UNA TRAGEDIA EN CADA RINCÓN

Estaban sentados en la parte externa, el lugar era precioso y Sofía se sentía como una reina. Mientras esperaban a que Christopher llegara Jack llamó al mesero.

—Buenas noches señor Gold, bienvenido. La reserva es para tres, ¿ya no va a ser así o esperamos al tercer comensal?

—Si joven, aún esperamos a alguien más. ¿Podría por favor traerme una botella del mejor vino que tengan?

—De acuerdo señor, enseguida.

Poco después de marcharse el mesero, llegó Christopher. Sofía siente que algo no va del todo bien pero no dice nada.

—Hola buenas noches. Disculpen el atraso es que había unas presas increíbles.

—Descuida amigo, además no llegamos hace mucho, es más acabamos de pedir vinito.

El mesero regresa poco después.

—Acá tienen y apenas estén listos para ordenar déjemelo saber.

—Gracias joven.

El mesero se aleja, Jack abre la botella y sirve las copas. Sofía se siente desconcertada, cuando Jack le dijo que quería exhibirla se imaginó que cenarían en algún lugar repleto de gente, no al aire libre y sin nadie más cerca.

—Jack, reservaste toda la zona exterior. Pensé que querías exhibirme.

—Sofía, mi amor, quiero exhibirte, pero también te quiero para mí.

—Me encanta mi regalo, no puedo esperar para irme a comprar ropa, tan solo hace seis meses renové guardarropa y ya todo está pasado de moda.

—Pues sales cara mujer, no cualquiera puede darte la vida que te da Jack —Intervino Christopher—

—Por eso es que lo amo, no solo me adora, sino que me consiente mucho.

Mientras avanzaba la cena Jack se sentía muy triste, nunca más vería a su niña ni conocería a sus nietos. Después de que les retiran todo y les traen un café, las cosas se ponen turbias.

—Una comida bárbara mi amigo, este lugar es siempre de primera calidad.

—Necesitaba este lugar. En la vida mi amigo, llega un momento dónde uno no sabe si será su última cena o no.

Christopher bebe de la copa manteniendo la vista en su amigo. Algo no parece ir bien con Jack y una extraña sensación se apodera de él.

—Me parece que estás bastante extraño, digo... otros años antes de que me fuera cenamos juntos para tu cumpleaños.

—Lo sé, pero esta vez me siento más cansado, el médico sospecha de una falla cardíaca severa, no me da mucho tiempo de vida.

— ¡Pero debemos ir a otro médico! —interviene Sofía—

—He visto a tres, querida. Ya no hay nada que hacer por eso he llamado a esta, nuestra última cena.

—Pues pienso que deberíamos ver otros especialistas. Ese título para esta cena me parece macabro Jack.

—Para ser brutalmente honestos, mi muerte solo afectará a dos personas, papá y Emily. La tuya sin embargo querida, no afectará a nadie.

—Jack, eso es algo muy cruel de decir.

—Mi amor, Christopher, —viendo de uno al otro—quiero brindar por la vida, por mi gran amigo casi hermano quien ha estado ahí para mí en todo momento. Sofía —le toma la mano, se inclina y le besa los nudillos— te amé a pesar de que todos me decían que solamente buscabas mi fortuna.

Jack saca una pistola y sin dudar le dispara a Christopher en el pecho. Sofía está realmente aterrorizada, la gente de dentro del restaurante empieza a gritar, un mesero intenta acercarse a tratar de calmarlo.

Emily y Alec llegan en ese momento en el que suena un disparo. Ambos corren a la terraza pues desde el parqueo pueden ver lo que sucede. Se chocan contra los clientes que huyen frenéticamente. Llegan hasta estar cerca y observan con horror el cuerpo de Christopher en el suelo. Todos han abandonado la zona.

—Papá….

— ¿Emily? Deberías estar New York y no aquí.

Jack apunta al pecho de Sofía. Emily decide no moverse más y tratar de razonar con él.

—Deja ir a mamá.

—Ella es mala y debo sacarla de tu vida.

—Escúchame papá. Déjala ir…

Alec sujeta a Emily, Jack no está en su sano juicio y puede herirla. Sofía suplica, pero nada parece aplacar su ira.

—Jack mi amor, estás equivocado....

—Maldita perra, te has acostado con mi mejor amigo y nuestra hija lo sabe, les vio en la biblioteca, eso se unió a las sospechas que tuve por años. Pero de ser solo eso... DE SER SOLO ESO MALDITA PERRA, te habría puesto en la calle sin un cinco, no existe castigo más duro para ti que ese, sin embargo, hiciste la cosa más aberrante que existe, dejaste que un tipo tocara a mi bebe, que otro la violara.

Emily gime de angustia y pierde el equilibrio. Alec la abraza aún más fuerte y se jura a si mismo buscar a los responsables.

—No quería que lo supieras—le susurra a Alec— seré indigna.

—Tranquila, eso no cambia mis sentimientos. Debemos lograr que tu papá la deje ir. Pagará por lo que te hizo pero será en la cárcel.

Sofía gritaba, necesitaba que la dejaran ir.

— Sé que fui infiel pero no puedes matarme, me amas Jack razona, lo de Emily fue un error.

—Mi bebe tenía 14 años.

Sin decir nada, con la pistola en la mano hace un movimiento para que avance frente a él. Sofía está llorando de forma histérica. Emily toma la decisión de ir a interponerse entre ellos justo cuando Jack dispara.

Emi abraza a su mamá y recibe la bala, Sofía en ese instante se arrepiente, viendo como su hija dio la vida por ella parece salir de la burbuja de odio en que vivió. La sujeta para que no caiga al suelo y mirando a su hija, tan quieta y pálida le grita a Jack.

—La mataste Jack, la mataste.

Mueve a Emi con fuerza, llorando con histeria.

—Abre los ojos Emily, no te me mueras así.

Jack en medio de toda aquella locura piensa que realmente asesinó a su hija así levanta el arma y se dispara. Alec llega a Emily, quita a Sofía y busca la herida. Se quita la camisa y la usa para hacer presión. Sabe sobre este tipo de lesiones y al examinarla encuentra que la bala entró y salió a nivel de hombro. Hay demasiados testigos, cámaras del negocio por lo que sanarla con una mordida queda descartado. Pero el saber que no es una herida fatal le tranquiliza. Lo que más lo angustia son las cosas que había visto esa noche la marcarían para siempre.

Uno de los clientes empezó a grabar todo cuando el primer disparo llegó, su compañera le reprocha aquello, le parece que no debía hacerlo.

— ¿Qué demonios haces, Julio?

— ¿Sabes cuánto dinero van a pagar los noticieros por tener la exclusiva de lo que sucedió?

—Pero la familia de esta gente, ¿qué? Por Dios esto es retorcido y amarillista.

— ¿Pero desde cuándo tan moralista?

Poco después llegan los del CIJ (Centro de investigación Judicial) sus médicos forenses empiezan a analizar la zona. Una ambulancia traslada a Emily a un centro médico privado y antes de irse, Alec habló con Sofía. En su voy estaba la compulsión de Alfa, ella no escalaria

—Hablará con el oficial a cargo y confesará todo.

Luego usando la misma orden mental, buscó al agente a cargo de todo.

—Deben detener a la madre de Emily. Hay pruebas de que expuso a su hija de 14 años a violaciones. Si gusta mañana le doy más detalles, pero debo seguir a la ambulancia.

A la mañana siguiente August, está tomando café mientras ve las noticias, uno de los periodistas pasa la noticia y ajeno a quién es el centro de la noticia sube el volumen al televisor.

—Tal cual dijimos hace algunos minutos, anoche se dio una tragedia en un restaurante en las afueras de la ciudad, se trata de una persona herida, un homicidio y el suicidio del autor de los hechos. Aún no tenemos los nombres de las víctimas y su victimario sin embargo si poseemos el video que un corresponsal que estaba en el lugar de los hechos nos he hecho llegar. En el video podemos apreciar un cuerpo en el suelo, luego el perpetrador dispara a la mujer sin embargo parece que la hija se interpone y resulta herida, al parecer de gravedad luego se suicida. Les advertimos que las imágenes son muy fuertes.

Cuando el video inicia August cae al suelo sosteniéndose el pecho. La enfermera que está con él hace unas semanas a pedido de Emily, llama a emergencias, poco después trasladan al anciano a un centro médico.

Alec y sus padres esperaban fuera de la habitación de Emily. La cirugía había sido un éxito pues la bala había tenido entrada y salidas limpias, es decir que no habían generado otras lesiones y en aquel momento estaban revisándola. Oliver llegó para unirse a Alec y sus padres.

—Hola Oliver, afuera es una locura.

—Pero es que esto no es para menos, es un caos total. Tengo periodistas fuera de mi despacho y en la casa de Jack. Son como tiburones.

—Me preocupa August.

—A eso venía, lo trajeron hace unos minutos. Alguien filtró el video de lo sucedido anoche y lo vio esta mañana.

Mientras trataban de asimilar esta nueva información el médico salió y pudieron entrar con Emily. Tenía los ojos muy hinchados de tanto llorar.

—No entiendo nada... cuando me hablamos lo sentí distinto, deprimido, pero jamás imaginé que iba a pasar algo así.

—Emily, debes ser fuerte, hay algo que...

—Lo sé, si me derrumbo ya no pararé de llorar y mi abuelo me necesita fuerte.

—Emily, Dios... no hay forma de suavizar esto, tu abuelo se enteró viendo las noticias. Le ha dado un infarto.

— ¿Está...está muerto?

—No, pero está crítico. Lo tienen aquí mismo

Emily se trata de levantar, pero el dolor la hace palidecer. Alec va a su lado y la mantiene acostada mientras Oliver va por una silla de ruedas. Al llegar al pabellón de emergencias los recibe una enfermera. Emily no habla con Alec ni con Oliver. Es capaz de escuchar los latidos de su corazón. En tan solo horas, toda su vida se ha ido a la mierda.

— ¿Puedo ayudarles?

Como Emily sigue sin hablar, Alec responde por ella.

—Ella es la nieta de August Gold.

—Buenas noches joven, el médico ha dicho que apenas llegue Emily la llevemos con él.

—De acuerdo.

Un joven médico se les aproxima.

—Doctor, ella es la nieta del señor Gold.

—Gracias enfermera. Sígame por favor.

Avanzan por un pasillo y paran frente a una puerta.

—Emily, tu abuelo sufrió un infarto. Está muy débil y no creo que pase de hoy. Te permitiré que estés con él, pero procura que no se esfuerce o altere.

Alec la ayuda a entrar y la coloca junto a su abuelo y luego la deja sola. Su abuelo no está conectado a ninguna máquina de soporte vital tal cual estaba entre sus peticiones llegado un momento así, solo un monitor cardíaco.

—Abuelito…

Él abre los ojos. Su voz no es como siempre, habla tan suave que a Emily le cuesta entenderlo.

—Estás viva. Pensé que mi hijo…

—No abuelo, acabé herida por querer proteger a mamá.

—¿Y ella?

—Detenida, ha confesado las cosas que hizo contra mí, abuelo y parecen suficientes para que no salga nunca más.

—Ya puedo morir en paz, pude despedirme de ti.

—Abuelito no digas esas cosas por favor.

—Niña escúchame. Debes ser fuerte, ya es mi tiempo. Viví una vida plena y feliz. Te amo mi niña.

—Te amo abuelito, vete que la abuela te espera. Te extrañaré como no tienes idea.

—Déjame hablar con Alec, no quiero que me veas morir, cúmpleme ese deseo.

Sin que Emi lo notara, Alec organizó una extracción. Los suyos sacarían al hombre cuando llegara a medicatura forense. Mientras tanto la enfermera lleva a Emi a su habitación y le aplica un sedante. Oliver sabía que ella y Alec necesitaban estar a solas así que se ofreció a encargarse de ciertas cosas.

En la estación de policía, Sofía está narrando por cuarta vez lo sucedido.

— ¿Usted ratifica entonces que expuso a su hija a los abusos físicos?

—Lo he repetido hasta el cansancio, supe que abusaban de ella y disfrutaba de imaginarla sufriendo. No estoy loca, lo planee todo porque quería que entrara en depresión y se suicidara. Ella era el amor de mi esposo y no podía permitirlo.

—Usted solicita que un juez aplique sentencia inmediata sin juicio.

— ¿Para qué alargar esto?

Tres días después Emi fue dada de alta. La salida del hospital fue sencilla pues la prensa asumió que estaba en casa de sus padres, no sabían sobre el pent-house que tenía. Aunque Alec trató de hacerla comer algo ella se negó y se fue a acostar. Todo en la vida de Emily estaba lleno de dolor y no sabía cómo evitarle más sufrimientos. Poco después llegó Oliver quien llevaba con él un maletín con documentos que Jack dejó para Emily.

Para cuando el reloj marca las siete de la mañana Emily observa a Alec dormir, así que va a la cocina a preparar algo de beber. El hombro le duele por eso trata de usar el brazo contrario. Ser zurda nunca le pareció mejor. Quince minutos después iba llegando con un café para Alec cuando le escucha. Aparentemente habla con alguien en New York.

—Si Mike, Tengo un problema acá que me detiene en la ciudad. Una de esas circunstancias que de verdad retrasa todos nuestros planes de expansión. Apenas acabe con esto me regreso.

Emily decidió entrar y Alec tuvo al menos, la decencia de ponerse pálido. Cortó la llamada y se le quedó mirando.

—Emi...

—Por favor no empieces a inventar excusas o a justificarte. Por ahora siento o entiendo algo sobre tus palabras que quizás no es así y nada que digas va a hacerme sentir que no ves mi situación como algo engorroso que atrasa tu vida. Necesito un tiempo a solas para poder comprender que quiero y quien soy. No pierdas tiempo explicando nada, gracias por todo y cierra la puerta al salir.

Una vez que Alec se fue llamó a Georgina.

—No conozco a Alec en persona, pero no me parece que sea capaz de ser tan cruel.

—No hablemos más de él. Pon mis cuadros en venta, pero suspende la exposición.

— ¿No prefieres esperar?

—No, durante un tiempo me quedaré sin hacer nada. Cuando esté lista te lo dejaré saber.

—Iré a verte…

—George, no soy buena compañía ahora. Dame algo de tiempo.

Tras colgar con su amiga llamó a Oliver quien llegó una hora después.

—Emily, te conozco desde bebé, no creo que sea normal en ti no llorar.

— ¿Consideras que soy una llorona, Oliver?

—No, pero sí un ser humano muy sensible.

—Mira Oliver, te veo como a un tío. Por eso no me enojan tus comentarios tan directos, pero si dejo salir esto que siento, voy a suicidarme y no juego. Prefiero ir poco a poco. Además, por mi asma no puedo alterarme. Voy a tomarme unos días, luego venderé la casa de mis padres tal cual está, dona su ropa y joyas a la caridad.

— ¿Segura?

—Sí, en esa casa no tengo ningún buen recuerdo, en cada esquina la recuerdo gritándome o golpeándome. Y cuando ella salga de prisión, vivirá en las calles.

—Te entiendo. Me reprocho no haber intuido algo. Tu papá modificó el testamento días antes.

—Liquida los activos de mi padre, sus socios no pondrán peros para comprarlo.

—Han llamado del CIJ, los cuerpos estarán listos mañana en la mañana.

—Por favor, encárgate tú. Papá tenían algo en la Funeraria. Llámalos y ellos harán todo.
— ¿No piensas asistir?

—No puedo. A mi abuelo que lo cremen por favor y que te envíen las cenizas. Me ausentaré algunos días para poder estar lejos del caos y decidir bien lo que quiero hacer.

—Así lo haré chiquilla.

24 horas después Oliver luce asombrado por la inmensa cantidad de personas aglomeradas allí. Mientras trata de no gritarles a todos que se marchen se le acercan Isabella y Marcus Black los padres de Alec.

— ¿Emily no vino?

—Mira alrededor Marcus. La gente que vino vio la noticia en tele y quieren ver a Emily, como si fuera un maldito animal de circo. Culpa a su madre de todo esto y en el fondo tiene razón, preferí no insistirle. Además, tampoco quiere ver a Alec.

—Mi hijo la ama con locura, esto le está afectando. Está buscándola entre la gente y no creo que tarde en acercarse.

—Por cierto, hay una carta a nombre tuyo Marcus. Me la dejó Jack hace varios años haciéndome jurar que no te la entregaría hasta el día que faltara. Casualmente le entregó una también a Emily, te la daré en un rato.

Cuando todo acaba Marcus abre la carta y después de leerla cae de rodillas, su esposa asustada toma la carta, lágrimas caen de sus ojos y abraza a su marido. Alec al ver a sus padres lee la carta y abandona el cementerio. De momento nada hace ahí.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados