Capítulo 6.

Sentía como su cuerpo comenzaba a reaccionar con las pastillas que había mandado a comprar en la farmacia con una señora a la cual le tuvo que pagar una buena cantidad de dinero para eso.

Ahora estaba de camino a su salón de clases con las hormonas por donde sea. No podía decirle a nadie lo que su padre le había dicho hace unos días. Estaba más que claro de que tenía que solucionar sus problemas él mismo sin ayuda de nadie.

Ese día, tenía planeado salir con Matt a la casa de su hermano, él le había dicho que tenía algo que decirle y que era de suma importancia presentarle a alguien.

No había necesidad para levantar la mirada y darse cuenta de que las cámaras estaban dirigidas hacia él. Se había detenido un momento en su casillero para tomar los libros que utilizaría ese día en el salón de clases y los demás se los dejó.

Ajustó mejor su mochila y en ese mismo instante unos chicos lo empujaron "accidentalmente" contra los casilleros. Causando que sus libros cayeran al piso.

Luego tiraron sus cosas al piso al igual que su mochila, luego lo empujaron al piso.

— ¡¿Pero qué les pasa, estúpidos?! —el grito de Matt, fue suficiente para darse cuenta de que había llamado la atención de todos en el pasillo.

—Nada que te interese, Jackson, solo nos queríamos divertir un poco con el mudo de la escuela —dijo el mayor, de los tres, logrando que todos en el pasillo rieran.

— ¡Busca con quien divertirte, imbécil! —gritó antes de bajarse y ayudar a Nedward con sus libros dándose cuenta de que estaba temblando.

—No me extrañaría que fuera maricón al igual que tú, al fin y al cabo tienen el mismo apellido —volvió a burlarse de los chicos.

Matt se levantó del piso ayudando a Nedward a hacer lo mismo secando las lágrimas que había comenzado a salir de sus ojos y que tenían signos de no dejar de hacerlo.

—Sucede y acontece, burro, que si te metes con Nedward te metes conmigo y si te metes conmigo te metes con mi hombre, ¿Cómo la ves? ¿Quieres que llame a mi hombre para que venga a arreglar este asunto? —lo encaró con el pecho en alto y él palideció.

—No es necesario nada de eso, señor Jackson —la voz de Jeremy se hizo presente en el pasillo, el cuerpo del mayor se hizo paso entre los estudiantes hasta colocarse enfrente del chico que había agredido a Nedward—. Los quiero en mi oficina. Ahora.

—P-Pero —comenzó a decir uno de ellos, fue tenido por la mirada severa de Jeremy hacia él—. Está bien, director.

—Todos vayan a sus clases, en este momento —todos comenzaron a correr hacia sus salones de clases.

Antes de irse le dedicó una mirada a Nedward y luego se perdió por el pasillo que daba hacia la dirección.

Matt abrazó Nedward y ambos comenzaron a ir hacia el salón de clases con los libros de cada uno en sus brazos. Una vez que estuvieron sentados en sus respectivos lugares, Matt le pasó un par de servilletas que tenía en su mochila para que se secara las lágrimas.

—Tranquilo, cariño, verás que ellos no volverán a molestarte —susurró, tratando de calmar al niño que no paraba de llorar en sus brazos.

Nedward se mantuvo en silencio abrazando a Matt como si su vida dependiera de eso, sabía que Matt era bueno con él. Siempre tan comprensivo.

— Cuando salgamos de aquí tengo que decirte muchas cosas, pero tendré que esperar a que salgas de la dirección después de clases, la verdad es que no estoy seguro de esas horas extras que estás tomando para recuperar las horas de clases que pierdes —dijo Matt después de que se separaron.

No lo hago por gusto, es que en verdad necesito esas horas extras y no quiero que pase lo mismo que pasó hace rato —bajó la mirada—. Esos niños son muy malos conmigo.

—Tranquilo, verás que las cosas se van a solucionar. El director Sommers se hará cargo de las cosas —besó su mejilla—. Me gustó mucho la cara que puso ese chico fue épica cuando le dije que buscaría a mi hombre.

No pude ver sus caras, estaba llorando cuando los insultaste —suspiró—. Soy muy llorón.

—Nada de eso, eres hermoso. No lo olvides nunca, debes de tener eso en mente.

Las siguientes horas fue una tortura total para Nedward, ahora sí que estaba más que seguro de que se había ganado nuevos enemigos en este lugar. Su hora más divertida fue cuando le tocó artes. Se sentó a un lado de Matt el cual tenía cara de pocos amigos porque no sabía nada de esa materia.

—Estoy más que seguro de que si fuera alguna materia de cocina la pasaría de inmediato, pero no, tiene que ser artes... —se cruzó de brazos.

—No es tan malo, solo tienes que divertirte así como yo lo hago —mostró su hoyuelo izquierdo.

—Para ti es fácil, porque todo te lo encuentras de esa forma. ¡Yo no puedo ni dibujar palos, menos voy a saber dibujar bolas o círculos! —exclamó enojado.

Nedward rió negando con la cabeza, su mejor y único amigo era increíble.

*****

—H-Hola, D-Daddy —sintió sus mejillas arder cuando Jeremy le dio un corto beso en los labios, cerrando la puerta detrás de él.

— ¿Estás bien? Siento no haber llegado a tiempo cuando los chicos te hirieron —su tono de voz fue neutro, y Nedward por alguna extraña razón se sintió mal.

—E-Ellos s-solo t-tiraron mis libros al p-piso —dijo, dejando su mochila a un lado y esperando que Jeremy dijera algo.

Jeremy tomó su brazo y lo llevó hacia el otro lado del escritorio sentándolo sobre las mesa y el sobre la silla del escritorio.

—Esos niños ya no te molestarán durante unas semanas —comenzó a besar sus piernas por encima del pantalón.

— D-De v-vedad —murmuró, aún más sonrojado que antes y Jeremy asintió.

—Así es... —sus manos fueron haciendo el mismo trabajo que sus labios, acariciando sus piernas.

Nedward medio labio cerrando los ojos cuando las manos de Jeremy comenzaron a descender por su cuerpo de una manera erótica. En cambio Jeremy, estaba disfrutando de la sensación de haber logrado que el niño se excitara de esa forma tan rápida.

Se levantó de la silla y en ese momento pudo ver los ojos de Nedward llenos de lujuria, eso sólo pudo admirarlo unos pocos minutos. Puso una de sus manos detrás de la nuca para besarlo de forma apasionada.

Nedward por inercia colocó ambas piernas en la cintura de Jeremy acercándolo más a su cuerpo, sintiendo la erección del mayor contra la suya. Su cabeza chocó con el extremo de la mesa, justamente cuando Jeremy se subió con él.

Comenzó a hacer fricción este ambos cuerpos, aún con sus manos recorriendo el cuerpo del menor de arriba hacia abajo. Nedward llevó sus manos a la espalda de Jeremy, clavando sus uñas una vez en esa área.

—Auch, hermoso, aun me duele por lo que hicimos el sábado —dijo en su cuello justamente donde estaba la marca que le había hecho cuando estuvieron juntos.

— ¿D-Duele? ¿Y-Yo m-malo? —preguntó, asustado.

—No, no eres un niño malo. Es sólo que me dejaste marcas en la espalda y nada más —sonrió, para tranquilizarlo.

Nedward asintió en respuesta acariciando el cabello de mayor, su mirada se perdió en el techo en cuanto Jeremy volvió a enterrar su cabeza una vez más en su cuello aspirando su olor.

Había algo que no le cabía en la mente y era el cambio que había hecho el mayor con él, puede que sea estúpido en algunas cosas. Pero no podía describir como se sentía en ese momento, les había mentido a sus padres por primera vez en la vida. Ahora que sabía ese gran secreto pensaba que las cosas serían diferentes.

—Estas muy tenso, hermoso. ¿Qué sucede? —preguntó Jeremy, sacar la cabeza del cuello del menor.

—N-Nada —mintió, ya se le estaba haciendo costumbre mentir desde que lo había conocido.

— ¿Seguro?

—Sí, es s-solo que t-tengo que irme… con M-Matt...

— ¿A dónde? ¿Con quién más irás? No me gusta compartir lo que es mío, hermoso, y eso lo sabes — sacó la cabeza del cuello del menor para mirarlo de forma severa.

—Si... Lo sé. P-Pero vamos s-solo —murmuró, asustado, por la actitud del mayor hacia él.

—Eso espero, hermoso, no me quieres ver enojado si haces algunas de tus tonterías y yo no bromeo. Ya sabes lo que pasó la última vez que me desobedeciste —mordió su mejilla.

Esa fue la suficiente advertencia que necesitaba para darse cuenta de que estaba tanteando un terreno desconocido.

A la hora de salida se fue con Matt hacia su casa en el carro de su padre, estaba muy feliz porque al fin sabría que tanto ocultaba su mejor amigo desde la mañana. Aunque estaba más que seguro de que su padre sabía que era por la sonrisa que tenía en sus labios.

Se despidió de su padre diciéndole que su tío lo llevaría en la noche a su casa y que se quedaría un rato más haciendo tareas con Matt.

Matt se veía nervioso mientras abría la puerta de la casa, la sonrisa que le había dedicado fue nerviosa.

—Tu tío llegará en una hora más o menos con lo que te tengo que decir —dejó las llaves en el gacho que había al lado de la puerta.

— ¿Qué tiene que ver mi tío con lo que me tienes que decir? —dejó su mochila en el sofá de la sala y lo siguió hacia la cocina.

—No es nada malo o eso espero. Es que te tomé confianza y quiero que sepas algo de mí, pero tengo que esperar a que llegue Noah para decirte —sonrió, sin mostrar los dientes.

— ¿Es algo malo? —preguntó, asustado, y Matt rió.

—No lo es, estoy más que seguro de que te llevarás una gran sorpresa —le sirvió un vaso de jugo—. Hace un tiempo descubrí gracias a tus abuelos que podías tener hijos al igual.

Así es, mi papá me lo dijo el sábado cuando se lo pregunté —se sentó en la encimera—. Creo que eso está de generación tras generación siendo así de especial.

—No puedes contarle a nadie de tu estado, por esa razón es porque tus padres te protegen mucho. Hoy en día están secuestrando a los hombres especiales como tú para hacer experimentos y también a...

La puerta de la entrada fue abierta, dándole un indicio de que su hombre como él le había dicho estaba en casa. Nedward fue hacia donde estaba su tío con un niño en brazos, era la misma imagen de su tío y la de Matt.

—Hola, Nedward, te presento a mi hijo Theo. También soy igual que tú.

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