude pero fue muy complicado, hubo veces que casi me quiebro en frente del padre de Ryan pero no debía hacerlo, tenía que mantenerme estoico como me enseñaron en la milicia.

Una o dos horas después estoy de vuelta en Leslie,  la tarde está cayendo en el horizonte, tal vez con un peso menos. Cumplí con Ryan, solucioné en parte el error que cometieron con nosotros, ahora debo recoger los pedazos de mi vida e intentar juntarlos, si tan solo Angy estuviera a mi lado, con ella aquí mi vida estaría casi perfecta o por lo menos mejor, es mi bálsamo perfecto en momentos de aflicción, siempre lo fue. 

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