Capítulo 8

Mark camina lentamente, atravesando el patio trasero para llegar hasta la casa del perro, frente a la cual se encuentra Emely, recostada en el pasto, posando su cabeza sobre el gran danés, mientras lo abraza con su brazo derecho. Para él es sorprendente como el perro le tomó cariño tan pronto, aunque esa raza de perros es famosa por ser mansos y cariñosos; Tao es la excepción algunas veces, en especial con los carteros. Pero ahora está tan tranquilo a pesar de cargar con el peso de la cabeza de Emely; quien se lo recompensa con caricias, mientras tiene la mirada perdida en la insignificante valla de madera que rodea la casa.

—Hola, cariño —le habla, con suavidad, una vez que se encuentra a

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo