Uno o dos días después embarcaron a varios soldados heridos en un helicóptero, entre ellos a mí. Nos llevaron a un hospital militar, no sé ni dónde queda, tan solo sé, que mi vuelta a Arkansas tardará un poco más, ya que los médicos me explicaron que necesito un más tiempo para recuperarme y lo tendré que hacer aquí en vez de hacerlo en Estados Unidos.

De acuerdo a mis Superiores, ya solucionaron en la Base la confusión que tuvieron conmigo y con Ryan, pero eso no se si solucionará todo lo que pudo haber causado ese error, todavía no puedo notar la magnitud del problema pero sé que llegará el momento en que lo tendré que afrontar.

Ahora que estoy en este hospital me di cuenta que no tuve tiempo de pensar en la muerte de mi amigo Ryan de cómo lo conocí y de cómo se hizo mi mejor amigo.

Lo conocí el primer día que llegué a la base en Vietnam, al bajar del avión militar, estaba un poco confundido, no sabía dónde ir, o con quien contactarme, Ryan se acercó amablemente me tomó del brazo y me colaboró, desde ese día nos convertimos en amigos inseparables, cada misión que nos mandaban estábamos juntos, siempre nos cuidamos, un día me salvó de ser asesinado por un disparo del Viet Cong, él era mi mejor amigo y ahora estaba muerto, me da pena y me hace sentir culpable, ¿tal vez debería haber hecho algo para salvarlo, sé que suena ridículo pero sí tan solo hubiera sido él y no yo, el herido?

Pasaron unos días en este lugar, aquí si he podido descansar mejor que en la tienda de la Cruz Roja y me siento mucho mejor, sé que estoy a poco tiempo de sanar totalmente y estoy desesperado de que me den la alta para volver a Arkansas, ver a mi familia, ver a Angy, mi dulce y hermosa Angy que fue la que me mantuvo con vida, el deseo de volver a verla me mantuvo vivo y creo que lo hizo hasta ahora, lo último que vi antes de volar por los aires fue su sonrisa, mientras estaba inconsciente solo soñaba con nuestros momentos juntos y al despertar ella fue en lo primero que pensé, la necesito y no veo las horas de volverla a ver.

Conocí a Angy en la escuela, estábamos en el mismo grado, al comienzo solo éramos amigos, pero me enamoré de ella y no perdí mucho tiempo en pedirle que se convierta en mi novia, recuerdo como nos divertíamos mientras tomábamos helado en la heladería del pueblo y después entrabamos al cinema a ver películas, nos volvimos inseparables, necesitábamos estar juntos a cada momento, eso hizo que mis deseos más locos nacieran mientras la oscuridad de la sala de cine nos envolvía, uno de esos días acaricié su pierna mientras la besaba, Angy se molestó pero después de un momento volvió a besarme y dejó que suba mi mano un poco más, esa noche en mi Ford blanco convertible, se entregó a mí y fue el mejor momento de mi vida, pero unos días después me llegó la carta del ejército, debía presentarme en la base, Angy casi muere de tristeza cuando se lo conté pero debía cumplir con mi deber, así que me enliste y la dejé con la promesa de volver a su lado.

Angy siempre me mandaba cartas que llegaban cada dos meses, en sus líneas me pedía volver, me extrañaba y necesitaba, esas cartas las guardaba en una pequeña caja y su foto en el bolsillo de mi camisa. Así siguió hasta el día del ataque, cuando Ryan la guardó en su bolsillo, asegurando que me la devolvería después, tristemente nunca me la pudo devolver, debo hablar con mi superior, quiero saber si encontraron la foto de Angy en las ropas de Ryan, desearía recuperarla ya que perdí sus cartas y todo lo demás.

No tengo noción de que día es o cuántos días estoy hospitalizado, ya hablé con los médicos y les dije que me siento bien, pero los médicos quieren tenerme en observación un poco más por el golpe en la cabeza, no saben si el ataque pudo producirme algún tipo de problema cerebral, pero lo único que me quedó son unos fuertes dolores de cabeza que llegan y también se van como llegaron, de ahí proviene la preocupación de los médicos por eso, hasta ahora, no me dejan volver.

Aunque me siento bien debo aceptar lo que ordena el médico, pero eso no quiere decir que no me sienta desesperado por salir de este lugar y volver a mí pueblo lo más pronto posible.

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Unos días después o algunas semanas después por la mañana observo a mi superior caminar hasta mi cama.

-Teniente, ¿Cómo se encuentra?- pregunta saludándome.

-Mucho mejor, señor - respondo respondiendo su saludo.

-Se lo ve de mejor semblante, las cicatrices que le quedaron en el rostro irán desapareciendo poco a poco - asegura.

-Lo sé, señor - es lo que menos me interesa, lo importante es que estoy vivo - ¿Señor? Quería saber, si en el bolsillo del pantalón del teniente Ryan tenía la foto de mi novia, la guardó momentos antes del ataque ¿Pudieron encontrarla? Quisiera recuperarla. - Mi superior comienza a caminar un poco nervioso, parece como si no deseara responder -¿Señor? - vuelvo a preguntar al observar su preocupación.

-Teniente...sus pertenencias ya fueron mandadas a su casa, encontramos la foto de su novia un poco quemada en el bolsillo del Teniente Cowell, pero la confusión fue muy grande, sus pertenencias fueron enviadas a su casa, con una medalla en su honor por sus servicios y la bandera correspondiente, los honores que se dan a un soldado caídos en batalla.

-¿Mi familia piensa que estoy muerto? - preguntó, atragantándome con las palabras.

- Sí, teniente - mi cerebro no puede digerir las palabras que en estos momentos está escuchando ¿Que emoción podría demostrar en estos momentos? Estoy sin expresión intentando comprender la situación. Mi superior se acerca me da una palmada en la espalda - se solucionará todo, teniente, cuando llegue a Arkansas - habla en tono conciliador.

-¿Señor? - preguntó frustrado y confundido - ¿No pudieron ir donde mi familia para avisar que estoy vivo cuando descubrieron el error?

-Teniente, no tenemos tiempo de hacerlo, son muchas muertes, son muchos soldados, no podemos dedicarnos a uno solo, por un error, cuando lo den de alta usted podrá solucionar el problema en casa, su familia estará muy dichosa al verlo vivo y olvidarán lo sucedido.

No sé qué responder a eso, tan solo pienso en mi familia y en el dolor que están sintiendo por mi pérdida, Angy debe estar destrozada, no sé si será tan fácil cambiar ese sentimiento de dolor y tristeza por un sentimiento de dicha al verme. El dolor puede haber causado estragos en ellos. Sabía que este error traería problemas que debería afrontar pero no tan grandes como los que en estos momentos estoy pasando.

En estos momentos es un enigma para mí como me presentaré en mi casa, como lo tomará mi familia, no sé cómo explicar este error a todo el mundo.

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Después de saber lo sucedido, he intentado mejorar con más rapidez, deseo con toda mi alma que me den el alta y volver a Arkansas.

Unos días después por fin lo hacen, mi alegría es total cuando el médico me indica que puedo volver a mí pueblo.

Al día siguiente tomo un avión con otros heridos que me lleva a una de las bases militares en Estados Unidos y de ahí después de darme mi baja tomo un tren con dirección a mí pueblo, de vuelta a Arkansas.

Estoy desesperado por llegar, no tomo atención ni al paisaje, ni al tiempo que estoy en el tren, lo único que deseo es llegar y solucionar esa horrible confusión que en estos momentos está haciendo sufrir a mis seres queridos.

No pensé como lo haré pero en estos momentos es lo que menos importa, improvisaré, es lo que me queda, tan solo deseo llegar y por fin sentirme nuevamente libre y seguro.

Unas horas más, unas horas menos, por fin puedo reconocer el paisaje de la entrada a mi ciudad, las casas, el olor, todo me trae recuerdos de momentos y de días más felices, "por fin estoy de vuelta"

Tomo mi bolsa, camino hasta la salida en el momento mismo que el tren este parando en la estación. Todos me miran y miran el uniforme al bajar del tren, están viendo volver sorpresivamente a uno de los suyos del infierno mismo, es para sorprenderse, hemos tenido muchas bajas y que uno de los suyos por fin este volviendo es un motivo de asombro para todos.

Ni bien desciendo del tren, bajo la mirada de propios y extraños, me acomodo la gorra, miro al cielo, doy un largo respiro para que entre el aire limpio de mi ciudad y sonrió, "Por fin estoy en casa"